Por Rebecca Santana y Amelia Thomson-Deveaux – The Associated Press
A los estadounidenses les preocupa más que hace unos años que los inmigrantes que llegan de forma ilegal cometan delitos en Estados Unidos, un cambio impulsado en gran medida por el aumento de la preocupación entre los republicanos, mientras que los demócratas siguen viendo una amplia gama de beneficios derivados de la inmigración, reveló una nueva encuesta.
El sondeo de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research indicó que un porcentaje considerable de adultos estadounidenses cree que los inmigrantes contribuyen al crecimiento económico del país, y hacen contribuciones importantes a la cultura estadounidense.
Pero cuando se trata de los inmigrantes que llegaron al país por los cauces legales, los adultos estadounidenses ven menos beneficios notables que en el pasado y creen que representan más riesgos.
Aproximadamente 4 de cada 10 estadounidenses afirman que cuando los migrantes entran al país de forma legal es muy beneficioso para las empresas estadounidenses, porque cuentan con la experiencia de trabajadores experimentados en campos como la ciencia y la tecnología. Una proporción similar (38%) también considera que representan un beneficio importante al enriquecer la cultura y los valores estadounidenses.
Ambas cifras se redujeron en comparación con 2017, cuando el 59% de los estadounidenses indicó que los trabajadores inmigrantes calificados que entran legalmente al país significaban un beneficio importante, y la mitad dijo que estos contribuían a enriquecer la cultura estadounidense.
Además, el porcentaje de estadounidenses que afirman que hay un riesgo importante de que los migrantes que siguieron los cauces legales cometan delitos en Estados Unidos se ha incrementado desde el 19% de 2017 al 32% en la nueva encuesta.
Los republicanos fueron más propensos que los demócratas a decir que la inmigración es un tema importante para ellos. El 41% ahora piensa que existe un riesgo importante de que los inmigrantes que entraron de forma legal cometan delitos en Estados Unidos, frente al 20% en 2017.
En general, los republicanos están más inclinados a ver riesgos importantes –y menos beneficios– en los inmigrantes que entran en el país de manera legal o ilegal, aunque tienden a estar más preocupados por las personas que llegan al país sin documentos.
Bob Saunders, un votante independiente de 64 años de Voorhees, Nueva Jersey, desaprueba la actuación del presidente, Joe Biden, en materia de inmigración y seguridad fronteriza y le preocupa especialmente el número de inmigrantes que llegan a la frontera sur y son luego liberados. Subrayó que existe una diferencia entre inmigración legal e ilegal, y comentó que es importante conocer los antecedentes de los inmigrantes que llegan al país. También afirmó que la inmigración legal contribuye a la economía e hizo referencia a inmigrantes de su propia familia.
“No se trata de [una posición contra la] inmigración”, dijo Saunders. “Es contra la inmigración ilegal”.
Muchos republicanos, el 71%, afirma que existe el riesgo de que personas que se encuentran ilegalmente en el país vengan a Estados Unidos y cometan delitos , aunque muchos estudios han demostrado que los inmigrantes son menos propensos a cometer delitos violentos que los ciudadanos nacidos en el país.
Un porcentaje aún mayor, el 80%, cree que existe un riesgo importante de que las personas que se encuentran en el país sin documentos representen una carga para los programas de servicios públicos, mientras que a 6 de cada 10 republicanos les preocupa que existe un riesgo importante de que se queden con puestos de trabajo estadounidenses, que el crecimiento de su población debilite la identidad estadounidense o que voten de manera ilegal, aunque sólo un pequeño número de votantes que no eran ciudadanos ha sido descubierto.
Amber Pierce, una republicana de 43 años de Milam, Texas, dijo que entiende que muchos inmigrantes busquen una vida mejor para sus hijos, pero también le preocupa que se conviertan en una carga para los servicios públicos.
“Creo que muchos de ellos vienen aquí y obtienen atención médica gratuita y se la quitan a las personas que han trabajado aquí y son ciudadanos”, afirmó Pierce. “Les sale gratuito. No me parece justo”.
Los demócratas, por otro lado, son más propensos a ver los beneficios de la inmigración, aunque la encuesta encontró que solo la mitad de los demócratas ahora piensa que los inmigrantes que usaron las vías legales están haciendo contribuciones importantes a las empresas estadounidenses, una disminución de más de 20 puntos porcentuales desde 2017. Sin embargo, son más propensos que los republicanos a decir que la posibilidad de las personas de venir de otros lugares del mundo huyendo de la violencia o para encontrar oportunidades económicas en Estados Unidos es extremadamente o muy importante para la identidad del país.
“La gente que viene lo hace por una buena razón. Así es como muchos de nosotros llegamos aquí”, comentó Amy Wozniak, demócrata de Greenwood, Indiana. Wozniak indicó que las anteriores oleadas de inmigrantes procedían de países europeos. Ahora los inmigrantes proceden de otros países, pero eso no significa que no huyan por razones justificadas, amplió: “No todos son narcotraficantes y asesinos”.
[La extensión del bloqueo a la ley SB4 de Texas da “esperanza”, según un experto]
También hay división entre los partidos sobre el valor de la diversidad: el 83% de los demócratas afirma que la variedad de la población del país lo hace, al menos, moderadamente más fuerte, frente al 43% de republicanos e independientes. Los republicanos son más propensos que los demócratas a afirmar que una cultura y un conjunto de valores estadounidenses compartidos son extremadamente o muy importantes para la identidad de Estados Unidos como nación, aunque cerca de la mitad de los demócratas también considera eso importante.
Los adultos estadounidenses -y especialmente los republicanos- son más propensos a decir que el país ha cambiado significativamente gracias a los inmigrantes en los últimos cinco años que a asegurar que los inmigrantes han cambiado su propia comunidad o su estado. Alrededor de 3 de cada 10 adultos estadounidenses piensa que los inmigrantes han tenido un impacto importante en su comunidad, mientras que alrededor de 6 de cada 10 afirma que han tenido un impacto importante en el país.
Existe cierto entendimiento bipartidista sobre cómo debe ser abordada la inmigración en la frontera entre Estados Unidos y México. La opción más popular es la contratación de más agentes para la Patrulla Fronteriza, una idea que apoyan aproximadamente 8 de cada 10 republicanos y cerca de la mitad de los demócratas. La contratación de más jueces de inmigración y personal judicial también cuenta con el respaldo de las mayorías en ambos partidos.
Alrededor de la mitad de los estadounidenses apoya reducir el número de inmigrantes a los que se permite solicitar asilo en Estados Unidos cuando llegan a la frontera, pero ahí hay una división por partidos mucho mayor, con más republicanos que demócratas a favor de esa estrategia.
Construir un muro -el principal objetivo político del expresidente Donald Trump– es la opción menos popular y con más polarización de las. Alrededor de 4 de cada 10 encuestados están a favor de construir un muro, incluido el 77% de los republicanos, pero solo el 12% de los demócratas.
Donna Lyon, una demócrata independiente de Cortland, Nueva York, cree que un muro fronterizo haría poco por detener a los inmigrantes. Sin embargo, apoya la contratación de más agentes de la Patrulla Fronteriza y más jueces de inmigración para hacer frente a la creciente acumulación de casos en las cortes de inmigración: “Eso erradicaría todos los atrasos que tenemos [en los casos]”.
El Congreso acaba de aprobar fondos para contratar a unos 2,000 agentes más de la Patrulla Fronteriza, pero en lo que va de año no ha habido un impulso significativo a la financiación de más jueces de inmigración.
Muchos legisladores a ambos lados del espectro político o han dicho que lleva demasiado tiempo tomar decisiones en los casos de asilo, lo que significa que los inmigrantes permanecen en el país durante años a la espera de una decisión. Pero ni demócratas ni republicanos han logrado llegar a un acuerdo sobre cómo abordar el tema.
