Dormir bien no es algo de lo que todo el mundo pueda presumir. Muchas personas sufren problemas para conciliar el sueño y además de las rutinas y los horarios, la alimentación también juega un papel esencial en la calidad del descanso.
“Debemos prestar atención a lo que comemos, especialmente en las horas previas a acostarnos. Consumir alimentos ricos en triptófano, como el pavo, el plátano o los frutos secos, puede favorecer la producción de serotonina y melatonina, hormonas clave en la regulación del sueño”, explica Cristina Morillo, nutricionista de Blua de Sanitas.
Además, si en nuestras cenas incluimos cereales integrales, ricos en carbohidratos complejos, también ayudaremos que nuestro descanso nocturno mejore. Por el contrario, si lo que queremos es pasar una buena noche, hay que evitar esencialmente las cenas abundantes y con un alto contenido en grasa.
Cenas para dormir mejor
“Las comidas pesadas suelen causar molestias como acidez o reflujo, dificultando el proceso de conciliación de sueño”, añade Cristina Morillo. También hay que evitar, como suena lógico, el consumo de cualquier producto con cafeína en las horas previas a ir a la cama.
Y si cenamos tarde, sea por la imposibilidad de hacerlo antes, bien por una cuestión de gustos, lo mejor es optar por platos ligeros y de fácil digestión, como cremas de verduras con proteínas magras o sopas.
Así las cosas, los expertos de Sanitas han elaborado un listado con una serie de alimentos que benefician o perjudican la calidad del sueño nocturno:
- Los beneficios de tomar plátano y nueces antes de dormir. “Ambos alimentos son ricos en magnesio y triptófano, nutrientes que ayudan a relajar los músculos y a favorecer la producción de melatonina, la hormona del sueño”.
- Pavo, pollo y pescado blanco para cenar. Todos estos alimentos son fuentes de proteínas, bajas en grasa y ricas en triptófano, lo que las convierte en cenas ideales para inducir el sueño sin causar digestiones pesadas.
- Lácteos naturales, pero sin azúcar. Nuestras abuelas tenían razón en aquello de tomar un vaso de leche tibia antes de dormir. Y es que los lácteos, también el yogur natural, contienen calcio y triptófano, que promueven la relajación y el descanso.
- Evitar el chocolate negro. Sobre este asunto hay mucha confusión entre la población, pero los expertos en nutrición lo tienen claro: debido a su contenido en cafeína y teobromina, estimulantes del sistema nervioso, lo mejor es no tomar chocolate negro antes de dormir.
- Incluir infusiones de manzanilla o valeriana. Gracias a estas plantas, que tienen propiedades relajantes, ayudaremos a calmar el sistema nervioso, favoreciendo un sueño más reparador.