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El desasosiego, como la inquietud, no es una cuestin menor. Tampoco, en sentido estricto, mayor. Pero no conviene pasarlo por alto por la sencilla razn que est ah. Lo est, y eso es lo preocupante, siempre. Pase lo que pase, a poco que uno se despista se le viene a la mente una cita de Pessoa y ya no hay remedio. “Despierto para saber que existo”, deca el portugus, y no queda otra que desasosegarse. O inquietarse, incluso. Con el cine del nico cineasta espaol al que siempre hay que citar con nombre y apellido, Fernando Franco, pasa algo parecido. Uno entra en sus pelculas sin pensar nada ms que en sus cosas. Y ah que ve, como sucede en Subsuelo, a tres adolescentes charlando amigablemente (dos de ellos, amorosamente) al borde de una piscina. Pasa el tiempo, la cmara sigue a los cuerpos sin cambiar de plano y algo empieza a oler a fro (s, fro), como si se nublara, aunque es de noche y no parece que haya ninguna nube. Es verano. Y sigue el plano y con l, la secuencia. Y sigue. Se montan en el coche porque se ha acabado el hielo. Y sigue. Y ms fro. Hasta que, de repente, un accidente lo rompe todo. En sentido literal. Tambin se rompe el majestuoso y perfecto plano-secuencia. Y es entonces, cuando ese fro del que hablbamos se transforma en vaho y se convierte en un glido desasosiego que, en efecto, tambin es inquietud.
Subsuelo adapta la novela del argentino Marcelo Lujn. Nunca antes el director se haba hecho cargo de un relato ajeno. Tanto La herida como Morir y La consagracin de la primavera, sus trabajos anteriores, se sustentaban sobre historias propias y un libro de estilo bastante reconocible: la cmara, siempre detrs de los personajes y siempre ms pendiente del ritmo de los cuerpos que de los azares de la fabulacin. El cine que surge de estas reglas es un cine vivo, conflictivo y pegado a la retina del espectador. Ahora todo cambia para que todo siga igual. Reconoce el director que ha hecho concesiones, que ha utilizado cosas como gras y travellings, y hasta, por fin, ha dado uso a una rara herramienta llamada trpode. Y todo ello sin mentar el sabio empleo de las pantallas de los telfonos mviles para fracturar la realidad, para convertirla en una cueva amenazante que brilla con cada wasap. Es decir, cambian los modos, pero la turbacin sigue ah.
Se cuenta la historia de una familia enfrentada a una mentira que, como todas ellas, lleva a otra y a otra y a otra… Y as hasta que ya no hay manera de distinguir lo cierto de lo monstruoso, la sumisin de la culpa. Los personajes que interpretan Julia Martnez y Diego Garisa son dos hermanos mellizos involucrados en el accidente de antes. A consecuencia del fatal siniestro muere el que pareca novio de la primera. Pero algo no cuadra y eso que no acaba de encajar sirve para que unos sometan a otros, los otros engaen a unos terceros y los terceros sufran el ms profundo de los extravos. Hay algo en todo esto de incestuoso, algo de tab que se quiebra, algo de descomunal desasosiego. “Considero la vida un apeadero donde tengo que esperar hasta que llegue la diligencia del abismo”. Se nos acaba de escapar otra frase de Pessoa.
Si el prrafo anterior resulta confuso es simplemente porque tiene que serlo, porque la vida es confusa y los espilers muy molestos. Pero lo relevante es que Franco, de nombre Fernando, se las arregla para confeccionar un prodigio tan turbador como desasosegante de sos que ya no se llevan, pero que son los que de verdad importan. S, vivimos un tiempo en el que exigimos al cine y a todo que nos consuele, que nos tranquilice y hasta que nos haga sentir ms listos y mejores.
El resultado es una pelcula tensa hasta el lmite mismo de lo asumible, febril, profunda y esclarecedora en su ms ferviente oscuridad. Era otra vez Pessoa el que deca que su errada vida (como la de todos) lloraba en cada gota de lluvia. Ya habamos dicho que el desasosiego es as. Grande o pequeo, nunca se va. Y para demostrarlo, una pelcula tan deslumbrantemente desasosegada y desasosegante como, en efecto, Subsuelo.
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Direccin: Fernando Franco. Intrpretes: Julia Martnez, Diego Garisa, Nacho Snchez. Duracin: 115 minutos. Nacionalidad: Espaa.



