Micaela Santillán Soto vive presa de la angustia desde que se enteró que su hijo Gustavo Daniel Santillán es uno de los 53 migrantes muertos al cruzar la frontera dentro de un tráiler que fue encontrado en San Antonio el pasado lunes 27 de junio.
“Antes de que abordara el tráiler, me dijo que ya había llegado a una bodega y que él tenía mucho miedo de subirse”, confesó Micaela.
Al enterarse de la tragedia, esta madre y su familia se aferraban a la esperanza de que Gustavo Daniel, de 27 años, estuviera entre los sobrevivientes.
“Cuando dijeron que había sobrevivientes pues yo tenía una esperanza de que él estuviera en el hospital, de que fuera un sobreviviente, porque él era muy fuerte, se las ingeniaba para lograr su objetivo”, expresó.
Días después recibieron la noticia que tanto temían.
“Posteriormente nos citaron a oficinas de Relaciones Exteriores para confirmar”, contó.
Espera demasiado larga para esta madre dar el último adiós
En medio del dolor lo único que pide Micaela Santillán es que apuren el proceso para que entreguen el cadáver de su hijo, aunque se les dijo que tardarán más de un mes en hacerlo.
“Yo lo único que les pido que les pido de verdad es terminar con mi angustia y más que nada, que el cuerpo de mi hijo llegue (a su natal México) lo más pronto que se pueda, lo más pronto posible”, suplicó.
Esta semana se espera el arribo a San Antonio de familiares de Gustavo Santillán para reclamar su cuerpo, pues consideran que esperar más de un mes es demasiado tiempo para poder darle el último adiós.