
La licenciada Karina Duré, jefa de nutrición de la Décima Región Sanitaria (XRS), brindó consejos para ayudar a la población a recuperarse en su estado corporal tras el exceso de alimentos durante la Semana Santa. Recomendó practicar una dieta de reparación para proteger la salud tras los días santos. Es importante adoptar una rutina saludable por beneficiar a la calidad de vida, puntualizó.
Es sabido que durante los días santos algunas personas comen desordenadamente y necesitan adoptar una dieta de recuperación de estado corporal. La nutricionista dio recomendaciones para volver al hábito saludable y, principalmente, ayudar a la salud. Comúnmente, la gente excede las porciones de alimentos y requiere volver a la rutina sin consecuencias de malestares estomacales.
“Es muy importante tener en cuenta que después de un exceso de comida hay que adoptar las siguientes recomendaciones: 1. No dejar de comer, sino alimentarse sanamente, que significa incluir alimentos bajos en grasa y nada de frituras ni azúcares simples. 2. Consumir en lo posible proteínas de origen vegetal, como los porotos, las lentejas, los garbanzos y las carnes blancas (pescado, pollo) y en poca cantidad la carne roja y con grasas”, enfatizó la profesional.
“Consumir por lo menos cinco variedades de verduras por día y tres frutas; especialmente en los almuerzos, tres verduras crudas y dos cocidas en la cena. 4. Aumentar el consumo de agua y evitar los jugos de frutas menos azucarados. 5. Es muy importante cumplir las cinco comidas diarias y la cena debe ser antes de las 20:00 para dormir las 8 horas necesarias”, explicó la Lic. Duré.
ENFERMEDADES
Cabe señalar que una mala alimentación produce obesidad y desencadena una serie de enfermedades que genera un estilo de vida incómodo a la población. Por eso es importante seguir las recomendaciones de profesionales de salud que conocen la función corporal. En Alto Paraná se maneja un alto índice de personas que siguen tratamiento por patologías crónicas.
Existe un sinfín de enfermedades causadas por una alimentación no controlada; las más frecuentes son obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, anemia, osteoporosis y algunos tipos de cáncer. Por eso se insiste en la práctica de una dieta saludable, acompañada de actividades físicas, a fin de prevenir de manera temprana los citados padecimientos. También recomiendan acudir junto a profesionales de salud para recibir ayuda en los establecimientos de salud.