La guerra comercial lanzada por EEUU, enfocada sobre todo en China, sigue generando reacciones y el país asiático ha subido este viernes del 84% al 125% los aranceles sobre todos los bienes estadounidenses. Ante esto, el presidente Donald Trump ha advertido a Xi Jinping de que EEUU es “más fuerte” y que las represalias solo perjudicarán a su país, aunque se muestra “optimista” ante la posibilidad de llegar a un acuerdo con Pekín, según ha indicado este viernes la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavit.
Con todo, Leavitt ha recalcado que la tasa del 145% se mantiene: “El presidente ha dejado muy claro que cuando Estados Unidos recibe un golpe contraataca con más fuerza“. “A China no le conviene seguir tomando represalias. Estados Unidos es la economía más fuerte y la mejor del mundo, como lo demuestran los más de 75 países que han pedido a la Administración que llegue inmediatamente a un acuerdo”, ha indicado la portavoz presidencial.
Preguntada sobre la razón por la que socios comerciales de EEUU querrían colaborar en un aislamiento a China, ha apuntado que, aunque son estos los que deben contestar, los teléfonos en Washington “no han parado de sonar”. “Lo han dejado muy claro: necesitan a Estados Unidos. Necesitan nuestros mercados. Necesitan a nuestros consumidores”, ha aseverado.
Leavitt ha insistido que el objetivo de la imposición de aranceles, sobre la que se ha decretado una tregua parcial de 90 días excepto para China, es “renegociar una agenda comercial global” que en su opinión se ha aprovechado de los estadounidenses “durante demasiado tiempo”. Sin embargo, el vaivén arancelario ha provocado caídas en las bolsas y temor a que el país caiga en una recesión. “Va a haber un periodo de transición”, ha reiterado la portavoz en la línea por lo expresado por Trump.
Mientras, China ha avisado de que ignorará futuras tasas de Washington, al considerar que ya no tienen efecto económico. Según el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino, las últimas medidas han dejado sin mercado real a los productos estadounidenses en China, por lo que cualquier incremento adicional será “irrelevante”.
“Estados Unidos ha ignorado el orden económico global que ayudó a construir tras la Segunda Guerra Mundial. Su política comercial acabará convertida en una burla en la historia de la economía mundial“, advierte el texto, que añade que la paciencia de Pekín tiene “límites”.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha apuntado a la posibilidad de tasar a las grandes tecnológicas norteamericanas como parte de las represalias que podrá activar la Unión Europea si fracasan las negociaciones con EEUU para poner fin a la guerra arancelaria lanzada. En la misma línea, el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, ha advertido de que la UE adoptará medidas compensatorias contra EEUU si en la negociación abierta con Washington a no se logran soluciones “constructivas y mutuamente aceptables”.