Washington. El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump anunció este miércoles recortes para acabar con políticas ecológicas de su predecesor demócrata Joe Biden.
Las 31 acciones son parte de lo que el administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Lee Zeldin, llamó “el día más grande y trascendental de desregulación en la historia de Estados Unidos”. Prometió “liberar la energía estadounidense” y “revitalizar la industria automotriz”.
Las regulaciones de Biden debían entrar en vigor a partir del 2032, pero Trump activó el proceso para tumbarlas.
Biden pidió que las plantas de carbón eliminaran casi todas sus emisiones de carbono o se comprometieran a cerrar y que las nuevas plantas de gas de alta capacidad redujeran su emisión de dióxido de carbono en un 90%, pero nada de eso sucederá.
“Los contaminadores corporativos están de celebración hoy porque la EPA de Trump les acaba de dar un pase libre para arrojar contaminación climática ilimitada, sin importar las consecuencias”, opinó Charles Harper, de la ONG Evergreen Action.
El presidente Trump ha puesto en duda el cambio climático y su gobierno ha comenzado a recortar personal en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), vital para los esfuerzos de investigación climática.
Además, volverá a definir qué entra dentro de la ley de agua limpia. El grupo ambiental Earthjustice advirtió de que la nueva administración excluye decenas de millones de acres de humedales y pequeños arroyos que proporcionan agua potable y ayudan a generar turismo.
El nuevo paquete de desregulación también apunta a estándares de emisiones de vehículos que debían entrar en vigor para el 2027.
Matthew Tejada, del Consejo de Defensa de Recursos Naturales, una organización sin fines de lucro, opinó que “la EPA de Trump” lleva “de vuelta a una época de contaminación desenfrenada en toda la nación, dejando a cada estadounidense expuesto a productos químicos tóxicos, aire sucio y agua contaminada”.
Se prevé que el presupuesto de la EPA de Zeldin se reduzca en un 65% y la agencia proceda a despidos masivos.
Eliminación de oficinas de justicia ambiental
La EPA también está dispuesta a eliminar las oficinas de justicia ambiental que abordan la contaminación en comunidades de bajos ingresos.
“El presidente Trump quiere que ayudemos a inaugurar una era dorada en Estados Unidos, que sea para todos los estadounidenses, sin importar su raza, género o antecedentes”, dijo Zeldin a periodistas.
La medida, que afectará a las 10 oficinas regionales y la sede central de la agencia, fue reportada inicialmente por el diario The New York Times y confirmada este miércoles por el director de la EPA.
“El problema es que, en nombre de la justicia ambiental, se ha enviado una fortuna a grupos activistas de izquierda”, declaró Zeldin a la prensa.
Los grupos ambientalistas reaccionaron con indignación. “El presidente Trump y sus aliados no se preocupan por el bienestar de los estadounidenses y solo se preocupan por proteger las ganancias de quienes contaminan”, declaró Chitra Kumar, de la Unión de Científicos Preocupados.
“Esta abominable medida dejará a quienes viven, trabajan, estudian y se divierten cerca de industrias contaminantes, tráfico que genera smog y vías fluviales y suelos contaminados, con escaso apoyo de la misma agencia de la que dependen para hacer cumplir la ley”, señaló.
Biden, antecesor de Trump, hizo de la justicia ambiental un pilar central de su “agenda verde”.
Su iniciativa Justice40, revocada posteriormente por Trump, pretendía destinar el 40 % de las inversiones federales en asuntos de protección del clima, en energía limpia y vivienda asequible a comunidades históricamente marginadas.
La Ley de Reducción de la Inflación, la ley de tono climático emblemática de Biden, asignó $3.000 millones a la Oficina de Justicia Ambiental y Derechos Civiles Externos, establecida durante el mandato del expresidente republicano George H.W. Bush, en 1992.
La medida de la EPA anunciada por Zeldin el lunes indica que recortaría 400 subvenciones por un total de $1.700 millones, relacionadas con iniciativas de justicia ambiental.
La semana pasada, el Departamento de Justicia de Trump también anunció que retiraría una demanda en nombre de la EPA contra Denka Performance Elastomer por la actividad de su planta de fabricación de neopreno en LaPlace, Luisiana.