CHESAPEAKE, Virginia.- La Policía de Chesapeake, Virginia, reveló la identidad del adolescente de 16 años que fue asesinado en el tiroteo del pasado martes en una sucursal de la cadena de supermercados Walmart como Fernando Chávez Barrón, residente de la ciudad.
Con esto, se conocen ya las identidades de las seis personas fallecidas en aquel incidente, donde Andre Bing, un supervisor del establecimiento, abrió fuego contra una docena de compañeros antes de quitarse la vida.
Las cinco víctimas mortales mayores de edad son Lorenzo Gamble (43 años), Brian Pendleton (38), Kellie Pyle (52), Randall Blevins (70) y Tyneka Johnson (22).
Encuentran nota de muerte del sospechoso
El atacante escribió una nota de muerte en su teléfono celular antes del tiroteo, revelaron funcionarios de la ciudad de Chesapeake.
En ella, el sospechoso dijo sentirse acosado por sus compañeros de trabajo y que su “verdadera intención nunca fue asesinar a nadie”.
La Policía también reveló que la pistola de 9 milímetros que utilizó fue comprada el mismo día del tiroteo en una tienda de forma legal.
También se recuperó una caja de municiones en la casa del pistolero, quien no tenía antecedentes penales.
Dos de las seis personas heridas permanecen en el hospital, una en estado crítico y la otra, estable.
El tiroteo de Chesapeake
El martes 22 de noviembre a las 10:12 pm, el sistema de emergencias 911 recibió el reporte de un tiroteo en la sucursal de Walmart de Sam’s Circle, en Chesapeake, Virginia.
Dos minutos después arribaron los primeros agentes. El saldo fue de seis personas muertas, seis heridas y el atacante que se quitó la vida en el lugar.
El tiroteo se desató en la sala de descanso de los empleados. Las autoridades hallaron a tres víctimas mortales en ese lugar, una más afuera de la tienda y los últimos dos murieron en hospitales.
El atacante fue identificado como un empleado del establecimiento desde 2010, con rol de supervisor hasta el momento de su muerte.
Supervisor hostil, con “problemas de ira” y sin vida social
Dos días después del ataque, la policía seguía tratando de determinar el motivo, mientras que los antiguos compañeros de trabajo se esforzaban por dar sentido a la matanza en Chesapeake, una ciudad de unos 250,000 habitantes cerca de la costa de Virginia.
Algunos de los que trabajaron con el pistolero de 31 años, dijeron que tenía fama de ser un supervisor agresivo, si no hostil, que una vez admitió tener “problemas de ira”. Pero también era capaz de hacer reír a la gente y parecía estar lidiando con las típicas tensiones en el trabajo.
“No creo que tuviera mucha gente en la que apoyarse en su vida personal”, dijo Nathan Sinclair, que trabajó en el Walmart durante casi un año antes de dejarlo a principios de este mes.
“Decíamos ‘el trabajo está consumiendo mi vida’. Y (Bing) decía: ‘Sí, de todas formas no tengo vida social’“, recordó Sinclair el jueves.
Sinclair dijo que él y el pistolero no se llevaban bien. El atacante era conocido por ser “verbalmente hostil” con los empleados y no era especialmente querido, agregó. Pero hubo momentos en los que se burlaron del atacante y no necesariamente lo trataron con justicia, agregó.