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¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?

Autor: El Rancaguino

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  • 09:19 GMT-03

A diferencia de otras celebraciones cristianas como la Navidad, que se conmemora regularmente el 25 de diciembre, la fecha de la Semana Santa cambia anualmente y es normal mirar el calendario para tener certeza sobre los días en que caerá.

Lo anterior se debe a que el año litúrgico no se ciñe estrictamente al año calendario, sino que varía de acuerdo con el ciclo lunar. El calendario lunar, que dura aproximadamente 28 días, se basa en el periodo que pasa entre dos fases iguales de este cuerpo celeste, como la luna llena o la menguante; y en épocas ancestrales era el método más efectivo para medir diversos eventos de la naturaleza.

Cuenta la historia, que la noche en la que el pueblo judío salió de Egipto, había luna llena y eso les permitió prescindir de las lámparas para que no les descubrieran los soldados del faraón.

Los judíos celebran este acontecimiento cada año en la pascua judía o «Pesaj», que siempre concuerda con una noche de luna llena, en recuerdo de los israelitas que huyeron de Egipto pasando por el Mar Rojo.

Por lo tanto, podemos estar seguros, de que el primer Jueves Santo de la historia, cuando Jesús celebraba la Pascua judía con sus discípulos, era una noche de luna llena. Así la Semana Santa se celebra el domingo siguiente a la primera luna llena del equinocio de primavera (hemisferio norte), cayendo entre el 22 de marzo y el 25 de abril.

CALENDARIO CRISTIANO

Todo el calendario cristiano tiene su origen en la Resurrección de Jesús. Tanto es así que durante los tres primeros siglos del cristianismo la única fiesta que realmente se celebraba era la Pascua de Resurrección (la gloriosa resurrección de Cristo), y en menor medida Pentecostés (el descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles). Con el paso del tiempo ese acontecimiento fundante de la Resurrección se fue ampliando alrededor de la Semana Santa, así apareció el domingo (la palabra domingo significa «El día del Señor»). Cada domingo es la celebración semanal del misterio pascual de la Resurrección de Cristo. Podemos decir que cada domingo es una mini-Pascua de Resurrección. De la misma manera se fue creando un calendario de fiestas cristianas donde podemos celebrar los distintos momentos de la vida de Jesús y de los santos y santas, pero todo el calendario litúrgico tuvo su origen en la fiesta de la Pascua de Resurrección de Jesús.

En el Concilio de Nicea (año 325) se promulgó que la Pascua cristiana (la Resurrección de Cristo) se celebraría «el primer domingo después de la primera luna llena durante o después del equinoccio vernal». Los concilios, que se estima se celebran desde el año 50 D.C, se han establecido como asambleas celebradas por la Iglesia católica en los que se convoca a los obispos para discutir doctrinas y prácticas, para luego proclamarlas. Durante el Concilio de Arlés (314 d.C.), se había ordenado que la Pascua se celebrara en todos los lugares durante el mismo día. Once años más tarde en el Concilio de Nicea se estableció que esta fecha iba a estar marcada por la Luna, más exactamente por la Luna llena o plenilunio. El Domingo de Resurrección sería entonces el domingo siguiente a la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera boreal, es decir la primera Luna llena primaveral en el hemisferio norte.

El equinoccio ocurre cuando el eje de la Tierra se ubica de tal forma que ambos polos terrestres están a la misma distancia del Sol, lo que hace que día y noche tengan la misma duración. En el caso del equinoccio de primavera, en el hemisferio norte terrestre su fecha puede variar entre el 20 y el 22 de marzo.

La enorme importancia que tenía para los cristianos la Pascua como festividad de la Resurrección de Jesús, les llevó a creer que dicha celebración no podía llevarse a cabo sin cierta preparación espiritual. Pensaban nuestros primeros hermanos que debían acondicionar sus almas durante algunos días de ayuno, penitencia y oración. Esto sería lo que posteriormente se llamaría Cuaresma.

Ayuno en Semana Santa: ¿De dónde viene? ¿Es saludable?

  • 10:46 GMT-03

Es común oír de parte de quienes son más creyentes la palabra ‘ayuno’ durante estas fechas. Lo cierto es que, en términos generales, es difícil identificar el comienzo de esta tradición. Sin embargo, se trata de una costumbre de larga data. Existe evidencia de que ya en la antigua Grecia era una práctica que se llevaba a cabo. En Sudamérica, en tanto, algunas tribus precolombinas también se privaban de algunos alimentos con el objetivo de ofrecer aquel sacrificio a los dioses.

En la actualidad el ayuno se encuentra presente en buena parte de las religiones. En el islam, durante el Ramadán, que dura entre 29 y 30 días, los creyentes eviten beber y comer durante el día. También se abstienen de fumar y tener relaciones sexuales. Una vez que el sol se pone, el ayuno concluye. Los niños, las mujeres embarazadas, las mujeres que amamantan y algunos deportistas de alto rendimiento, quedan exentos de llevar a cabo el ayuno.

Para el judaísmo, que tiene varias festividades religiosas en las que se aplica el ayuno, la más importante es el día del perdón. Durante esa jornada los judíos ayunan durante 24 horas. Se abstienen, por tanto, de comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales. También está prohibido manejar, trabajar o maquillarse. Durante ese día solo funcionan los servicios de emergencia, mientras que los más creyentes pueden pasar el día completo en la sinagoga.

El hinduismo y el budismo también cuentan con prácticas de ayuno.

¿Y el cristianismo?

Para los cristianos el ayuno tiene sus raíces en la Biblia. ´ ¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes? Si así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad’ se puede leer en Isaías 58: 7-11. También está relacionado a los 40 días que Jesús pasó en el desierto, durante los cuales rezó, ayunó y fue tentado; su espíritu se habría fortalecido una vez vivida esta experiencia; y con la prohibición a Adán y Eva de comer la manzana.

¿Pero cuál es el significado actual?

La iglesia ha practicado el ayuno desde el siglo IV. Según ACI, se trata de una forma de ayudar a la oración y purificar el cuerpo y consiste, más bien, no en la prohibición de comer, sino que en limitar los platos a uno al día.

Cuidado con los ayunos falsos

El ayuno eclesiástico que cumplen los católicos en Semana Santa y que implica abstenerse de comer carne, consumir únicamente líquidos o hacer una comida al día, permitiendo lacticinios (lácteos), huevos y productos de grasa animal, puede ser beneficioso para el cuerpo si se efectúa adecuadamente, según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Algunos de los beneficios del ayuno consisten en propiciar el proceso de eliminación de toxinas y la depuración orgánica y en ayudar al sistema linfático, el intestino, el hígado y los riñones a realizar mejor sus funciones, según los expertos del Instituto (https://imeoobesidad.com) .

Sin embargo, «el ayuno en su versión estricta (a base de líquidos) o moderada (realizando una sola comida al día, siendo el resto dieta líquida) no se puede tomar a la ligera y requiere de ciertos conocimientos nutricionales», explica el dietista y experto en nutrición Rubén Bravo, portavoz del Instituto.

En concreto, debe asegurar un aporte calórico mínimo razonable, que debería ser de entre 1.000 y 1.100 kilocalorías (Kcal) diarias, a base de proteínas, grasas saludables, fructosa, vitaminas y minerales, evitando prolongar el ayuno durante más de 48 horas, según Bravo.

En este sentido, ayunar «es desaconsejado para las personas con salud más frágil, embarazadas, lactantes, menores de edad y  mayores de 65 años, por el riesgo de provocar deshidratación, desórdenes metabólicos o síntomas de debilidad», advierte.

Por otro lado, los especialistas del IMEO observan que en la práctica existe un tipo de ‘ayuno falso’ que normalmente consiste en no comer carne a lo largo del día, pero en cambio ingerir una abundante cantidad de otros manjares, como platos con bacalao o potaje de garbanzos, así como buñuelos y torrijas (también llamada torreja o tostada francesa), entre otras recetas.

«En el contexto de los excesos gastronómicos que por tradición acompañan la Semana Santa, existe el riesgo de consumir casi el doble de calorías en una sola semana, lo que puede contribuir a un aumento de peso de entre 1 y 2 kilos», según explican.

En este caso «el problema no es solo la elevada ingestión calórica, sino también que una gran parte de ese exceso de calorías ingeridas procede de azúcares, harinas refinadas, mantequillas y alcohol, por lo que el peso que habremos ganado habrá sido en forma de grasa prácticamente en su totalidad», argumenta Bravo.

EL «FALSO» AYUNO.

Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO señala que un ‘falso ayuno’ se parece más a una ‘fiesta gastronómica’ que a un ayuno estricto o moderado, los cuales podrían ser saludables sin influir en el aumento del peso corporal.

Este tipo de práctica se centra en recetas de la cocina tradicional muy elaboradas, que incluyen primero y segundo platos y postre, las cuales implican un elevado aporte calórico, aunque la carne “brille por su ausencia” en esos platos, según Escalada.

Pero “el hecho de no introducir carne en nuestro menú no significa obligatoriamente que estemos tomando una comida más ligera; además a veces el ayuno se malinterpreta como una manera de ‘hacer dieta’ tras unos días de excesos gastronómicos y celebraciones”, según Escalada.

CLAVES PARA NO EXCEDERSE EN LAS COMIDAS.

Para disfrutar de la gastronomía manteniendo la moderación, el equipo de nutricionistas del Instituto recomienda…

… Hacer cinco comidas al día (Comer con más frecuencia, pero menos cantidades nos ayuda a elegir mejor lo que comemos, así como evitar caer en los atracones de comida, la pesadez estomacal y una ingestión calórica excesiva).

… Optar por recetas caseras (Así sabremos lo que estamos comiendo y también podremos reducir las calorías, sustituyendo los alimentos poco saludables por otros mejores en términos nutricionales).

…Planificar los menús (Saber de antemano qué vamos a comer cada día nos ayuda a calcular las raciones y evitar que sobre comida. También es recomendable evitar servirnos la comida en platos muy grandes o hacer sobremesas sin retirar la comida).

…Reducir el consumo de alcohol y refrescos (Cada gramo de alcohol aporta 7 Kcal. Lo ideal es reducir su consumo, optando por bebidas de baja graduación como el vino tinto y evitando las ‘copas digestivas’ después de la comida. El agua es la mejor opción, ya que los refrescos contienen mucho azúcar y aditivos, además de gases que dificultan la digestión).

Vivamos como cristianos esta Semana Santa

Obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto
  • 08:24 GMT-03

Muy queridos hermanos y hermanas:

Han llegado ya estos días santos para los cuales nos hemos preparado durante toda la Cuaresma. Ha llegado, entonces, la Semana Santa y, es así, como este domingo vamos a participar en todas nuestras parroquias y capillas de la hermosa celebración del Domingo de Ramos.

Vamos como familia, en espíritu alegre, a aclamar a Cristo con nuestros ramos, pero sobre todo con nuestro corazón y a manifestarle al Señor que queremos glorificarlo siempre con toda nuestra vida.

En ese espíritu gozoso, en ese espíritu alegre, sintiéndonos Iglesia, contentos de ser católicos, participemos de este Domingo de Ramos, que nos abre la puerta de entrada a toda la Semana Santa.

Hablamos de Semana Santa, no hablamos sólo de unos días santos, sino de toda una semana.

Y por eso quiero invitarte a que luego de celebrar el Domingo de Ramos, los días lunes, martes y miércoles, nos mantengamos bajo la mirada del Señor.

Vivamos estos días en espíritu de oración, de más lectura de la Palabra de Dios, quizás de ir a la Santa Misa y de aprovechar de confesarnos.

Como obispo, estaré en la Catedral todos los días de esta Semana Santa, de lunes a sábado, desde las 9 de la mañana hasta las 13 horas, para atender en confesión a todos aquellos que quieran preparar su corazón para vivir la Pascua con el corazón renovado y santificado por la gracia de Dios.

Así, llegará el momento de comenzar a celebrar el Triduo Santo. Al caer la tarde del jueves, los cristianos iremos a nuestras iglesias, iremos a la misa de la Cena del Señor y vamos, entonces, a celebrar ese misterio grande del amor de Dios, ese misterio de este Dios que se arrodilla ante el hombre, que le lava sus pies, de este Dios que -en esa noche- se queda con nosotros en el Sacramento de la Eucaristía e instituye el ministerio del sacerdocio.

El día de la Cena del Señor, es el día del amor fraterno, cuando nos congregarnos como creyentes junto al altar para participar de esa cena, donde Jesús se nos da como alimento. Y, luego de la misa, en nuestras parroquias y en nuestras capillas, nos quedaremos también un rato a orar. Habrá turnos de oración para acompañar a Cristo en ese altar, que se prepara en cada una de nuestras iglesias para la Reserva del Santísimo Sacramento y donde queremos acompañar a Jesús en oración.

Llegará el día viernes, Viernes Santo, que es día de ayuno y de abstinencia para todos los creyentes. Sobre todo, es un día para mirar más a Cristo, para contemplar a este Cristo en la cruz, a este Cristo que nos ha amado hasta el extremo y que por nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo y se ofreció ahí, en el altar de la cruz, para nuestra redención.

Vivamos ese día, entonces, participando de los oficios, estemos muy atentos a los horarios en nuestras parroquias y capillas, para participar de la liturgia de la Pasión del Señor y por la tarde-noche participar del Vía Crucis.

El Sábado Santo acompañemos a la Virgen en esta espera, llena de fe, a que el Señor cumpla su palabra. Mantengamos ese espíritu de oración y de tranquilidad. Sí, realicemos nuestras tareas, pero no olvidemos que son días especiales, días de mayor oración, días de un poco de quietud para contemplar y dejarnos llenar del amor y de la misericordia de Dios.

Al caer la noche del sábado, los cristianos vamos a la iglesia y vamos también -en un espíritu de gran esperanza y de gozo- a celebrar el misterio grande de la Resurrección del Señor, a participar de la Vigilia Pascual. Esta es una hermosa celebración del Pueblo creyente que aclama a este Cristo, luz del mundo que vence las tinieblas, el pecado y la muerte, que resucita glorioso y que nos invita también a nosotros a levantarnos ya de las postraciones en las cuales tantas veces estamos caídos y nos muestra ese camino hacia el cual tenemos que aspirar, que es esa vida nueva, eterna y gloriosa que el Señor nos ha ganado.

Llegará el domingo, el domingo más glorioso del año, el Domingo de la Resurrección del Señor, y si no hemos ido a la misa de la Vigilia Pascual, procuremos entonces el domingo vivir este día en una alegría que se note también. Hagamos que haya algo especial en el compartir de la familia, quizá al almuerzo, o quizá en ese encuentro familiar, en ese participar de la alegría de los niños que van a buscar los huevitos de pascua. Pero no nos quedemos solo en eso, sino que llevemos a los niños también a encontrarse con Jesús, con ese Jesús que es nuestra alegría y nuestra esperanza. Por Él estamos contentos y por eso nos reunimos como familia, vamos a la iglesia, y también comemos huevitos de chocolate.

Que vivamos como cristianos esta Semana Santa y que invitemos a otros también a que puedan entrar en este ambiente de contemplar a un Dios que nos ha amado hasta el extremo, a un Dios que nos recuerda que somos valiosos a sus ojos y por eso Él nos ha buscado y nos regala redención.

¡Vivamos Semana Santa, que sean días de gran bendición!

+Guillermo Vera Soto

Obispo de Rancagua

Iglesias cristianas en Tierra Santa

Iglesia del Santo Sepulcro (Jerusalén, Israel). Foto de Promotourist.
  • 07:59 GMT-03

La iglesia de las Bienaventuranzas, la de la Multiplicación de los Panes y los Peces o la del Santo Sepulcro son algunos de los templos cristianos más emblemáticos situados en los Santos Lugares donde vivió y predicó Jesús de Nazaret, localizados en Israel.

Las iglesias que existen en Tierra Santa, la zona geográfica donde se desarrollaron escenas bíblicas del Antiguo y Nuevo Testamentos y que comprende territorios de Israel y Palestina, “es un verdadero mosaico”, según la publicación Aleteia (https://es.aleteia.org), cuya actividad se desarrolla en línea con el magisterio del Papa Francisco y la Secretaría para la Comunicación de la Santa Sede.

“Como escenario de los acontecimientos más trascendentales de la historia sagrada, la tierra de Israel se distingue por su rica tradición cristiana. Un gran número de lugares fueron santificados en la memoria histórica y religiosa, y más tarde usándolos como lugares sagrados de peregrinación”, destaca.

Las Iglesias: católica romana; católica oriental (griega, maronita armenia y siria); ortodoxa orientales (rusa, rumana y no calcedónicas); Armenia ortodoxa y Armenia en Jerusalén; ortodoxos (coptos, sirios y de Etiopía) y protestantes, son algunas de las numerosas confesiones representativas del cristianismo en Oriente Medio, según esta misma fuente.

Por devoción religiosa o para admirar su majestuosidad arquitectónica, las iglesias son una parada casi obligada en cualquier viaje a Israel, un país impregnado de una gran espiritualidad presente en cada kilómetro, señalan desde la Oficina Nacional Israelí de Turismo (ONIT). 

En este país existe un sinfín de iglesias para visitar, la mayoría cautivadoras, recalcan desde la ONIT (https://es.goisrael.com), que describe a continuación seis de las iglesias más emblemáticas de la zona, que destacan por su belleza, historia o grandeza arquitectónica.

Iglesia de las Bienaventuranzas (Tabgha, Israel).

Iglesia de las Bienaventuranzas (Tabgha, Israel). Foto de Promotourist.

Se encuentra en la cima del Monte de la Bienaventuranzas, en Galilea, se construyó entre 1936 y 1938  y tiene un diseño de planta octogonal, construida en un estilo neobizantino.

Contiene ocho lados que representan las ocho bienaventuranzas y está rodeada de un gran jardín. Se encuentra repleta de columnas que sobresalen por encima y contiene tres altares para orar. Además, es un enclave importante de la historia del cristianismo.

Allí, Jesús proclamó el Sermón de la Montaña donde, según reflejan los evangelistas Mateo y Lucas, pronunció aquellas palabras de: ‘’Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos’’, entre otras frases muy conocidas.

Iglesia de la Multiplicación de los Panes y los Peces (Tabgha, Israel).

Iglesia de la Multiplicación de los Panes y los Peces (Tabgha, Israel). Foto de Promotourist.

Situada en el Tabgha, a orillas del mar de Galilea, es una construcción moderna del 1980, diseñada por los arquitectos alemanes Anton Colonia Georgen y Baumann.

Llena de piedras blancas brillantes procedentes de las canteras del Tayibe, destaca en el altar una enorme piedra para que el peregrino pueda admirarla donde, justamente, fue el lugar en que se supone que Jesús multiplicó los panes y los peces para sus seguidores.

Destacan también las fuentes bautismales que hay en la entrada, los frisos situados en el ábside y los cimientos del templo antiguo que aún están presentes.

Iglesia de San Pedro (Cafarnaún, Israel).

Iglesia de San Pedro (Cafarnaún, Israel). Foto de Berthold Werner-Wikimedia Commons.

Ubicada en Cafarnaúm, en el norte de Israel, esta iglesia fue construida por los bizantinos en el siglo V y reconstruida en 1990 como iglesia octogonal, con sus correspondientes ocho pilares. (No hay que confundirla con la Iglesia de San Pedro, en Jaffa, Tel Aviv)

Este templo de peregrinación dedicado a San Pedro, está considerado por algunos especialistas, como la primera iglesia católica del mundo, ya que en ese lugar se cree que se encontraba la casa del apóstol.

En el pórtico se pueden ver filas de círculos contiguos y cruces y en el exterior del octógono hay varios mosaicos que representan la flora y fauna de la zona.

Iglesia de San Gabriel (Nazaret, Israel).

Iglesia de San Gabriel (Nazaret, Israel). Foto de Promotourist.

Situada en Nazaret es considerada por algunos como la cuna de la cristiandad. En los terrenos que ocupa esta iglesia fue donde anunció a María el arcángel Gabriel que iba a concebir a un hijo del Espíritu Santo y el lugar donde Jesús pasó su infancia y juventud.

Es la iglesia más grande de Oriente Medio, donde destaca su colorido en las paredes interiores y por erigirse sobre un manantial subterráneo, lugar donde se produjo la Anunciación.

Iglesia del Santo Sepulcro (Jerusalén, Israel).

Iglesia del Santo Sepulcro (Jerusalén, Israel). Foto de Promotourist.

Asentada en la ciudad vieja de Jerusalén está la iglesia de la Resurrección, catalogada como el lugar más sagrado del cristianismo y el más importante para la peregrinación cristiana desde el siglo XIV.

Ubicada en el lugar donde Jesús fue crucificado, concretamente en el Gólgota, y donde se conserva la tumba vacía de la que resucitó. Solo por esto, su importancia hace que la visita sea innegociable.

Catedral de Santiago (Jerusalén, Israel).

Catedral de Santiago (Jerusalén, Israel). Foto de Promotourist.

Enclavada en la ciudad vieja de Jerusalén, más concretamente en el barrio armenio, está ubicada la catedral de Santiago, una de las pocas iglesias que sobreviven desde la época de los cruzados.

Mantiene la misma estructura, en un gran estado de conservación, incluido el recinto amurallado, las capillas doradas y las pinturas religiosas que hay en el interior.

Está dedicada a Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo y hermano de San Juan el Evangelista, además de a Santiago el Menor.

Como anécdota, la famosa modelo y empresaria Kim Kardashian, estadounidense de origen armenio, por parte de padre, bautizó en 2015 a su hija, North, en esta catedral armenia del siglo XII. “Aquí es donde María lavó a Jesús tras su muerte en la cruz”, compartió la famosa en su cuenta de Instagram.

La historia desconocida de Jesús

Imagen representativa de Cristo en la cruz. Foto: Christoph Schmid en Unsplash.
  • 06:07 GMT-03

La Biblia y su segunda parte, el Nuevo Testamento, que relata la vida, ministerio, crucifixión y resurrección de Jesucristo, y es considerado como un registro de la existencia, obra y de las enseñanzas del Salvador, encabeza la lista de los libros más leídos de la historia, según los especialistas en cultura religiosa.

“Todo el mundo tiene una opinión sobre varios de los personajes que aparecen en sus páginas, empezando por Jesús de Nazaret”, explica José María Ribas Alba, doctor en Derecho y profesor titular de Derecho Romano en la Universidad de Sevilla.

Películas, series, novelas históricas (a veces hábilmente camufladas y aceptadas por seguidores entusiastas como historia “de verdad”) y documentales, en los que suele brillar una fértil imaginación, explotan el enorme interés que despiertan los asuntos bíblicos y, en especial, los que conciernen a la figura de Jesús de Nazaret, señala.

Según Ribas, “los temas bíblicos encuentran un público amplio e interesado, siempre atento a los últimos descubrimientos; mucho mejor si hay por medio algún “escándalo” de reciente aparición (y que al final resulta que no era tan nuevo o no era tan escandaloso)”.

Pero ¿realmente conocemos todo lo que se cuenta en el Nuevo Testamento como creemos conocer?, invita a reflexionar.

El doctor Ribas, con una dilatada trayectoria investigadora, ha emprendido un viaje a través de los entresijos de “la verdadera historia de los Evangelios”, desvelando asuntos que sorprenden, no solo por ser desconocidos, sino porque la interpretación que  propone este investigador sobre los acontecimientos se aleja de los planteamientos habituales.

Este especialista también ha investigado el proceso o juicio político-religioso que condujo a Jesús de Nazaret, un profeta judío, a su trágico final en la Cruz en torno al año 30 d.C.,  y que “supuso un nuevo comienzo de la historia de la humanidad y el inicio de unas formas religiosas y culturales que llegan hasta nuestros días”, según Ribas.

Ribas es uno de los mayores expertos internacionales en el proceso a Jesús, al que este autor considera como “el más relevante procesamiento de los que conoce la historia del derecho”.

Muchos de los hechos investigados por Ribas, y que expone en sus libros ‘Historia desconocida del Nuevo Testamento’ y ‘Proceso a Jesús, desvelan enfoques referidos a Jesús de Nazaret, llamativos, pero rigurosamente documentados y fundamentados.

EL JESÚS HISTÓRICO.

Consultado por EFE sobre si Jesús de Nazaret puede ser considerado como un mito o como un personaje histórico, el doctor Ribas señala que Jesús “es con absoluta seguridad una persona que vivió en los primeros decenios del siglo I d.C. (después de Cristo)”.

“Casi podríamos señalar que a estas alturas lo que sigue persistiendo como un mito es la negación de esta realidad histórica de la existencia de Jesús de Nazaret”, defiende.

Además de las fuentes cristianas y no cristianas que aseguran la historicidad de Jesús, con el mismo nivel de certeza que muchos otros personajes del mismo tiempo, “los datos históricos que suministran los escritos del Nuevo Testamento demuestran gran solidez cuando se comparan con la información sobre lugares, personas, acontecimientos e instituciones conocidos por otras fuentes”, recalca.

FECHA DE NACIMIENTO.

Respecto de las fechas del nacimiento y la muerte de Jesús de Nazaret, Ribas Alba señala que “con las noticias de las fuentes disponibles y los resultados de la investigación astronómica se van perfilando hipótesis cada vez mejor fundadas”.

Respecto al nacimiento, este investigador sigue “con algún ajuste menor”, la investigación de José Agustín Arregui, que lo sitúa en un día concreto: el 17 de junio del 2 a.C. (antes de Cristo).

La fecha propuesta en la hipótesis de Arregui “es razonable, compatible con el conjunto de datos que manejamos, pero no pretende zanjar el problema de modo definitivo”, puntualiza.

FECHA DE FALLECIMIENTO.

“Mucho más potente es la hipótesis que se plantea para la muerte del Crucificado: el 3 de abril del año 33 d.C.”, según este especialista.

“Sabemos que Poncio Pilato gobernó como prefecto la provincia de Judea entre los años 26 y 36 d.C. . Sabemos también que Jesús empezó su predicación en torno al año 30”, prosigue.

Según Ribas, “se trata de buscar una fecha que corresponda al 15 de Nisán (luna llena) y que coincida con un viernes. Todo esto, contado de manera simplificada, lleva a la fecha propuesta”.

EL OTRO JESÚS.

El investigador describe algunos hechos, aspectos o situaciones sobre Jesús de Nazaret, que pueden resultar sorprendentes, por ser desconocidos o alejarse de los planteamientos habituales.

Explica que “es poco conocido que disponemos de datos significativos sobre un proceso penal muy parecido en sus líneas fundamentales al de Jesús de Nazaret. El que sufrió otro Jesús, Jesús, hijo de Ananías (un sumo sacerdote judío)”.

“La fuente histórica que recoge este hecho, Flavio Josefo, indica el año sin lugar a dudas (cuatro años antes de la Guerra), el 62 d.C. Ocurrió durante la fiesta de los Tabernáculos”, indica.

“Este Jesús, inspirado proféticamente, anunciaba a voz en grito el fin del Templo (cosa que efectivamente ocurrió en el 70 d.C.). Las autoridades judías, alarmadas, lo condujeron al gobernador romano, con el evidente propósito de que se le aplicara la pena de muerte” explica Ribas.

“En este caso, el acusado sufrió la flagelación romana, pero el gobernador, Albino, entendió que no estaba en uso de sus facultades mentales y decretó su libertad”, puntualiza.

EL PROCESO PENAL.

Por otra parte, según este investigador “está muy extendido el planteamiento de que el proceso judío que sufrió Jesús de Nazaret estuvo plagado de irregularidades”, pero en su opinión, “desde el punto de vista del procedimiento, los trámites fueron con arreglo a Derecho”, es decir acorde a la normativa penal vigente en época de Jesús.

Para Ribas, “lo verdaderamente sorprendente es que Jesús de Nazaret, a diferencia de otros personajes con pretensiones mesiánicas, fuera procesado”.

“En el resto de los casos que conocemos –por ejemplo, los episodios de Judas el Galileo o de Teudas– la reacción fue de tipo militar, sin contemplaciones, con la intención de eliminar físicamente a los implicados. Jesús no fue tratado como un revolucionario, sino como un heterodoxo maestro de la Ley”, concluye.

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