Joe Biden se ha dado este jueves un selecto baño de multitudes como candidato a la reelección en noviembre. Acompañado por sus predecesores demócratas en la Casa Blanca Bil Cllinton y Barack Obama, el actual presidente de EE UU es el gran protagonista de un acto de recaudación de fondos en Nueva York con hechuras de superproducción de Hollywood. Una cifra récord de recaudación, 25 millones de dólares según su campaña, más que todo lo recaudado por su rival republicano, Donald Trump, en el mes de febrero. Un espectáculo de masas, para miles de personas y celebrado en el histórico Radio City Hall de Manhattan, pero limitado a quienes estuvieran dispuestos a pagar 225 dólares por la entrada más barata. Con actuaciones musicales, tarifas premium para hacerse una foto con los tres mandatarios o, en fin, una fiesta posterior con la primera dama, Jill Biden, de anfitriona, para un exclusivo grupo de 500 invitados. El otro gran espectáculo estadounidense, el que generan unas elecciones, nunca defrauda.
Tres décadas de liderazgo demócrata se han dado cita este jueves en el histórico local de la Sexta Avenida de Manhattan, en un día empapado por la lluvia. Que Nueva York es una ciudad demócrata hasta la médula es bien sabido: Biden ya hizo triplete en febrero con tres actos de recaudación en un solo día, que paralizaron Manhattan por los cortes de tráfico de la caravana presidencial, pero, a diferencia del evento de hoy, aquellos se celebraron en las residencias particulares de grandes donantes. Cifras al margen -los 25 millones de recaudación son un récord en un evento político, según la campaña del actual mandatario-, lo más significativo del acto ha sido la presencia de Obama y Clinton junto a Biden. Ello demuestra que los demócratas han activado el botón de pánico a siete meses de las elecciones presidenciales por la ventaja que el candidato republicano, Donald Trump, saca en muchos sondeos. También, según las encuestas, en los seis estados bisagra o basculantes, en los que un puñado de votos puede decidir la suerte de la votación.
La cifra de 25 millones de dólares recaudados según la campaña en el acto de Nueva York incluye el dinero de los simpatizantes que entregaron efectivo en las semanas previas para asegurar su asistencia. La recaudación, que supera en cinco millones de dólares el total obtenido por Trump a lo largo del mes de febrero, connota un importante respaldo demócrata a Biden ante encuestas persistentemente bajas. Justo el panorama contrario al de su rival, Trump, al alza en los sondeos y a la zaga del demócrata en recaudación, y cuyos gastos legales, de unos 100 millones de dólares, han drenado buena parte de lo cosechado por sus comités de campaña.
Pero Trump ya demostró con su victoria de 2016 sobre la demócrata Hillary Clinton que no necesitaba recaudar una mayor cantidad de dinero para hacerse con la presidencia. Aunque Biden tenía 155 millones de dólares en efectivo a finales de febrero, frente a los 37 millones de Trump y su comité de acción política Save America, la reciente entrada en campaña de Obama, que hoy ha viajado con Biden desde Washington a bordo del Air Force One, el avión presidencial, indica que la inquietud en las filas demócratas va camino de convertirse en pánico. Clinton se unió a ellos en Nueva York.
El acto en la histórica sala de conciertos de la Sexta Avenida de Manhattan, ante la que se congregó un nutrido grupo de manifestantes en demanda de un alto el fuego en Gaza –una constante en todas las salidas públicas de Biden-, es un golpe de efecto, casi psicológico, para remontar el desánimo demócrata ante los sondeos, y pone el broche de oro a una frenética serie de viajes de la campaña presidencial en las últimas tres semanas, las transcurridas desde que su discurso sobre el Estado de la Unión diera el pistoletazo de salida de la carrera electoral y tranquilizara a los demócratas por la energía manifestada en su alocución. Biden ha visitado en este lapso varios campos de batalla electoral, muy en especial circunscripciones disputadas en los Estados del medio Oeste que en 2016 votaron a Trump y en 2020 al demócrata. Casi a razón de un viaje por día, una agenda muy exigente para demostrar al votante que el “anciano con mala memoria” descrito por el fiscal del caso de los papeles clasificados está dispuesto a pelear como un chaval.
Medio millón de dólares por una reunión con los tres mandatarios
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Como todo en EE UU, las cifras del evento de este jueves, igual que el éxito de la campaña, se miden en dólares. El acto en sí, de una hora de duración, tenía distintos niveles de acceso en función de lo que pagaran los donantes. La zona central, la más cara, era una conversación en el escenario con los tres presidentes, moderada por el presentador del programa nocturno de entrevistas Stephen Colbert. También estaba previsto que intervinieran estrellas de la música como Queen Latifah, Lizzo, Ben Platt, Cynthia Erivo y Lea Michele, presentadas por la actriz Mindy Kaling.
A partir de los 225 dólares, las tarifas se incrementaban cuanto más exclusivo y cercano quisiera ser el contacto con los tres presidentes. Una foto con los tres costaba 100.000 dólares. Una donación de 250.000 dólares daba acceso a una recepción, y 500.000 dólares, a una reunión aún más exclusiva. “Pero la fiesta no acaba ahí”, advirtió la campaña en un comunicado. La primera dama, Jill Biden, y un conocido DJ tenían previsto ofrecer una fiesta posterior en el Radio City Music Hall para 500 invitados.
“Esta recaudación histórica es una muestra del gran entusiasmo por el presidente Biden y la vicepresidente Harris y un testimonio de la máquina de recaudación de fondos sin precedentes que hemos construido”, declaró antes del acto el copresidente de la campaña Jeffrey Katzenberg, citado por la agencia AP. “A diferencia de nuestro contrincante, cada dólar que recaudamos va a llegar a los votantes que decidirán estas elecciones, comunicando el historial del presidente, su visión de futuro y dejando claro lo que está en juego en estas elecciones”. La alusión al desvío de fondos de la campaña por parte de Trump para pagar sus abultados gastos legales quedó clara.
La campaña de Trump espera recaudar 33 millones de dólares en un gran acto de recaudación de fondos la próxima semana en Palm Beach (Florida). Mientras su rival se mostraba en el Radio City Music Halla como una estrella del rock, Trump, que desde que empezaron sus problemas legales se prodiga muy poco por la Gran Manzana, acudió al velatorio en Long Island de un policía de Nueva York muerto el lunes en acto de servicio.
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