
En Betfair, el pase de uno u otro equipo en su eliminatoria genera la misma probabilidad
Tanto Ancelotti como Klopp han reconocido las dificultades por las que están pasando sus equipos: “El momento del equipo no es bueno”
Después de verse las caras en la final de la Champions League en París hace menos de un año, Real Madrid y Liverpool atraviesan sendas crisis de juego y de resultados a las que tienen que poner remedio lo antes posible con vistas al enfrentamiento de dirimirán en los octavos de final de la presente edición. El duelo de ida en Anfield del próximo 21 de febrero medirá el estado de dos equipos que arrastran dificultades serias para generar un juego fiable.
Mientras el Liverpool ve peligrar su clasificación de Liga de Campeones para la próxima temporada, el Real Madrid sufre la resurrección del Barcelona en LaLiga y empieza a ver muy difícil repetir el título del curso pasado. Tanto Ancelotti como Klopp han reconocido abiertamente las dificultades por las que están pasando sus equipos. “El momento no es bueno. Tenemos que aguantar porque este bloque tiene la calidad para volver y ser competitivos en todas las competiciones que tenemos”, dijo el italiano tras perder la final de la Supercopa ante el Barcelona. “Estamos jugando por debajo de nuestras posibilidades, pero no puedo sentarme aquí y culpar a los jugadores. Es mi responsabilidad que ellos lo hagan bien”, apuntó el técnico germano.
Semejante momento de dificultad se traduce en un fenómeno único y poco frecuente: ambos están empatados para este duelo de los octavos de final de la Champions. Que el Liverpool pase se paga a 1.9€ por euro apostado, misma cifra que registra el Real Madrid. Un claro síntoma de la incertidumbre que transmiten ambos clubes.
Dudas en sus ligas
La crisis no se queda en Europa. Que el Liverpool termine entre los cuatro primeros de la Premier League se paga a 3.3€ por euro apostado y está incluso por detrás del Newcastle (1.62) en predicción. En Betfair, que los reds se queden fuera de Champions este año parece casi un hecho. En el caso del Real Madrid, la lucha por el título de LaLiga genera una desconfianza importante. Que gane LaLiga se paga a 3€ por euro apostado mientras que el Barcelona, con un índice de probabilidad del 75,2% llega al 1.33€ por euro apostado.
Real Madrid y Liverpool son una sombra de aquellos conjuntos que marcaron el paso en Europa el año pasado. El cuadro blanco atraviesa un bajón cada vez más pronunciado y tocó fondo ante el Barcelona en la final de la Supercopa de España, en la que fue superado de principio a fin. Anfield la situación tiene tintes más dramáticos. La goleada encajada en Brighton ha dejado al equipo en la novena posición de la tabla y la clasificación para la próxima edición de la Champions se complica cada vez más. Los reds están a diez puntos del cuarto clasificado, no están ya en la Copa de la Liga y quizá sólo les quede la FA Cup para agarrarse a algún título. Desde la temporada 2015-2016, la última en la que el Liverpool no alcanzó las cuatro primeras plazas de Premier, no se preveía un descenso tan pronunciado del club red.
Pendientes de las lesiones
En Liverpool muchos achacan la crisis a las lesiones y a la cantidad de partidos disputados la temporada pasada, los 63 posibles. Ahora mismo Klopp tiene en la enfermería a Diogo Jota, Luis Díaz, Virgil van Dijk, Roberto Firmino y Arthur Melo y echa en falta la influencia en ataque de Sadio Mané, que puso rumbo al Bayern en verano. Es posible que algunos de estos jugadores regresen al conjunto red, pero aún así parece difícil que la mejoría sea plena.
El Madrid también arrastra bajas sensibles como las de Tchouaméni, Alaba y Lucas Vázquez y empieza a acusar el vacío dejado por Casemiro, traspasado al Manchester United por más de 70 millones de euros. La ausencia del pivote brasileño ha restado poderío defensivo y ascendente en un mediocampo descompensado también sin el mediocentro francés, que se espera esté recuperado para el decisivo duelo en Anfield. Con el duelo de Champions ya en el horizonte, tanto Ancelotti como Klopp tienen más de un mes de margen para enderezar el rumbo de sus equipos y ponerlos a punto en busca de los cuartos de final.