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“Nos cegó el sol, gritamos que se quitaran”, la explicación sobre el corredor atropellado en el Medio Maratón de Guadalajara

Cuando se acercaba a la meta, Israel Oropeza fue embestido por una motocicleta de 400 kilos del propio Comité Organizador del 21K, carrera que busca la etiqueta Platino, la máxima certificación que otorga la World Athletics.

domingo, 17 de marzo de 2024 · 07:00

Tres semanas después de haber sido embestido por una motocicleta durante el Medio Maratón de Guadalajara, el corredor jaliscience Israel Oropeza participará este domingo 17 en el Medio Maratón de Zapopan, a pesar de que todavía están pendientes por resolverse dos denuncias, una que interpuso el propio deportista y la otra el Consejo Municipal del Deporte, quien organizó la carrera. 

El hecho ocurrió el 25 de febrero último cuando Oropeza se encontraba a dos kilómetros de concluir la competencia. El ritmo de carrera y el tiempo le indicaban que estaba peleando por un lugar en el podio. De repente lo golpeó una motocicleta Harley Davidson Ultra Limited de 1883 centímetros cúbicos que pesa 400 kilos. En un video que circula en redes sociales se ve a Israel Oropeza tendido en el asfalto. Se escuchan los dramáticos lamentos de dolor.

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En el vehículo, cuyo motor es más grande que el de un automóvil compacto, viajaban dos personas, el chofer y el juez de ruta, José Guadalupe Guzmán, quien fue contratado por el Comité Organizador del Medio Maratón para desempeñar esa función. Se supone que es una persona con experiencia en carreras y que está avalado por la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA) y la Asociación de Atletismo del Estado de Jalisco. A pesar de ello, ambos sujetos siguieron su camino como si nada hubiera pasado. 

El impacto dejó a Israel con golpes en los brazos, rodillas, manos, glúteos y espalda. El parte médico indicó que las lesiones que sufrió el corredor de 32 años fueron superficiales.

“Desde que me caí sabía que esa competencia ya la había perdido. No se trata de levantarse y seguir como si nada hubiera pasado es mejor esperar a que te revisen para descartar cualquier daño. Estuve detenido 40 minutos y mientras esperaba sentí coraje, desesperación, pero sobre todo frustración porque invertí trabajo, tiempo y dinero en prepararme para conseguir un resultado sobresaliente”, se queja Oropeza.

Tres paramédicos del Comité Organizador se acercaron para atenderlo. Le comentaron que lo trasladarían a un hospital. Oropeza preguntó si tenía algo de gravedad, al recibir un no por respuesta decidió terminar la carrera. El atleta culminó en el lugar 332 de cuatro mil 367 corredores de la categoría de 18 a 34 años.
“Yo quería llegar a la meta porque sabía que ahí estaba mi familia y necesitaba expresarles que estaba bien, que mi vida no estaba en riesgo. Los paramédicos me permitieron caminar hasta el final y después se acercaron para subirme a la ambulancia”, comenta. 

Israel Oropeza fue trasladado al hospital privado Real San José sucursal Lázaro Cárdenas en Guadalajara. De acuerdo con Luis Enrique García Rodríguez, director de deportes del Comude, los 21 mil atletas que participaron en el Medio Maratón cuentan con un seguro médico que cubre hasta 150 mil 900 pesos.

Los médicos que lo atendieron descartaron fracturas y conmoción cerebral. Le recetaron el típico diclofenaco para contrarrestar la inflamación y el dolor. Tras el golpe recibido Oropeza dejó de entrenar dos días y al tercero comenzó a trotar. 

El corredor dice que de las dos personas que iban en la motocicleta que lo atropelló únicamente conoce al juez José Guadalupe Guzmán, ya que han coincidido en diferentes maratones. 

“Después de que me atropellaron platiqué con el juez porque quería conocer su versión. En esa parte de la ruta iba saliendo el sol y él dijo que eso les afectó la vista. En ese punto coincidimos, pues quienes íbamos corriendo la luz nos dio de frente y acepto que fue un accidente. Sin embargo, lo cuestioné por no haberse detenido cuando me atropellaron para auxiliarme, ellos no sabían si estaba vivo o muerto. Respondió que sí se regresaron, pero en el video de redes sociales sólo se ve a los paramédicos”, explica. 

Israel Oropeza terminó la carrera tras ser atropellado. Foto: Cortesía Israel 

En un video que subió a la red social Facebook el 26 de febrero, Israel Oropeza informó a las personas que estaban preocupadas por su estado que ya había sido atendido y que se encuentra bien. Aparece aún con un vendaje en la cabeza. 

“Quiero hacer hincapié en que esperemos que esto no vuelva a ocurrir, que esto no le toque a otros corredores. Lo que me ocurrió a mí no fue grave. Les pido a los de Comude Guadalajara que nos ofrezcan un evento un poco mejor organizado por la salud y el bienestar de todos los atletas”.

Otro “pequeño accidente”

Desde 1985 se realiza el Medio Maratón en Guadalajara, en 2017 obtuvo la etiqueta Bronce que otorga la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) a las carreras que cuenten con buenos estándares de organización, calidad y seguridad y participantes de alto nivel. En 2018 subió de categoría a la etiqueta Oro y este año, en la edición 38, buscaba la categoría Platino, la máxima distinción que una competencia puede tener.

No es claro cómo es que ha podido mantener la etiqueta Oro luego de que en febrero 2022 el paratleta Alejandro Pacheco, quien tiene la condición de ceguera,  fue golpeado por una camioneta del Comité Organizador del Medio Maratón de Guadalajara. En redes sociales circularon fotos del paratleta mientras estaba siendo atendido en una ambulancia.

“Es real, hubo un pequeño incidente con Pacheco. Él y su guía Fidel Reyes se encontraban en el punto de reabastecimiento y al avanzar no se dieron cuenta que se encontraba una camioneta a la que le llamamos ‘la periquera’, un vehículo en el que iban alrededor de 10 reporteros. Ni siquiera el coche los atropelló, sino que el brazo de Pacheco se pegó con un espejo retrovisor. El servicio médico revisó a los dos y continuaron la ruta hasta la meta para quedar en segundo lugar”, explica Luis Enrique García, director de deportes del Comude.

En cuanto a la posible obtención o no de la etiqueta Platino por parte de la Federación Internacional de Atletismo (World Atheltics), García expone que tendrán que esperar hasta seis meses para saber la resolución del organismo, el cual está al tanto del accidente. Asegura que en el Comude “están tranquilos” porque a pesar del incidente la organización cumplió con asistir a Oropeza.

“Gritaron que se quitaran”

Para el Medio Maratón el Comité Organizador autorizó el uso de diferentes vehículos como bicicletas, ambulancias, barredoras, camionetas, automóviles y motocicletas, todos con un propósito dentro del evento. En el caso de la enorme motocicleta que embistió a Israel Oropeza se utilizó para que el juez José Guadalupe Guzmán vigilara a los atletas que pudieran ser acreedores a las premiaciones y dar validez de que serían los ganadores de manera justa. Esta no fue la única motocicleta que se encontraba dentro de la ruta donde corren los participantes. 

Luis Enrique García explica que si bien no se puede minimizar lo ocurrido ni ocultar lo que muestra el video que circula en redes sociales, él lo resume de la siguiente manera: fue un accidente. 

“El juez me explicó que en ese tramo de la ruta bajaron la velocidad porque vieron sombras y que gritaron para que si alguien se encontraba ahí se quitara, ya que estaban completamente cegados por el sol”, añade el servidor público. Esto significa que los corredores en lugar de ir concentrados en su competencia deben irse cuidándose de que los vehículos del Comité Organizador que son los únicos permitidos dentro de la ruta no los atropellen. 

García. “Fue un accidente”. Foto: Comude

Al cuestionar a García sobre a qué velocidad iba la motocicleta reconoció que no tenía esa información, pero que el Comité Organizador  había puesto como límite 40 kilómetros por hora para las motocicletas. El funcionario recalca que que fue el propio juez quien reportó el incidente. Asegura que, aunque no se ve en el video, las personas que iban en la motocicleta regresaron para constatar el estado de salud de Oropeza y cuando los paramédicos lo atendían se retiraron para continuar su camino.
“En no más de 30 segundos ya estaba el servicio médico para atender a Israel y en menos de cuatro minutos arribó una ambulancia equipada con todo para atenciones de trauma y de urgencias. Israel no quiso que en ese momento lo trasladaran al hospital porque quería terminar la carrera”.

García insiste en que hasta ahora el Comude se ha mantenido en constante comunicación con Oropeza para dar seguimiento a su estado de salud y, en todo caso, responsabiliza del accidente al chofer de la motocicleta, quien trabaja para Logística Aduanera y Transportes Musa, empresa que ganó la licitación que realizó el Comude para brindar sus servicios en el Medio Maratón y que fue avalada para estar en la ruta del evento. El funcionario se rehusó a dar el nombre del conductor. 

¿Quién es Israel Oropeza?

Israel Oropeza nació para correr. Es oriundo de Tetlán, un barrio de Guadalajara castigado económicamente donde su familia vivía de la agricultura y que empujó a sus padres a buscar mejores condiciones de vida. Por ello se movieron junto con sus seis hijos a una ranchería en Matatlán, un pueblo colindante con la capital de Jalisco. 

A los 10 años Oropeza empezó a trabajar preparando la tierra para sembrar maíz, frijol. Rábanos, cilantro y cebolla. Sin saberlo comenzó a forjar una resistencia física que en un futuro sería su herramienta principal. 

“Por lo regular los ranchos se encuentran alejados de los pueblos, así que tienes que caminar grandes distancias para ir a la tienda, la escuela y al trabajo. No hay medios de transporte y sólo tienes dos opciones para llegar: caminar o correr, dependiendo de qué tan tarde vayas”, dice el atleta.

La tienda más cercana estaba a cuatro kilómetros de su casa, su escuela a cinco y el trabajo a siete. Correr se convirtió en una rutina. A los 17 años dejó la tierra para ayudar a sus padres a poner un puesto de tianguis en distintos puntos de Jalisco a lo largo de la semana. Él cargaba y descargaba la mercancía que vendían de segunda mano, calzado, piezas de teléfonos celulares y perfumes. 

“Salía a las cuatro de la mañana, regresaba a mi casa y después me iba corriendo a la Universidad Tecnológica de Guadalajara (UTEG), donde estudiaba la carrera de computación. Salía a las dos de la tarde, regresaba a mi casa y después de nuevo al tianguis a recoger. Se convirtió en mi rutina”.

Oropeza, nacido para correr. Foto: Cortesía de Israel

Fue en ese momento cuando se dio cuenta que tenía resistencia física y pensó que podría destacar en las carreras de fondo por lo que decidió dejar sus estudios y dedicarse por completo al atletismo. Aunque confiesa que tampoco continuó con la universidad debido a que el dinero no le alcazaba para pagarla pese a que se ahorraba el gasto del transporte.

En 2013 se acercó al club Margarito’s Running Team y desde 2014 el profesor Omar Alfaro Galván ha sido su entrenador. Hace seis años lo patrocina la marca deportiva Top Time, la cual lo apoya con ropa, en ocasiones con dinero y el pago de sus viajes e inscripciones para competir. 

“Lo que gano en los eventos lo reparto con mi entrenador, pues considero que no sólo es trabajo mío, el esfuerzo es de ambos y también lo comparto con mi familia. Afortunadamente ya no dependemos de lo que vendemos en el tianguis, pero sigo ayudando a poner el puesto”.

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