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Cultura. Cuba conserva religiosidad y manifestaciones de origen africano que marcaron la historia de la isla (video) – Resumen Latinoamericano

Autor: Resumen Latinoamericano

Por Gabriel Vera López, Brasil de Fato /Resumen Latinoamericano, 3 de diciembre de 2023.

Con la participación de una numerosa delegación brasileña se realizó el primer encuentro de Religiones de origen africano

Cuando llega la noche, el sonido de tambores llena los barrios de La Habana . En cada comunidad, una casa se transforma en un punto de encuentro donde el canto y el baile se mezclan con las liturgias religiosas y la sabiduría de la fe. La presencia de religiones africanas en la isla es constante. Las formas culturales y religiosas se manifiestan en las tradiciones, rituales, vestimenta, música y resiliencia de su gente.

Es imposible entender Cuba sin tener en cuenta la presencia de estas culturas milenarias. Transmitidas de generación en generación, las religiones de origen africano fueron mantenidas y defendidas como un secreto a voces que necesitaba escapar de la persecución y prohibición de los colonialistas para resistir luego las condenas y prejuicios de la sociedad blanca, tras la independencia.      

“Sin África, sin sus hijos e hijas, sin su cultura y costumbres, sin sus lenguas y dioses, Cuba no sería lo que es hoy . Por tanto, el pueblo cubano tiene una deuda con África”, dijo Fidel Castro en 1988 recibir la Orden de la Buena Esperanza en Sudáfrica por la colaboración de Cuba en la lucha contra el apartheid, el régimen racista del país. 

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El Caribe fue una de las zonas donde las potencias europeas traficaron con más esclavos. Según uno de los primeros censos realizados en la isla, en 1867, casi la mitad de la población era de origen africano o afrodescendiente. 

“Hoy Cuba es uno de los países que más ha conservado la religiosidad de origen africano”, dijo a Brasil de Fato Nelson Aboy Domingo, profesor de antropología de las religiones afrocubanas  .

“A diferencia de otros procesos de transculturación, en Cuba lograron construir casas o cabildos de las diferentes naciones que provenían de diferentes partes del continente africano. Así, cada uno de estos cabildos logró conservar una cierta ortodoxia y preservar su identidad. Esto significa que la religiosidad “Se conservó en gran medida, incluso con menos pérdidas que en muchos lugares de África, donde las sucesivas agresiones coloniales hicieron que se perdiera gran parte de lo que constituía nuestras religiones”, afirma. 

Nelson Aboy Domingo dedicó toda su vida académica y espiritual al estudio de las religiones afrocubanas. Tenía sólo 13 años cuando entró en contacto por primera vez con las religiones africanas. Como otros miles de jóvenes de la isla, en 1961 se sumó como brigadista voluntario a la campaña de alfabetización . Uno de los primeros objetivos que se había marcado la revolución era acabar con el analfabetismo, que en las zonas rurales afectaba a casi la mitad de la población.

En esa época, Aboy Domingo viajó al campo para enseñar a leer y escribir a los campesinos locales, y allí le enseñarán sobre su religión y fe. Hoy en día, además de sus estudios académicos, Aboy Domingo es sacerdote de Ifá, que en yoruba se llama Babalawo. Su libro Orígenes de la Santería en Cuba  se convirtió en uno de los libros más vendidos en Cuba en 2017.

La propia historia de Aboy Domingo describe las diferentes formas en que la religión se extendió por la isla. Con el triunfo de la revolución y la llegada masiva de la población negra a las universidades, estas formas religiosas se generalizaron entre los diferentes sectores sociales de Cuba.  

“Cuba es actualmente uno de los países que mejor conserva las religiones de origen africano. Lejos de una cierta mercantilización de estas tradiciones que se viene produciendo en los últimos años”, afirma. 

Encuentro Internacional de Religiones Africanas 

Frente a un auditorio estallado en aplausos, José Andrés Caballero habla con voz emotiva y lágrimas en los ojos. Así lo expresó el vicepresidente de la institución religiosa Bankú de Cuba, al clausurar el Encuentro Internacional de Religiones Afrocubanas (EIRA), en La Habana, Cuba, el próximo 12 de noviembre.

Con una importante delegación de líderes religiosos de diferentes partes de Brasil, que viajaron a Cuba para conocer las experiencias sociales y religiosas de la isla, el evento pretendió ser un espacio de intercambio y fortalecimiento de los vínculos entre religiones de origen africano entre ambos países.

“A pesar de las enormes dificultades que estamos viviendo, debido al bloqueo que afecta la situación económica, no sólo pudimos realizar la EIRA, sino que estamos convencidos que es un primer paso para seguir multiplicando estos intercambios”, afirmó José Andrés Caballero, uno de los organizadores del evento, a Brasil de Fato . 

El encuentro surgió del intercambio de diferentes congregaciones entre ambos países. Desde el esfuerzo militante de organizaciones sociales y religiosas.  

“Las religiones de origen africano tienen mucho que aportar en la lucha por la erradicación de todos los fenómenos que hoy dañan y cuestan un gran número de vidas humanas. El racismo, la discriminación, el hambre”, afirma Knight. “Y todas estas cosas que, de una forma u otra, amenazan la vida de nuestro pueblo. Más aún para la raza negra, que ha sido minimizada, discriminada y oprimida”, añade.

El Evento Internacional de Religiones Afrocubanas (EIRA) no solo fue concebido como un encuentro litúrgico, sino también como una plataforma para fortalecer los vínculos entre los pueblos. 

En las últimas décadas, a pesar de los enormes logros que ha alcanzado la lucha contra el racismo, aún hoy las religiones de origen africano, como Ifá-Orisha, Candomblé, Umbanda, Palo, entre otras, suelen ser vistas como formas de religiosidad paganas y “atrasadas”. . Incluso existen prejuicios que asocian estas formas de espiritualidad con “cosas diabólicas”. Prejuicios que hasta el día de hoy llevan consigo las mismas estructuras de pensamiento que tenían los colonizadores cuando prohibieron las religiones africanas. 

Sin embargo, a pesar de los prejuicios y las condenas sociales, las religiones de origen africano se han expandido enormemente por todo el mundo. Expansión en la que los propios flujos migratorios de cubanos han jugado un papel preponderante. Actualmente, Cuba y Brasil son dos de los países con mayor presencia de estas formas religiosas, culturales y de resistencia.  

“La diáspora africana, la diáspora negra, está muy dispersa. Necesitamos fortalecer nuestros vínculos, no sólo para reconectarnos, encontrarnos de nuevo, sino también fortalecer nuestra comunicación, para lograr una unidad de fuerza en la lucha”, dice El padre Ricardo de Moura, de la Asociación de Resistencia Cultural Afrobrasileña Casa de Caridade Pai Jacob do Oriente, a Brasil de Fato. 

“La pelea nunca será única. Pero la unidad es algo que necesitamos tener en cada lucha. Este tipo de encuentro nos ayuda a tener esa unidad para las luchas, para los logros, para combatir el racismo, para combatir la discriminación, de una manera más fuerte, más estratégica, en todos los sectores y, sobre todo, en todas partes del mundo”, agrega.


Makota Célia Gonçalves Souza recibe la donación de un cuadro de Cuba/Brasil de hecho

“Cuba es ese referente de resistencia que tenemos”

“Para nosotros, esta llegada a Cuba significa la posibilidad de conocer y también reafirmar nuestros vínculos ancestrales”, dice Makota Célia Gonçalves Souza, coordinadora nacional del Centro Nacional de Africanidad y Resistencia Afrobrasileña, de Brasil de Fato.

Al igual que en Cuba, las poblaciones africanas traficadas como esclavas hacia Brasil fueron obligadas a bautizarse y adoptar el catolicismo. Como en Cuba, muchas de estas conversiones fueron un mecanismo de supervivencia, mientras que las poblaciones negras mantuvieron en secreto sus prácticas culturales y religiosas.

Makota Célia Gonçalves Souza, una de las coordinadoras del Evento Internacional de Religiones Afrocubanas (EIRA), fiel a su estilo irreverente y rebelde, sonríe y no se cansa de repetir que reunieron “un grupo de macumbeiros” para dialogar y compartir. . 

Afirma que la llegada de Lula a la presidencia significó el regreso de “un Estado laico, que no significa ateo, sino un Estado que no tiene credo, pero permite a la gente orar”. Pero aun así, “el Estado brasileño es un Estado estructuralmente racista. Un Estado que discrimina, si no por legislación, sí por omisión”.

Para Makota, es una oportunidad para conocer cómo el Estado cubano, al ser laico, “permite rezar porque toda fe es sagrada”. Convencidos de que, sin respeto religioso, no hay posibilidad de acabar con el racismo.

“Conozco el costo de ser una mujer negra, periférica en mi país. Por todos los medios posibles, el racismo intenta imponerse sobre nosotros. Y nosotros, contrariamente a lo que esperan los racistas, nadamos contra corriente y somos felices. En nuestras prácticas, estamos orgullosos de quiénes somos. Por muy perversas que sean las prácticas racistas, no nos quitan la subjetividad. Que es una subjetividad feliz, rezo cantando, rezo bailando, rezo comiendo, rezo celebrando. Mi religión no es una religión de pecado, de dolor, que implica tristeza. No, al contrario, mi religión tiene alegría en sí misma. Y el racismo no podría quitarnos eso”.

Además de la motivación estrictamente religiosa para elegir La Habana como sede del evento, EIRA adoptó una resolución condenando explícitamente el bloqueo que Estados Unidos impone a Cuba desde hace más de 60 años. 

“Lo que alimenta a Cuba para mí es exactamente este sentido de resistencia que tenemos nosotros, los negros. Cuba es esta referencia de resistencia que tenemos. Ayer estaba hablando con los muchachos de que el gran problema en Estados Unidos es que Cuba no “Ríndanse a su arrogancia. Entonces, odian a Cuba exactamente como odian a los negros. Porque no pueden destruirnos. La arrogancia no nos mata. Nos alimenta en la medida en que nos hace resistentes. Y Cuba tiene este simbolismo para mí”. 

Edición: Rodrigo Durão Coelho

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