Esta transición de impacto para el sector fortalece y moderniza la gestión de residuos en las operaciones de la empresa en 8 departamentos del país, incluido Caldas. Se ratifica el posicionamiento de la operación de Colombia como un referente mundial para la Compañía.
Centro Inteligente de Gestión Ecológica La Esmeralda, de Manizales, donde se reciben diariamente 530 toneladas de residuos aproximadamente.
La preservación de los ecosistemas y el desarrollo sostenible en los territorios se ha visto influenciada por la operación de Parques Tecnológicos Ambientales (PTA), constituídos como lugares para la disposición de residuos peligrosos y no peligrosos y que han aportado a la reducción del impacto ambiental, la remediación de suelos y el cuidado y protección de la fauna, flora, recursos naturales y comunidades aledañas.
Tras el nuevo plan del cuatrienio de Veolia y con metas claras para alcanzar la descarbonización, descontaminación y la regeneración de recursos, los PTA se transforman en Centros Inteligentes de Gestión Ecológica, avanzando así hacia una integración más profunda de la tecnología y la digitalización en todas las operaciones de residuos.
«En los últimos 4 años ya hemos dispuesto y tratado 1,2 millones de toneladas en 8 parques ambientales, además, hemos identificado 405 especies de flora y 445 especies de fauna en estos lugares, hecho que pone en evidencia nuestra capacidad técnica y operativa, pero también un interés en priorizar las acciones de cuidado por el medioambiente, logrando así conciliar la economía con la ecología. Estamos dando el paso al siguiente nivel», añadió Judith Buelvas, presidenta de Veolia Colombia.
¿Cuál es el nuevo camino y en qué consiste esta transformación?
Veolia, con más de 170 años de experiencia global en gestión ambiental, será pionera en la implementación de Centros Inteligentes de Gestión Ecológica (CIGE) que representan el futuro de la gestión de residuos y la sostenibilidad ambiental del país.
El cambio a los CIGE marca un paso significativo hacia la digitalización y la aplicación de tecnologías avanzadas en la gestión ambiental, reflejándose en la calidad, la evolución de los servicios públicos y la gestión descentralizada de residuos.
El proceso implica la introducción de nuevos conceptos como centros de monitoreo, topografía con drones, toma digital de caudales, digitalización de básculas y medición digital de los flujos de biogás, hitos que permitirán optimizar las operaciones y tratar más tipos de recursos, asegurando eficiencia y precisión en el monitoreo ambiental y la gestión de residuos en general.
“Nuestros usuarios están esperando que se incrementen los procesos de transformación, que haya una efectiva trazabilidad de los residuos y que contemos con información valiosa y en tiempo real. De ahí la importancia de la digitalización para la responsabilidad ambiental, medición de huella de carbono e identificar nuevos procesos con nuestros residuos, como lo hacemos en Manizales con el biogás para el funcionamiento del horno incinerador de Veolia Servicios Industriales y la solución que le damos a la industria alimenticia a través del compostaje”, indicó Juan Carlos Quintero Naranjo, gerente general de Emas by Veolia.
¿Dónde están ubicados actualmente los CIGE de Veolia?
- Antanas – Pasto
- Waira – Putumayo
- La Esmeralda – Manizales
- Las Bateas – Cesar
- San Silvestre – Santander
- Presidente – Valle
- Guayabal – Cúcuta
- El Diamante – Panamá
- Operaciones industriales: Caribe, Sabana, La Esperanza, Occidente.
«Con esta transición estamos buscando aumentar el impacto de la digitalización y descentralizar los tratamientos de residuos, de modo que podamos abordar los riesgos en compostaje, biogás, reciclaje de materiales, así como proyectos de combustible derivado de residuos. Tendremos una transición organizada y avanzaremos con más velocidad en las acciones para aportar a la economía circular», enfatizó Buelvas.
La Esmeralda en Manizales, un ejemplo de transformación ecoloǵica
El CIGE La Esmeralda tiene 161 hectáreas, de las cuales 126 están destinadas para bosque nativo y franja de retiro. La biodiversidad es un encanto, pero también una apuesta por la sostenibilidad ambiental para lograr nuestro propósito de la transformación ecológica.
“Estamos comprometidos con la transformación ecológica por eso dentro de nuestras operaciones velamos por el cuidado del agua, aire y suelo para mitigar los impactos ambientales y preservar la gran diversidad de fauna y flora presentes en nuestro CIGE”, resaltó Juan Carlos Quintero Naranjo, gerente general de Emas Manizales by Veolia.
En La Esmeralda se preservan 107 especies de aves, 13 de mamíferos, 6 de reptiles, 6 de anfibios y 66 especies de flora. Entre ellas, cuatro especies focales se destacan: el gorrión de anteojos (Atlapetes flaviceps), el arrendajo negro (Amblycercus holosericeus), el loro cabeciazul (Pionus sp.) y la paca de montaña (Cuniculus taczanowskii).