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Sylvester Stallone tiene 77 años. Pero aunque hayan pasado casi 50 años de su primera aparición como Rocky Balboa, su ejemplo fitness no caducará jamás. De hecho, hay mucho aprendizaje que Sly ha mantenido de por vida desde su película, con ejercicios que en su día mantenían sus músculos fuertes, y que a día de hoy sigue reproduciendo.
Rocky Balboa, el personaje de ficción interpretado por Sylvester Stallone en la serie de películas Rocky, no se entrenaba en un gimnasio. Se entrenaba al aire libre, en las calles de Filadelfia. Hay varias razones por las que Rocky eligió entrenar al aire libre, y que seguro que Stallone ha compartido a lo largo de los años. En primer lugar, entrenar al aire libre es gratis. Rocky era pobre y no podía permitirse pagar un gimnasio. No hay máquinas ni pesas que te ayuden, así que tienes que confiar en tu propia fuerza y resistencia. Esto puede ayudarte a construir una ética de trabajo más fuerte y una mentalidad más decidida. A Rocky le encantaba sentir el sol en la cara y el viento en el pelo. También le gustaba el reto de entrenar en diferentes entornos, como la calle, el parque y la playa. Por último, entrenar al aire libre es más inspirador. Rocky se inspiraba en la gente que veía a su alrededor, como los niños que jugaban en el parque y los trabajadores que iban a sus puestos de trabajo. También encontró inspiración en la propia ciudad, con su ajetreo y su energía incesante.
Sin duda, el entrenamiento de Rocky al aire libre le ayudó a convertirse en campeón, y a Sly en una estrella. Le ayudó a desarrollar su fuerza, su resistencia y su determinación. También le ayudó a encontrar inspiración y motivación.
Y sí, Rocky Balboa tenía un régimen de entrenamiento muy riguroso. Entrenaba durante horas todos los días y se exigía al máximo. Incluía diversos ejercicios, como correr, levantar pesas y boxear. También seguía una dieta estricta y descansaba mucho. El régimen de entrenamiento de Rocky fue esencial para su éxito como boxeador. Le ayudó a ganar fuerza, resistencia y velocidad. También le ayudó a desarrollar su fortaleza mental. El entrenamiento de Rocky no fue fácil, pero mereció la pena. Pudo cumplir su sueño de convertirse en campeón del mundo de boxeo.
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Correr: Rocky corría durante horas todos los días. Subía colinas, corría por parques y por las calles de Filadelfia. Correr le ayudó a mejorar su resistencia y su condición cardiovascular.
Levantar pesas: Rocky levantaba pesas tres veces por semana. Se centraba en ejercicios compuestos, como sentadillas, peso muerto y press de banca. La halterofilia le ayudó a ganar fuerza y masa muscular.
Boxeo: Rocky boxeaba dos horas al día. Hacía sparring con otros boxeadores y trabajaba su técnica. El boxeo le ayudó a mejorar su juego de pies, la velocidad de sus manos y la potencia de sus puñetazos.
Dieta: Rocky seguía una dieta estricta rica en proteínas y baja en grasas. También comía mucha fruta, verdura y cereales integrales. Su dieta le ayudaba a alimentar su entrenamiento y a recuperarse.
Descanso: Rocky descansaba mucho. Dormía ocho horas cada noche. El descanso ayudaba a su cuerpo a repararse y a prepararse para el entrenamiento del día siguiente.
¿Y es la historia de Rocky real? No del todo. Sylvester Stallone había contado atenía una idea para un guión sobre un boxeador de bajo nivel que consigue una oportunidad en el campeonato de los pesos pesados. Dijo que la mayoría de sus amigos pensaban que era demasiado increíble.
Entonces, en 1975, Muhammad Ali eligió a Chuck Wepner, un desconocido peso pesado apodado “The Bayonne Bleeder”, para tener una oportunidad por el título. Ali trató el combate como un entretenimiento, Wepner lo vio como una oportunidad. Ali no luchó con la misma dureza que lo hizo contra rivales de la talla de Joe Frazier y Ken Norton hasta que Ali cayó en el noveno asalto. Algunos creen que Wepner derribó legítimamente a Ali, otros piensan que Ali tropezó. Más tarde en la pelea, Ali abandonó su actitud juguetona y comenzó a golpear a Wepner hasta hacerle sangrar. En el decimoquinto asalto, Ali derribó a Wepner, y el árbitro consideró que el aspirante ya había tenido suficiente y detuvo el combate a falta de 17 segundos. Stallone dijo entonces: “¿Veis?, podría pasar”. Así, Rocky es una obra de ficción basada en un antecedente real.
Joaquín Gasca es experto en deportes de competición, tecnología y motor. Hace un tiempo que colgó las botas de tacos para centrarse en el pádel y el running… cosas de la edad, se queja. Pero también se apunta a cualquier bombardeo que tenga que ver con poner su cuerpo al límite, sea al volante de un Aston Martin o yendo a la oficina en patinete.
Es muy del Atlético de Madrid, así que cuando futbolistas como Marcos Llorente o Álvaro Morata han protagonizado la portada de Men’s Health, allí estaba él para escribirlas. Acaba de correr su primer maratón para Runner’s World, y como pasa en este universo, ya está buscando el siguiente para bajar de las 3 horas. Si hay que testear cualquier tipo de pala de pádel, vehículo o reloj, no pone problema. Incluso zapatillas. Lo que haga falta en equipación deportiva.
Joaquín se graduó en periodismo por la USP-CEU en 2013, pero desde 2009, cuando entró en el periódico de la Universidad, ya comenzó a ejercer de “periodista” 360 en digital y papel. Los siguientes pasos de sus casi 15 años de carrera los dio haciendo cultura y deporte en la revista Shangay, hasta que entró en Hearst una semana antes del inicio de la pandemia en 2020. También es profesor de redes sociales y nuevas tecnologías en la Universitas Senioribvs CEU y forma parte del Innovation HUB de Hearst para investigar sobre nuevas tendencias.
