El gigante de la distribución Walmart es el mejor termómetro del consumo de los estadounidenses. La compañía hizo frente a la crisis inflacionaria posterior a la pandemia con ganancias de cuota de mercado gracias a su política de precios bajos. Este jueves, sin embargo, la empresa ha advertido de que se ve abocada a subir los precios por culpa de los aranceles decretados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Y si los precios suben en Walmart, suben en Estados Unidos.
“Haremos todo lo posible por mantener nuestros precios lo más bajos posible, pero dada la magnitud de los aranceles, incluso con los niveles reducidos anunciados esta semana, no podemos absorber toda la presión dada la realidad de los estrechos márgenes minoristas”, ha indicado el consejero delegado de Walmart, Doug McMillon, a los analistas en la conferencia sobre los resultados del primer trimestre de su ejercicio fiscal, cerrado el 30 de abril.
“Me preocupa que los consumidores empiecen a notar un aumento de los precios. Probablemente, empezaremos a verlo a finales de este mes y, sin duda, mucho más en junio”, declaró el director financiero de Walmart, John David Rainey, en una entrevista con la CNBC.
Durante el primer trimestre de su ejercicio, las ventas de la compañía crecieron un 2,5%, hasta los 165.609 millones de dólares, impulsadas por el tirón del comercio electrónico, donde la facturación aumenta un 21%. Las ventas online aportaron 3,5 de los 4,5 puntos que crecen las ventas comparables. El resultado operativo creció un 4,3%, hasta los 7.135 millones de dólares, mientras que el beneficio neto cayó un 12,1%, hasta 4.487 millones, afectado por factores no recurrentes, según las cifras comunicadas a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC).
La empresa se ve afectada también por la incertidumbre. Aunque Walmart mantiene sus previsiones de ventas y beneficios para todo el año, ha decidido no ofrecer previsiones sobre los beneficios operativos y netos del segundo trimestre debido a la imposibilidad de predecir con certeza “las negociaciones comerciales, que cambian cada semana y, en algunos casos, cada día”, según ha declarado la empresa en un comunicado emitido el jueves. “La falta de claridad que existe en el dinámico entorno operativo actual hace que sea extremadamente difícil realizar previsiones a muy corto plazo”, se justifica.