Las familias y, en concreto, los cuidadores desempeñan un papel crucial en el camino hacia el bienestar de las personas que están en terapia logopédica, y son parte esencial en la colaboración entre todos los actores involucrados en el proceso terapéutico, tal y como apuntan desde el Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM).
Y es que la colaboración entre logopedas, cuidadores y familias es fundamental para alcanzar el mayor bienestar posible de la persona que recibe la terapia logopédica. En este sentido, la logopedia, más allá de la detección, evaluación e intervención en los trastornos o dificultades del lenguaje, la voz, la audición, la respiración, la comunicación o la alimentación, “es un pilar esencial en la construcción de puentes entre las personas, en el fomento de la inclusión y en el desarrollo del potencial de cada individuo. Pero para desempeñar esta función de manera efectiva, necesitamos trabajar en equipo”, tal y como destaca Carolina Vittar, presidenta del CPLCM. No en vano, los pacientes cuyos cuidadores trabajan coordinados con la logopeda evolucionan mejor y más rápido.
Desde el CPLCM se destacan algunos de los beneficios de la implicación de los cuidadores en la terapia logopédica:
- Continuidad del tratamiento
Los cuidadores pueden ayudar a mantener la continuidad del tratamiento al aplicar las estrategias y ejercicios recomendados por el logopeda en el entorno doméstico. - Refuerzo de las habilidades aprendidas
Los familiares pueden apoyar y reforzar las habilidades que el paciente adquiere durante las sesiones de terapia, lo que facilita la consolidación de los progresos. - Motivación
Un entorno familiar que apoya activamente el proceso terapéutico puede contribuir a crear un ambiente positivo y motivador para el paciente. - Reducción del estrés
El apoyo de los cuidadores puede reducir el estrés del paciente al sentirse respaldado y comprendido en su proceso de rehabilitación. - Observación y feedback
Los cuidadores pueden observar el progreso del paciente en su entorno natural y proporcionar feedback al logopeda sobre las dificultades encontradas y los logros alcanzados.
Además, los profesionales logopedas pueden desempeñar un importante papel en la vida de las familias. Una buena relación entre los cuidadores y el logopeda puede proporcionar una serie de beneficios significativos también para los familiares, como por ejemplo:
- entendimiento y educación, pueden ofrecer información clara sobre el trastorno y establecer estrategias efectivas para apoyar en el proceso
- orientación y asesoramiento personalizado sobre cómo abordar los desafíos
- colaboración en el desarrollo objetivos para que sean realistas y centrados en las necesidades de la persona
- empoderamiento y mejora de la autoestima al sentirse escuchados, respetados y apoyados por el logopeda
- apoyo emocional durante momentos difíciles, como la adaptación a un diagnóstico o la superación de obstáculos en el tratamiento
«Creemos firmemente en la idea de que logopedas y cuidadores formamos un equipo, un equipo que trabaja unido para superar los desafíos y alcanzar los objetivos que nos proponemos», remarca Carolina Vittar.
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