La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, quien se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, realizó una rueda de prensa posterior al encuentro en la que aseguró que “es hora” de cerrar el acuerdo de alto el fuego en Gaza y poner fin a la guerra, a la vez que exaltó “el derecho de Israel a defenderse”. La vicepresidenta aseguró que la reunión fue “franca y constructiva”. Netanyahu se reunió previamente con el presidente estadounidense, Joe Biden, a quien agradeció en la Casa Blanca el apoyo de Estados Unidos a Israel y se reunirá el viernes con el candidato republicano a la Presidencia, Donald Trump.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hizo este jueves una esperada visita a la Casa Blanca para reunirse con el presidente, Joe Biden, y la probable candidata demócrata a la Presidencia, Kamala Harris, en un momento crucial para los tres políticos.
La visita de Netanyahu a la Casa Blanca, la primera desde antes de que el presidente Donald Trump dejara el cargo en 2020, se produce en un momento de creciente presión para encontrar un final a la guerra de nueve meses que ha dejado más de 39.000 muertos en Gaza. Además, decenas de rehenes israelíes y los restos de aquellos que han fallecido en cautiverio siguen en poder de Hamás.
La vicepresidenta Harris dijo en su rueda de prensa posterior al evento que durante este había instado al primer ministro israelí a alcanzar pronto un pacto de alto el fuego con Hamás para que decenas de rehenes retenidos desde el 7 de octubre puedan regresar a casa y para que finalice la guerra, aunque aseguró que defiende “derecho de Israel a defenderse”.
“Tuve una franca y constructiva reunión con el primer ministro Benjamin Netanyahu, le dije que siempre garantizaré que Israel pueda defenderse, incluido de Irán y las milicias respaldadas por Irán, como Hamás y Hezbolá”, indicó quien podría ser la candidata demócrata a la Casa Blanca.
Pero también llamó a terminar la guerra. “Lo que ha pasado en Gaza en los últimos nueve meses es devastador. Imágenes de niños muertos y personas desesperadas por el hambre, huyendo por estar seguros, algunas veces desplazados por segunda, tercera o cuarta vez, no podemos mirar hacia otro lado”, dijo la vicepresidenta.
Es hora de que esta guerra acabe y termine en una forma en que Israel esté seguro, todos los rehenes sean liberados y el sufrimiento de los palestinos en Gaza termine y los palestinos puedan ejercer su derecho a la libertad, la dignidad y autodeterminación.
-Kamala Harris, vicepresidenta de EE. UU.
También se mostró abierta a la impulsar la creación de un Estado palestino. “Una solución de dos Estados es el único camino para que Israel siga siendo un Estado judío y democrático seguro y que los palestinos finalmente puedan encontrar libertad, seguridad y prosperidad que merecen”. Sin embargo, la opción de un Estado palestino es rechazada tajantemente por Netanyahu y la propia Administración de Joe Biden la ha vetado en la ONU.
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Un acuerdo sobre la mesa
Biden está presionando para que Israel y Hamás sellen su propuesta de liberar en tres fases a los rehenes que quedan en Gaza, algo que supondría un logro que reafirmaría el legado del demócrata de 81 años, que abandonó la carrera por la reelección y apoyó a Harris para asumir la candidatura. También podría suponer una ventaja para Harris en su intento de sucederle.
Harris es objeto de escrutinio por parte de la izquierda política, que afirma que Biden no ha hecho lo suficiente para obligar a Netanyahu a poner fin a la guerra, y por parte de los republicanos, que critica su insuficiente apoyo a Israel.
Funcionarios de la Casa Blanca afirman que las negociaciones se encuentran en su fase final, pero que quedan cuestiones por resolver.
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La última vez que Harris se reunió con Netanyahu fue en marzo de 2021, pero ha participado en más de 20 llamadas entre Biden y Netanyahu.
Netanyahu, por su parte, está tratando de navegar en su propio y delicado momento político. Se enfrenta a la presión de las familias de los rehenes, que exigen un acuerdo de alto el fuego para traer a sus seres queridos a casa, y de los miembros de extrema derecha de su coalición de gobierno, que exigen que se resista a cualquier acuerdo que pueda impedir que las fuerzas israelíes eliminen a Hamás.
Netanyahu, en un encendido discurso pronunciado el miércoles ante una sesión conjunta del Congreso de EE. UU., ofreció una firme defensa de la conducta de Israel durante la guerra y arremetió contra las acusaciones de crímenes de guerra israelíes formuladas por la Corte Penal Internacional.
Argumentó que Israel, en su lucha contra Hamás, apoyado por Irán, estaba manteniendo efectivamente “las botas estadounidenses fuera del terreno mientras protegía” sus “intereses compartidos en Oriente Medio”. El dirigente israelí apenas dedicó tiempo a hablar de las negociaciones en curso.
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“Recuerden esto: nuestros enemigos son sus enemigos“, dijo Netanyahu a los legisladores estadounidenses. “Nuestra lucha, es su lucha. Y nuestra victoria será su victoria”. Netanyahu aprovechó su discurso para elogiar a Biden por el apoyo de su Administración tras el ataque del 7 de octubre contra Israel.
Netanyahu también se esforzó en destacar las medidas que Trump tomó durante sus cuatro años de mandato (2017-2021) en beneficio de Israel, como el reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, la lucha contra la agresión de Irán y el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén. Netanyahu viajará a Florida el viernes para reunirse con Trump.
Netanyahu también arremetió contra los manifestantes que se concentraron el miércoles cerca del Capitolio de Estados Unidos, llamándolos “idiotas útiles” de Irán. El Servicio Secreto reforzó la seguridad en la Casa Blanca antes de la visita de Netanyahu, erigiendo vallas y barreras adicionales cerca del campus de la Casa Blanca.
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Trump y sus aliados republicanos criticaron a Harris, que tenía actos en Indiana y Texas el miércoles, por saltarse el discurso de Netanyahu ante el Congreso.
La vicepresidenta es la presidenta del Senado y normalmente copresidiría un acto de este tipo con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson. Pero ha habido otros casos en la historia reciente en los que el vicepresidente ha faltado a tales discursos. Biden, como vicepresidente, se saltó un discurso de Netanyahu ante el Congreso en 2015.
Harris “debería estar aquí, le guste o no el primer ministro de Israel, lo respete o no, debería estar aquí”, dijo la senadora por Iowa Joni Ernst, que organizó una rueda de prensa con sus compañeros republicanos del Senado que se centró en gran medida en la ausencia de Harris en el discurso: “Es una vergüenza”.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que su ausencia no fue un desaire y que se debió únicamente a conflictos de agenda. Harris habló el miércoles ante la hermandad Zeta Phi Beta antes de volar a Houston para pronunciar un discurso ante la Federación Americana de Profesores el jueves. El senador J. D. Vance, candidato republicano a la Vicepresidencia, también se saltó el discurso para hacer campaña.
“La vicepresidenta se ha mostrado inquebrantable en su compromiso con la seguridad de Israel”, declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Harris lleva mucho tiempo manifestando su firme apoyo a Israel. El primer viaje al extranjero de su carrera en el Senado, a principios de 2017, fue a Israel y uno de sus primeros actos en el cargo fue presentar una oposición a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU contra Israel.
También ha hablado de sus vínculos personales con Israel, incluyendo recuerdos de recaudar dinero cuando era niña para plantar árboles en Israel, instalar una mezuzah cerca de la puerta principal de la residencia del vicepresidente en Washington (su marido es judío) y sus conexiones con grupos pro-Israel, incluyendo el conservador American Israel Public Affairs Committee (AIPAC) y el liberal J Street.
Harris se ha mantenido en gran medida al lado de Biden durante todo el conflicto, pero en algunos momentos se ha mostrado partidaria de una retórica más dura de la Administración Biden respecto a Israel.
En un discurso de alto nivel pronunciado en marzo en Selma, Alabama, un día antes de reunirse con Benny Gantz, rival de Netanyahu y miembro del gabinete de guerra israelí, denunció que los palestinos “mueren de hambre” en condiciones “inhumanas” e instó a Israel a hacer más para aliviar el sufrimiento de los civiles en Gaza.
El año pasado, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Eli Cohen, criticó a Harris después de que ésta pareciera reprender suavemente la revisión del poder judicial del país que planeaba llevar a cabo Netanyahu. En un discurso pronunciado en un acto de la embajada israelí en Washington, Harris había dicho que los valores compartidos son “los cimientos de la relación entre Estados Unidos e Israel” y que las democracias “se construyen sobre instituciones fuertes, controles y equilibrios y, añadiré, un poder judicial independiente”.
Cohen puso en duda que Harris hubiera leído siquiera los proyectos de ley en cuestión, diciendo: “Puedo decirte que si le preguntas qué le molesta de la reforma, no será capaz de decírtelo”.
Los votantes de los campos de batalla electorales en los que la ira por Gaza se ha convertido en una cuestión clave están esperando a ver si Harris “pasa página de la desastrosa política de Biden”, dijo Layla Elabed, líder del movimiento de votantes “no comprometidos” que ha amenazado con retirar su apoyo a Biden a causa de Gaza.
“Esperamos que Harris haga lo correcto para salvar vidas y nuestra democracia y defienda el derecho internacional estadounidense”, afirmó Elabed.
