Vaya por delante que la dieta mediterránea, gracias a su contenido en frutas y verduras frescas, así como en pescado, marisco, carne y lácteos, cumple con todos los requisitos básicos de un patrón alimentario sano, completo y variado. Una propuesta dietética que aporta todos los nutrientes necesarios para cuidar de la salud.
Eso no significa que no podamos incluir nuevos alimentos venidos de fuera de nuestras fronteras, y de los que podemos aprovechar sus numerosas y valiosas propiedades nutricionales.
Algunos de esos alimentos, propios de otras latitudes, comportan beneficios realmente destacables que merece la pena tener en cuenta a la hora de planificar nuestros menús. De hecho, hay casos en los que esas propiedades son tan relevantes que, han sido el motivo por el que se ha convenido en llamar a esos alimentos, superalimentos.
Sin entrar en si está lo suficientemente justificado utilizar tan pomposo calificativo, lo que no se puede negar es que esos alimentos son ricos en determinados nutrientes y, por tanto, ayudan a cuidar de ciertos aspectos de la salud.
En este sentido, hace unos años, uno de esos superalimentos irrumpió en la alimentación diaria de los españoles haciéndose un hueco que a día de hoy todavía conserva, se trata de las bayas de goji.
De la dieta asiática a la mediterránea
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También se las conoce como las cerezas del Tíbet. Se utilizan de forma habitual y desde hace siglos en países asiáticos como China, Vietnam, Japón o Corea, pero solo hace unos años que las comemos en Europa. Es fácil reconocerlas, son pequeñas frutas con un color rojo intenso que se suelen añadir a las ensaladas, o bien a los batidos o yogures, y en menor medida, como ingrediente en recetas saladas, aunque también. Más adelante, veremos algunos ejemplos.
En este artículo, nos centraremos en las razones por las que estos pequeños frutos tuvieron tanto éxito y tan buena acogida entre la gente hace unos años. El motivo principal se refiere a sus propiedades nutricionales. En concreto, destacan por su alto contenido en antioxidantes, lo que se traduce en ser un alimento perfecto como aliado en una dieta enfocada a amortiguar los efectos del envejecimiento.
Así, las bayas de goyi son ricas en fibra y en antioxidantes como el licopeno, la vitamina C, la vitamina E, así como en minerales como el magnesio.
También aportan hierro y zinc, lo que contribuye a fortalecer las defensas y a cuidar de la salud de los ojos.
las bayas que cuidan de tu salud
Incluir bayas de goji de forma regular en la dieta contribuye al buen funcionamiento de tu organismo. En particular, dos de los beneficios más interesantes relacionados con estos pequeños frutos son los siguientes:
- Cuida de la vista. Según un ensayo realizado en la Universidad de California (Estados Unidos) y publicado en la revista Nutrients, gracias a su contenido de zeaxantina y luteína se sabe que puede proteger de la degeneración macular relacionada con la edad y otros problemas de la vista.
- Regula los niveles de azúcar en sangre. Cada vez hay más estudios que sugieren que este alimento contribuye a mantener estable la cantidad de azúcar en sangre. Algo fundamental para las personas con diabetes o que tienen un riesgo elevado de desarrollar la enfermedad.
Beneficios extra de las bayas de goji
Además de los efectos mencionados, los expertos también señalan otros que conviene tener presentes. Estas son otras propiedades de las bayas de goji:
- Son antioxidantes. Un estudio publicado en Oxidative Medicine and Cellular Longevity revela que estas bayas son un potente antioxidante natural. Esto es debido a su contenido en vitamina C, vitamina A, zinc y varios fitonutrientes. Gracias a este perfil antioxidante, su consumo reduce el riesgo de enfermedades crónicas propias de la degeneración que experimentamos a medida que pasan los años.
- Mejoran el estado de la piel. Debido principalmente a su contenido en antioxidantes, las bayas de goji son una herramienta muy eficaz para combatir las señales del envejecimiento prematuro de la piel.
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- Refuerzan las defensas. Su composición nutricional fortalece el sistema inmunológico reduciendo las posibilidades de contraer y desarrollar enfermedades.
- Mantienen a raya la inflamación. Esta cualidad incide de nuevo en su capacidad para evitar las patologías relacionadas con la inflamación del cuerpo y las enfermedades crónicas.
- Cuidan del corazón. Cada vez hay más estudios médicos que apuntan cómo el consumo de bayas de goji podría reducir el riesgo de desarrollar problemas asociados al sistema circulatorio.
Un toque en la ensalada, y mucho más
Hasta aquí hemos visto la composición y propiedades nutricionales de las bayas de goji, así como de los beneficios para la salud que tiene incluirlas en la dieta de forma regular. Así que, ahora es el momento de señalar cuáles son las formas más habituales de introducirlas en los menús diarios.
Las maneras más frecuentes de hacerlo son en ensalada y como topping en los yogures o batidos.
- En las ensaladas, te sugerimos que añadas un puñadito de bayas de goji a un plato de canónigos, espinacas o rúcula. En definitiva, una ensalada preparada con verduras de hoja verde. También puedes añadir queso fresco y unos trocitos de fresas, o lo que es lo miso, proteínas (por el queso) y vitamina C (por las fresas).
- En los yogures y batidos, aportan un toque original a un yogur natural desnatado o a un batido de fresas o de plátano. Te sugerimos un desayuno que incluya un bol de avena, yogur, naranja o piña y, por supuesto, unas bayas de goji.
