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RUBN JIMNEZ
Me dan miedo las montaas rusas. Que estn para eso, s, pero me dan miedo. Ms que las cadas, lo que me da pnico es la primera subida. El ‘taca-taca-taca-ta’ del vagn mientras apunta al cielo. Cada ‘taca’ significa ms altura, ms cada, ms miedo. Esa rampa es la Champions. Cada ronda que pasa nos da ms vrtigo caer. Vemos los partidos agarrados a una barra salvavidas invisible, buscando la
sujecin en el sof, en el asiento del estadio. Palpndose el cuerpo los que no pueden aguantar sentados. Estos partidos no se disfrutan, se sufren.
No se ganan, se sobreviven
. Pero no nos planteamos no verlos. Si fuera posible seguirlos con los ojos cerrados y con las manos encima de los ojos y an as ver el partido, lo haramos.
Cmo explicar que algo que nos hace sentir as es, al mismo tiempo, el mejor momento de la temporada?
Que el martes y el mircoles lo vamos a pasar mal por gusto y que quizs, slo quizs, acaba mereciendo la pena en junio.
La Champions es el amor de nuestras vidas
, un amor que hay que renovar y volverse a ganar ao tras ao, primavera tras primavera. Las competiciones que se creen guapas se acomodan el pelo levantando mucho el codo por encima de la cabeza, dejando caer la mano de la coronilla a las puntas en un movimiento sedoso. Para que las miren.
Las que se saben guapas, como la Champions, se hacen una coleta en una corchea, como si nadie las mirase
. Como si fuera posible no mirarlas. Lo peor (o lo mejor, si eres optimista) es que no hay opcin de alejarse de ella. Aunque el trauma siga caliente. Aunque quieras olvidarte del fracaso. “Peor que el olvido fue volverte a ver”, que canta Quique Gonzlez. Seguro que la escribi despus de una eliminacin de Champions. No importa lo dura que sea la cada. No importa la tirria que le hayas cogido.
En septiembre la vagoneta vuelve al punto de partida y otra vez a sufrir el ‘taca-taca-taca-ta’…