Sergio Pérez tiene contrato hasta el final de la presente temporada y hace rato que Horner quiere cambiarlo. Su sueño era traer a casa a Daniel Ricciardo, pero el australiano hoy ni siquiera justifica su lugar en el equipo filial.
La Fórmula Uno 2024 no parece estar destinada a ofrecer mucha diversión en pista, pero sí fuera de ella. Será un año lleno de incertezas, aunque el final parezca definido. Porque es verdad, hay una cosa que pocos se atreverían a poner en duda: Verstappen va para campeón. El tema es cuándo, en qué fecha y con cuántas carreras ganadas. Nadie se atrevería a vaticinar otro final. No sólo por lo que pasó en Suzuka, que fue arrollador.
Pero hay muchas otras cosas por definir. El mercado de pases hierve y lo que pasa en pista abre muchos flancos. Red Bull y Mercedes tienen disponibles las butacas más apetecidas de la categoría. Ser el compañero de Max Verstappen y George Russel, respectivamente, son los puestos que ofrecen las escuderías más dominantes de la última década.
POR ROBERTO LÓPEZ RAVEST
En Mercedes la baraja tiene sólo tres cartas. El Joven Kimi Antonelli y Carlos Sainz son candidatos naturales, el resto sólo especulación. Fernando Alonso se bajó por considerar que las “flechas de plata” hoy no son competitivas. Fundamentos no faltan para una aseveración así. Sebastian Vettel entra en categoría de mera especulación. Toto Wolf quiere tomarse un tiempo. Los pilotos quieren certezas y lo antes posible.
Sergio Pérez tiene contrato hasta el final de la presente temporada y hace rato que Horner quiere cambiarlo. Su sueño era traer a casa a Daniel Ricciardo, pero el australiano hoy ni siquiera justifica su lugar en el equipo filial. Yuki Tsunoda no le llena el gusto, aunque habrá que reconocer que ha mejorado. En Suzuka sumó puntos. Hacía más de una década que un nipón no lo conseguía. Los segundos lugares que “Checo” en lo que va de temporada, le dan un crédito en el momento que más lo necesitaba el mexicano.
Williams deberá resolver pronto que hará con la butaca del americano Sargeant. Sus actuaciones no resisten análisis. Un error tras otro. Digno sucesor del canadiense Latifi en la escuadra británica, pero evidentemente no es lo que necesitan. Un auto roto tras otro. No tiene el ritmo y tampoco los resultados. El argentino Franco Colapinto hace méritos en la Fórmula 2, tiene casi los puntos necesarios en la superlicencia, pero podría pasar lo de siempre: Sudamérica no tiene un peso específico ni comercial en el gran mundo del automovilismo. No sería descabellado que Williams modifique antes que acabe 2024
En Aston Martín el único seguro es Lance Stroll. A menos que se quiera retirar, en el equipo de papá su lugar está asegurado. Fernando Alonso que tiene el pase en su poder y, a menos que aparezca algo muy interesante -sólo podría ser Red Bull-, todo apunta que se quedará. Alpine tiene sus dos espacios disponibles para la siguiente temporada, pero con el rendimiento actual no es un sitio atractivo. A estas alturas Ocon y Gasly festejan como un título avanzar de ronda en una Qualy.
Mismo caso para Haas y Stake (Sauber). RB, en cambio, sigue ofreciendo butacas apetecibles. Buenos desempeños pueden asegurar un futuro esplendor en el equipo principal. En el último año de Honda antes de la llegada de los motores Ford, todo hace presuponer que Tsunoda seguirá y que Liam Lawson se subirá, por fin, como piloto titular. En desmedro de Daniel Ricciardo, que salvo milagro, podría verse obligado a dejar la categoría nuevamente por falta de rendimiento.
