“Tú inventaste todo esto, ¿verdad?”, preguntó la abogada Susan Necheles. “No”, respondió Daniels.
Pero, a pesar de todas las conversaciones sobre lo que pudo haber sucedido en esa habitación de hotel, el testimonio de Daniels no ayuda ni perjudica el caso contra Trump, ya que el juicio se centra en las transacciones comerciales y si esos pagos se realizaron para influir ilegalmente en las elecciones de 2016.
Trump, acusado de 34 cargos de falsificación de documentos comerciales para ayudar a encubrir una aventura extramatrimonial con Daniels, pasó la mayor parte del testimonio en su silla con los ojos cerrados o mirando las declaraciones en un monitor delante de él con el ceño fruncido.
Daniels declaró durante cinco horas el martes y contó de manera relajada cómo fue la noche que pasó con el magnate en 2006 en la habitación de hotel en la que tuvieron una relación sexual sin protección, un testimonio en el que detalló intimidades, como la pijama de satén con el que el político la recibió.
Estas son las claves del testimonio de Daniels de este jueves:
Distintas versiones y motivada por el dinero
A diferencia del martes, Daniels se enfrentó a un interrogatorio mucho más difícil.
Con sus preguntas, Necheles intentó mostrar a Daniels como una persona motivada por el dinero, que odia a Trump y con poca credibilidad debido a las distintas versiones de los hechos que ha contado durante la última década.
La abogada cuestionó numerosas incongruencias de Daniels a lo largo de los años, por ejemplo, si fue Trump o su guardaespaldas quien le pidió el teléfono cuando se conocieron en un torneo de golf; qué medio de transporte usó para ir a su cita con el magnate, y si cenó o no la noche que subió a su lujosa habitación de hotel en 2006, cuando ella tenía 27 años y él, 59.
“Un desequilibrio de poder”
Ella testificó a principios de esta semana que, si bien no fue amenazada físicamente, sintió un “desequilibrio de poder” cuando Trump, en su habitación del hotel, se interpuso entre ella y la puerta y le hizo proposiciones.
En cuanto a si se sintió obligada a tener relaciones sexuales con él, reiteró el jueves que él no la drogó ni la amenazó físicamente. Pero, dijo, “mis propias inseguridades, en ese momento, me impidieron decir que no”.
Necheles sugirió que su trabajo en el porno significaba que su historia sobre su conmoción y miedo por las supuestas insinuaciones sexuales de Trump no era creíble.
“Has actuado y tenido sexo en más de 200 películas porno, ¿verdad?” -Preguntó Necheles. “¿Y hay hombres y mujeres desnudos teniendo sexo, incluyéndote a ti, en esas películas?”
Necheles continuó: “Pero, según dice usted, ver a un hombre sentado en una cama con una camiseta y calzoncillos era tan perturbador que uno se mareaba”.
La experiencia con Trump fue diferente de la pornografía por varias razones, explicó Daniels, incluido el hecho de que Trump tenía más del doble de su edad, era más grande que ella y que no esperaba encontrarlo desnudo cuando saliera del baño.
“Salí del baño y vi a un hombre mayor que no esperaba estar allí”, dijo.
Cuestionada por las ganancias de su libro
Como parte de un acuerdo de confidencialidad, por el que se le pagó 130.000 dólares durante la campaña electoral del magnate de 2016, Daniels negó esa aventura, pero hoy dijo que hubiese preferido hacer una conferencia de prensa contando lo ocurrido.
Daniels, que hoy fue al Tribunal Penal de Manhattan con el pelo suelto, gafas de pasta, un vestido verdoso y un cárdigan negro, señaló que el dinero no fue el motivo por el que decidió contar su historia, pues en 2018 dio una entrevista gratuita a CNN.
No obstante, Necheles señaló que desde que Daniels relató su versión, la actriz se ha beneficiado con al menos un millón de dólares gracias a su libro, un documental, varias giras y hasta productos de ‘merchandising’, como una vela de 40 dólares en la que aparece como una “santa para inculpar”.
A lo que Daniels volvió a apuntar que tiene todo el derecho a contar “su historia”, y que hacer pública su aventura con Trump también le ha costado “mucho dinero”, como gastos legales o contratar guardaespaldas.
Fenómenos paranormales
Otra tarea de Necheles hoy fue subrayar la parcialidad de Daniels, al señalar que la bailarina erótica ha atacado a Trump en sus redes sociales en varias ocasiones al llamarle, por ejemplo, “zurullo de color naranja”; Trump, por su parte, la ha apodado “cara caballo”.
La abogada también usó la pasión de Daniels por los fenómenos paranormales para atacar la credibilidad de la testigo y le preguntó si ha afirmado que su casa de Nueva Orleans está embrujada, algo que Daniels confirmó asegurando que presenció “una actividad muy interesante e inexplicable”.
Necheles resaltó la imaginación de la actriz para escribir guiones de cine adulto, a lo que Daniels dijo con sarcasmo que si hubiese escrito el guion del encuentro sexual con Trump hubiese sido “mucho mejor”.
Juicio a Trump en Nueva York: Stormy Daniels testifica sobre su presunto encuentro sexual con el expresidente