Investigadores de la Universidad de El Cairo llaman a tomar “medidas proactivas” para paliar el problema enquistado del acoso sexual hacia estudiantes de Medicina, lacra que se acentúa por los “problemas de organización” para hacerle frente y el temor de las víctimas a sufrir represalias. Estas son algunas de las conclusiones que se extraen de un análisis de hasta 36 estudios sobre violencia de género publicadas en la National Institutes of Health (NIH), que revela también una mayor incidencia de este tipo de prácticas delictivas en especialidades como Cirugía o Anestesiología.
Esta investigación sobre acoso sexual hacia estudiantes de Medicina constata la situación de “desventaja” en la que se encuentran las víctimas, especialmente mujeres, ante los abusos procedentes de “profesores, colegas y pacientes”. El impacto sobre las afectadas, subraya el estudio, es “de gran alcance” e incluye patologías como depresión, trastorno de estrés postraumático y pérdida de concentración y sobre los intereses académicos. En muchos casos, además, conlleva el cambio de especialidad o la reubicación en otro centro.
El problema se acrecienta debido a las “barreras” existentes para denunciar los casos de acoso, que son consecuencia de la “falta de respuesta institucional, el miedo a represalias y el impacto en la carrera”. “Se necesitan medidas proactivas para proteger a los estudiantes, animarlos y brindarles medios seguros y accesibles para denunciar estas situaciones, además de garantizar respuestas adecuadas a los informes a nivel institucional y apoyo emocional y profesional continuo”, subraya.
Perfil del agresor sexual y víctima en Medicina
La literatura científica actual, continúan los investigadores, sugiere “una prevalencia inusual del acoso sexual al que se enfrentan las estudiantes de Medicina”. Los abusos son perpetrados tanto por profesores como por miembro del personal, compañeros de universidad o pacientes.
“Un análisis más detallado revela que las mujeres, así como los ‘estudiantes multirraciales’, tenían mayores probabilidades de ser acosados por profesorado y personal”, añaden. Otra investigación que puso el foco sobre centros franceses reflejó que hasta el 20 por ciento de las mujeres participantes notificaron haber sido víctimas de estas prácticas. “Una posición social fuerte de un profesor puede influir en que un estudiante se someta a acoso sexual”, añade.
La falta de respuesta institucional y el temor a represalias acentúan el problema del acoso sexual hacia estudiantes de Medicina
Según los estudios y artículos analizados, los departamentos de Cirugía (en especial, la Ortopédica) se asociaron con una mayor incidencia de casos de acoso sexual. En concreto, la tasa en esta especialidad es 5,7 veces más alta. Otras ramas, como la Anestesiología, también están “frecuentemente implicadas en eventos” de abuso.
“Se ha informado de que el acoso sexual tiene lugar en salas psiquiátricas y unidades de cuidados intensivos, así como en entornos académicos hospitalizados y de práctica privada para pacientes ambulatorios”, destaca. También se dan casos en actividades optativas realizadas fuera de casa.
Tipología del acoso sexual en Medicina
Las experiencias de acoso sexual son variadas entre los estudiantes y pueden abarcar desde comentarios verbales inapropiados hasta una agresión sexual que requiere la participación de la policía.
Las víctimas reportan comportamientos como comentarios sobre su ropa y apariencia, comentarios sexualmente ofensivos, demandas de servicios sexuales, miradas inapropiadas a senos y caderas, exposición a pornografía o contenido sexual virtual, que le pregunten sobre su relación o estado civil, intentos de besar, conversaciones sexuales no deseadas y recompensas por favores sexuales.
“El acoso tiene un impacto significativo en la salud mental, el progreso académico y el bienestar de la víctima —concluye—. A medida que más mujeres y minorías ingresen al campo de la medicina, se podrán implementar medidas más proactivas y de apoyo para garantizar su seguridad y empoderamiento”.
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