En un mensaje a los participantes del IV Encuentro mundial del Foro Cristiano Mundial que hasta este sábado se celebra en Accra (Ghana), el Papa ha reivindicado el «hermoso mosaico del cristianismo contemporáneo» con su rica diversidad, que incluye a iglesias ortodoxas, católicas, protestantes, evangélicas, pentecostales, independientes y organizaciones ecuménicas, y que planta sus raíces en la «identidad» común como «seguidores de Jesucristo». La cita —que reúne a cristianos de todo el mundo de diversas tradiciones e incluye un tiempo compartido de oración, culto, diálogo y misión— es un signo de la «la unidad visible entre todos los cristianos», ha destacado Francisco.
Así, ha señalado que los cristianos están llamados «a encarnar la unidad y el amor del Dios Trino en sus vidas personales y eclesiales para dar testimonio a un mundo marcado por la división y la rivalidad».
Francisco ha enviado un mensaje escrito, que ha sido leído por el secretario del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el arzobispo Flavio Pace, según ha informado Vatican News, en el que también ha llamado «a encarnar la unidad y el amor del Dios Trino en sus vidas personales y eclesiales para dar testimonio a un mundo marcado por la división y la rivalidad». Asimismo, ha invitado a los participantes de este encuentro organizado por el Foro Cristiano Mundial, que cumple 25 años, a «profundizar en su fe y revitalizar el amor fraterno» mientras «rezan juntos, se cuentan sus experiencias personales y afrontan los desafíos a los que se enfrenta la comunidad cristiana mundial».
La unidad es un elemento indispensable «para abrazar la visión del Reino de Dios», ha subrayado el Papa, que también ha instado a cuidar el «vínculo intrínseco» que existe entre ecumenismo y misión cristiana.
Tras leer el mensaje del Papa, el arzobispo Pace ha destacado el enfoque del Foro Cristiano Mundial de compartir una «fe viva» y promover las relaciones entre los líderes cristianos a través de los puentes comunes para encontrar soluciones a las divergencias doctrinales, intercambiar experiencias de fe, profundizar en el entendimiento mutuo y fortalecer la fraternidad.
Monseñor Pace ha manifestado que el testimonio cristiano conjunto revela «el poder reconciliador del Evangelio» y esta unidad puede mostrar «el poder de la fe cristiana que trasciende las diferencias humanas, formando una comunidad viva de hermanos y hermanas arraigada en el amor fraterno, el respeto mutuo y el propósito compartido». Por último, ha sacado a colación la cita del Sínodo de octubre Por una Iglesia sinodal: Comunión, Participación, Misión, que también cuenta con la participación de varios representantes de diversas tradiciones cristianas. La reunión envía —según Pace— «una señal clara y creíble del deseo de caminar juntos en el espíritu de la unidad de la fe y el intercambio de dones, afirmando que lo que une a los cristianos es mayor y más profundo que lo que los divide».
