Washington, 3 abr (EFE).- Un médico con doble nacionalidad palestina y estadounidense abandonó abruptamente una reunión el martes por la noche con el presidente estadounidense, Joe Biden, en un gesto que evidencia el creciente malestar de la comunidad árabe en EE.UU. por el respaldo a la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
Según la cadena CNN y la radio NPR, se trata del doctor Thaer Ahmad, un médico de emergencias de Chicago que recientemente regresó a Estados Unidos tras trabajar semanas en el Hospital Nasser, uno de los más grandes de la Franja de Gaza e inutilizable ahora por los combates.
Ahmad explicó a NPR que se marchó por respeto a sus compatriotas palestinos y para dejar claro que la Casa Blanca debe hacer más para detener la guerra y permitir el ingreso de ayuda humanitaria.
De acuerdo con NPR y CNN, entregó a Biden una carta de una niña palestina huérfana de 8 años que le suplicaba impedir el avance de tropas israelíes en Rafah, en el sur de Gaza, donde 1,5 millones de palestinos se hacinan e Israel prepara una ofensiva terrestre.
El incidente ocurrió en una reunión de trabajo que Biden y su equipo, incluida la vicepresidenta, Kamala Harris, mantuvieron con líderes árabes, musulmanes y palestinos.
Inicialmente, la Casa Blanca organizó un banquete con esos líderes para romper el ayuno del Ramadán, pero varios rechazaron la invitación, considerándola ofensiva ante el riesgo de hambruna en Gaza, según medios locales.
Finalmente, se optó por una cena de bajo perfil, solo con el presidente y algunos funcionarios musulmanes para la ruptura del ayuno, precedida de la reunión de trabajo con líderes árabes, musulmanes y palestinos.
En esa reunión de trabajo, Ahmad aprovechó para relatar a Biden lo que había presenciado mientras brindaba asistencia médica en Gaza y manifestarle su oposición a cualquier acción militar israelí en Rafah.
“Hemos estado sobre el terreno, hemos visto lo superpoblada que está Rafah, la poca ayuda que llega, cualquier actividad militar allí sería catastrófica”, dijo a NPR.
En su rueda de prensa de este miércoles, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, rechazó ofrecer detalles del encuentro por tener carácter “privado”, pero afirmó que Biden respeta el derecho a la protesta pacífica.
“Entendemos que este es un momento muy doloroso”, sostuvo.
Biden enfrenta una creciente indignación de la comunidad árabe por la ayuda militar a Israel para su ofensiva en Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre contra territorio israelí.
Este rechazo podría costarle caro en las elecciones de noviembre, especialmente en estados clave con gran presencia árabe como Míchigan.
