El fuerte combate que libran PP y Vox por capitalizar el voto de la derecha en Cataluña ha llevado este martes a Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, a asumir como propios mensajes populistas y xenófobos de la extrema derecha. Las proclamas, evitadas hasta ahora por los populares, relacionan de manera directa y sin ambages la inmigración ilegal con los supuestos problemas de seguridad y de ocupación.
“Le pido el voto a todos aquellos que se dan cuenta de que Cataluña tiene los índices de criminalidad, de robos y de hurtos y de reincidencia de los más altos de España”, ha dicho Feijóo en un mitin en Cornellá de Llobregat (Barcelona). “Le pido el voto a aquellos que están a favor de la inmigración legal, pero [también a] los que no admiten que la inmigración ilegal se deje en nuestras casas, ocupando nuestros domicilios y nosotros no pudiendo entrar en nuestras propiedades. A esos les pido el voto, a todos ellos”, ha agregado el presidente popular. Feijóo ha participado en el mitin junto al candidato del PP, Alejandro Fernández, que también ha centrado buena parte de sus intervenciones durante la campaña en los problemas de seguridad que, a su juicio, golpean a Cataluña. Pero Feijóo ha dado un paso más allá de las misivas lanzadas hasta ahora por su partido, pisando el charco pantanoso de Vox.
Tras constatar que el PP experimentará un gran aumento en el número de votos el próximo domingo al fagocitar el electorado de Ciudadanos, la obsesión de Génova ahora ante el 12-M es rebasar a Vox con el mayor porcentaje posible, después de que el partido de Santiago Abascal quedara ocho escaños por encima del PP en las elecciones al Parlament celebradas en 2021. Un escenario más deseado aún como consecuencia de los últimos comicios vascos del pasado 21 de abril, cuando se frustró la meta de los populares de que Vox saliera del Parlamento vasco. Los ultras consolidaron el escaño que ya tenían por Álava, antiguo feudo popular.
Porque en el PP esperan cuadriplicar sus resultados en las urnas autonómicas, como auguran todos los sondeos. Pero el aumento se debe de momento al hundimiento de Ciudadanos y no principalmente a costa de Vox. El último sondeo de 40dB. elaborado para EL PAÍS y la SER indica que el Partido Popular subiría de tres diputados a 13 el 12 de mayo, mientras que la extrema derecha baja solo de 11 escaños a 10. Y en Génova son más conscientes de que el partido de Santiago Abascal logra mantener su espacio en Cataluña conforme se agota el tiempo de la carrera hacia las urnas, y pese al descenso que Vox experimentó en los comicios autonómicos y generales del año pasado. Y a nadie se le escapa que resisten con el foco puesto en la migración y en los presuntos problemas de seguridad que genera en Cataluña, comunidad con un alto índice de personas con origen extranjero, propagando bulos que atizan el miedo con datos manipulados. Así, para conseguir sus aspiraciones de captar el electorado de Vox, Feijóo ya no tiene reparos en divulgar ese discurso xenófobo.
“Ensanchar” el espacio
En esa estrategia por intentar capitalizar el voto de Vox, en Génova destacan también la importancia de contar en campaña con la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso acudió este lunes a Barcelona y volverá a Cataluña el jueves. Miembros de la ejecutiva reconocen el efecto que la dirigente madrileña podría tener en el votante de Vox mientras señalan que, al mismo tiempo, Juan Manuel Moreno puede arrastrar votos del PSC. El presidente de la Junta de Andalucía visita en paralelo las cuatro provincias catalanas entre este martes y este miércoles. Fuentes del partido admiten que ambos barones territoriales representan el contrapunto del espectro ideológico del PP —Moreno encarna una versión más moderada, sostienen, Ayuso la más dura—. Y los dos acuden a Cataluña en un momento en el que el PP pretende “ensanchar” su espacio electoral.
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En esa línea de tratar crecer por la izquierda y por la derecha, Feijóo ha vuelto a hacer un llamamiento a concentrar el voto “constitucionalista” en torno al PP para multiplicar escaños “porque Illa, ERC, y Puigdemont son lo mismo”. “Con Felipe González no mandarían los separatistas en España. Con Felipe González no se hubiese pactado con los separatistas en los ayuntamientos catalanes. Con Felipe González se hubiese hecho una España igual para todos. Porque es lo que era el PSOE antes y que ha dejado de serlo”, ha afirmado el líder del PP en Cornellá de Llobregat.
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