Alfonso Carrasco Rouco, obispo de Lugo y presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, ha puesto en valor la disposición al diálogo del Ministerio de Educación y Formación Profesional mantenida durante todo el proceso de realización de los currículos de Religión católica de Educación Infantil, de Primaria, de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.
Con fecha 24 de junio de 2022 han sido publicados en el Boletín Oficial del Estado los currículos de Religión Católica de Educación Infantil, de Primaria, de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Con ello llega a su término un proceso en que la jerarquía eclesiástica ha cumplido con su responsabilidad de determinar los contenidos del currículo, en conformidad con lo establecido en el marco jurídico vigente.
Mínima carga lectiva
El obispo ha lamentado la mínima carga lectiva de la asignatura de religión: «Resulta necesaria para dar un contenido concreto a la afirmación de la centralidad de la persona, al pedir una atención real al alumno en su identidad más propia, que implica tener en cuenta su cultura, su lenguaje, su religión, su familia, sus circunstancias particulares».
Además, ha subrayado que «esta prioridad dada a la persona del alumno nos parece irrenunciable para una comprensión adecuada de la educación, en la que ha de ser posible el reconocimiento de las identidades personales, de la libertad, de la pluralidad de tradiciones y cosmovisiones, así como los aprendizajes necesarios para el diálogo y para la convivencia pacífica».
Carrasco Rouco ha querido recordar que «la clase de Religión juega un papel decisivo para que la escuela pueda cumplir su misión de educación integral del alumnado».