Miguel Jiménez y Patricia de la Mota, ambos estudiantes de primer curso del Grado de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid.
Con la EBAU a la vuelta de la esquina, los aspirantes a la carrera de Medicina se encuentran en el ‘sprint’ final de estudio para conseguir la nota necesaria que les lleve a alcanzar su objetivo. A pesar de que la puntuación es importante, la actual generación de estudiantes del Grado coincide en que los interesados en acceder a dicha formación deben contar con una serie de aptitudes fundamentales, como la perseverancia, la estabilidad mental y, por supuesto, la vocación.
Antes de que Lucía Moral, actual estudiante de segundo año, entrase en el Grado ya le habían advertido sobre determinadas características que tenía que cumplir, como ser disciplinada y tener una gran fuerza de voluntad; pero durante su primer curso se dio cuenta de que había otras igual o más importantes que esas. “Hay que ser organizado, responsable y ser consciente de que estás estudiando una carrera en la que vas a tratar con gente, y eso va a requerir de ti muchas aptitudes bastante importantes”, ha afirmado a Redacción Médica.
Una vez se consigue entrar a Medicina, todos los aspirantes reman hacia el mismo objetivo: convertirse en médicos. Para conseguirlo, Miguel Jiménez, estudiante de primero, ha resaltado que el “factor social” tiene un “gran peso”, ya que, con compañeros y amigos, superar la carrera se vuelve “mucho más fácil”. “Cuando todo el peso que sostienes lo descargas sobre varias personas, o cuando os ayudáis a abordarlo, parece que el camino es más sencillo y liviano, sobre todo al ser una carrera larga y muy ardua”, ha informado.
¿Importa la vocación para estudiar Medicina?
A pesar de que algunos de los estudiantes que han participado en este reportaje afirman que la vocación es fundamental para cursar Medicina, otros no lo tienen tan claro. Es el caso de Juan Rodríguez, estudiante de primero, quien subraya que, en un primer momento “no hace falta” tener ese ‘amor’ por la profesión. “Yo creo que nadie entra del todo convencido, por mucho que se diga. Siempre se tienen dudas ya que es una formación larga y dura y, durante la carrera, vas viendo si esto es lo tuyo o no. Por ejemplo, en el primer año, empiezas a ver cadáveres, te llevas ahí un choque emocional y te planteas si esta profesión es la tuya”, ha explicado.
Dentro de las universidades, los profesores también valoran de forma positiva determinadas características que los estudiantes muestran durante su formación, como puede ser el “deseo” de ir a clase, el interés por la materia o la propia participación en el aula. En este sentido, Patricia Mota, quien está cursando primero, sí que reconoce que, aunque todas las aptitudes de los futuros médicos “son valoradas”, sí que destacan las de aquellas personas que muestran un interés “mayor” por la profesión, y que se reflejan durante su tiempo estudiando.
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