“Sospecho que tendremos que sacarlo a patadas”. La confesión de un legislador británico es el ánimo que se vive en el Partido Conservador, que ha puesto el acelerador para forzar la renuncia del cada vez más incómodo primer ministro, Boris Johnson.
El aún jefe de Gobierno del Reino Unido, que ha demostrado tener más de siete vidas, ha dicho de todas las formas que no piensa dimitir. Sin embargo, su suerte estaría echada.
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La avalancha de ministros que ha renunciado al gabinete en los últimos días lo ha puesto al borde del precipicio otra vez pues apenas hace un mes sobrevivió a una moción de censura.
Sobre la incertidumbre que se cierne sobre Johnson conversamos con Javier Carbonell, profesor asociado de Sciences Po e investigador doctoral en la Universidad de Edimburgo.
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—¿Boris Johnson se podrá salvar esta vez?
Es muy difícil de decir porque la situación es muy incierta, pero si tuviera que apostar, apostaría a que no se salva. La convención normal en estos casos, por ponerlo en términos ingleses, es que el caballero se retire, pero él ha dicho que no lo hará y parece bastante improbable que se vaya a salvar, pero depende mucho de él.
—¿También tiene que ver con su personalidad?
Lo curioso es que esta crisis del Partido Conservador es una crisis de Boris Johnson, del personaje. Sí hay una situación de inflación y de crisis económica en el país, pero no hay grandes problemáticas del gobierno. Se trata, sobre todo, de una molestia de la población y del partido respecto a la personalidad de Johnson, porque ha mentido varias veces, se ha saltado las normas y lo han condenado por ello.
También hay que tener en cuenta que muchos de los ministros que han dimitido lo han hecho porque quieren ser los nuevos líderes del Partido Conservador, y por tanto todos están muy atentos a cómo quedan ante el electorado para los siguientes comicios, por eso hay tantas renuncias y tanta gente posicionándose para la carrera de primer ministro.
Es el caso de los renunciantes Rishi Sunak (exministro de Economía) y Sajid Javid (exministro de Sanidad), y también se baraja el nombre de Nadhim Zahawi, que recién ha ingresado al gabinete.
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—¿Cómo está quedando el Partido Conservador ante los británicos? ¿Se alista el momento de los laboristas?
Precisamente, el Partido Laborista (centroizquierda) tiene mayor intención de voto desde que empiezan todos los escándalos de Boris Johnson. No es que los laboristas estén haciéndolo mucho mejor, sino que el Partido Conservador, y especialmente Johnson, lo está haciendo muy mal de cara al público. Aunque todo es muy incierto, es improbable que haya elecciones porque a ningún conservador le interesa ahora que haya una elección general, porque los laboristas, por ahora, tienen ventaja.
Si ahora hay un nuevo primer ministro, veremos si el problema de los conservadores tiene que ver con el partido o si realmente es un problema de Boris Johnson.
—¿Cómo será recordado Boris Johnson?
Como el mentiroso del ‘brexit’. Su figura será recordada por dos elementos: todos los escándalos que ha tenido por saltarse las normas, todas las mentiras y el comportamiento público, digamos, bastante llamativo; y la salida del Reino Unido de la Unión Europea y, por su intermedio, la aprobación de un ‘brexit’ bastante duro.
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