CAMAGÜEY.- El Día del Son Cubano, institucionalizado como tal desde el 8 de mayo del 2021, tuvo un anticipo el domingo con la acción de baile simultáneo en el país, para implantar el récord de la rueda de casino más grande del mundo.
La Plaza de San Juan de Dios debía ser la sede, pero la lluvia vespertina en la ciudad hizo mover a bailadores y públicos hasta el auditorio Iván Hidalgo Funes, para contribuir desde el territorio a esa aspiración nacional.
Las dificultades con el transporte limitaron la participación de varios municipios, aunque lograron confluir 102 bailadores, en representación de siete ruedas de casino de Camagüey, Santa Cruz del Sur, Nuevitas, Minas, Florida y Esmeralda.
Por la estadística nacional, se registraron 2 946 participantes de 142 ruedas simultáneas, sumadas al Proyecto Retomando el Son Bailando Casino, algo con mucha lógica porque el son está entre las raíces del casino, esa síntesis de bailes populares y tradicionales.
Debemos a un sonero por excelencia la marca del 8 de mayo como Día del Son Cubano. Se trata de Adalberto Álvarez (1948-2021), habanero de nacimiento pero autonombrado camagüeyano orgulloso de su arraigo.
En el año 2012, el son fue declarado patrimonio cultural de la nación; y casi una década después cuajó la fecha escogida de este mes para la celebración, justo con el natalicio de Miguel Matamoros (1894) y Miguelito Cuní (1917)
Camagüey estaba en los planes de Adalberto para el Día del Son Cubano, una travesía que dibujaba con armonía, sincronización y elegancia, rasgos que se logran en la rueda de casino.
El evento, con el auspicio aquí del Centro Provincial de Casas de Cultura y la colaboración de la Sucursal de ARTEX y el INDER, entraña el compromiso vital con el legado de un músico notable para la identidad cultural cubana.
