Bertha Gutiérrez, María Muñoz y Celia García.
Es habitual que aquellos estudiantes que deciden hacer la carrera de Medicina una vez finalizada la EBAU formen parte de las “mejores notas” de la prueba, debido a la exigencia que tiene el grado sanitario en cuanto a su acceso. Sin embargo, estos alumnos brillantes ‘cojean’ en una parte imprescindible de su formación, la ortografía, una pieza “clave” en la siguiente prueba de acceso a la Universidad, ya que estas faltas empezarán a penalizar hasta un 10 por ciento en el examen. Además de algunos fallos ortográficos, los profesores que han analizado en Redacción Médica esta situación, señalan como uno de las grandes problemas la falta de vocabulario
Bertha Gutiérrez, profesora de Historia de la Ciencia en la facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, admite a este diario que lo que ve de manera más frecuente es una falta de vocabulario “total y absoluta”. “Te levantan la mano en clase para preguntarte qué significa una palabra que acabas de utilizar, y a veces son términos que forman parte del título de una pregunta de un tema. En mi caso, por ejemplo, en la frase ‘causas de la regresión de la lepra’, me preguntaron qué significaba la palabra ‘regresión’, y lo mismo con la expresión ‘es propio de’, son palabras que forman parte del lenguaje común”, indica.
La docente señala que en el grado de Medicina están detectando, además, que la comunicación médico-paciente peligra “gravemente”. “No te puedes comunicar con el paciente a través de Whatsapp, tienes que hablar con él y estos alumnos que van llegando en las últimas promociones tienen un grave problema de comunicación. Muchos nos dicen que, cuando acaban la carrera, no saben cómo empezar a hablar con el paciente“, explica.
Los exámenes en el grado están muy orientados ya a contenidos del MIR, por lo que la mayoría son en formato de tipo test, en los que es difícil valorar esta cuestión. Sin embargo, la profesora en el Área de Historia de la Ciencia de la Universidad de Málaga, Celia García, señala que ha detectado más dificultades en poder redactar un texto “de forma coherente” y con una buena comprensión de la pregunta: “En mi opinión se ve muy claro que, cuando los alumnos están habituados a leer, redactan de una forma mucho mejor, más clara, y no tienen faltas de ortografía”.
“Cuando se trata de carreras sanitarias o científicas, la nota de corte no asegura una mejor corrección a la hora de escribir”
Faltas de ortografía en Medicina
En relación a las faltas más frecuentes en el grado de Medicina, Bertha recoge que está bastante generalizado el uso incorrecto de acentos. “En la facultad de Medicina se está promocionando el uso de exámenes tipo test para entrenarlos de cara al MIR, con lo cual no tienen mucho que escribir. En las asignaturas que imparto yo, les hago hacer exámenes escritos y por eso soy consciente de que cometen estas faltas en los acentos”, reconoce.
Otror errores habituales pueden ser el poner ‘h’ cuando no se debe, o viceversa: “Me he encontrado ‘haber’ escrito sin h, con v, aunque esto no es que sea tan frecuente como con los acentos, depende del tipo de estudiante”. En relación a la terminología, Bertha también ha detectado un “bajón”, ya que “hasta hace unos años”, estos alumnos tenían un bagaje léxico mayor y eran capaces de relacionar palabras del castellano común con sus orígenes griegos o latinos, pues conocían el significado de buena parte de los prefijos que se usan en Medicina. “En la actualidad, no son capaces. Al disminuir su conocimiento global de la lengua española, disminuye su capacidad para deducir estos significados”, comenta.
Ayuda de la IA para evitar faltas ortográficas en Medicina
Estos estudiantes de Medicina, a la hora de enfrentarse a extensas redacciones escritas, llegan a emplear ciertas “ayudas” como la Inteligencia Artificial para evitar fallos ortográficos. Sin embargo, María Muñoz, profesora ayudante de Historia de la Ciencia de la Universidad Miguel Hernández de Elche, confiesa a este diario que suele ver estas faltas y que, cuando no las hay, suele ser por el uso de esta ayuda externa. “Creo que la nota de corte, cuando la formación es científica, no asegura una mejor corrección a la hora de escribir“, reconoce.
Su opinión personal es que “no está mal que les bajen la nota en selectividad” por las faltas ortográficas y lo ve como un aliciente “para que aprendan a escribir”. María añade que en Medicina escriben de media “mejor que en otros grados sanitarios”, pero también hay faltas. “Sobre todo son tildes, concordancias, argumentación, conectores y dificultad a la hora de construir textos. Los mayores fallos son en lenguaje de tipo común, palabras complejas pero de cultura general, y no tanto con la terminología más específica médica, que la ven más a menudo y no les cuesta tanto”, concluye.
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