Ha terminado su primer maratón en Madrid. Se llama Pablo Sánchez pero en el dorsal firmó como ‘Pablo Racing’. Un racinguista hasta la médula. Ahora vive en Madrid pero esta conversación es como si la tuviésemos en Santander, como si volviésemos a ser niños.
Pablo, eres el maratoniano del Racing de Santander.
Sí, me gusta correr con su uniforme
¿Y cuál fue tu primer equipo del Racing?
El primero es el del ascenso en el año 93 cuando volvió Quique Setién, con el Tuto Sañudo y con el gol de Míchel Pineda en Sarriá en la promoción frente al Español. Y luego al año siguiente con Irureta en Primera, que fue espectacular. Todavía recuerdo la alineación.
Y yo también: Ceballos; Torrecilla, Merino, Pablo Alfaro, Zigmantovich, Geli; Esteban Torre, Quique Setién, Popov, Mutiu y Radchenko.
Y no me gustaría olvidarme de Gelucho, que entraba en casi todos los partidos, ni de David Villabona, que vino a mitad de temporada.
Han pasado 31 años.
Yo era un chaval de Cuatro Caminos de Santander. Estudié en el colegio Cumbres. Luego, en los Salesianos. Ése era mi hábitat, sí. Vivíamos por el centro.
¿Y quién te metió el racinguismo en vena?
Mi abuelo Valentín, que era racinguista hasta la médula. Fue hasta compromisario. Y gracias a él tomé conciencia, me hice socio porque el Racing me identifica con mi tierra, con mis colores, con el equipo de mi ciudad y lo llevo a gala para siempre.
Hasta corriendo.
Tengo la costumbre de correr con el uniforme del Racing, sí. La gente me ve con la camiseta del Racing y me habla de ‘la tierruca’ y me gritan ‘aupa Racing’. Incluso te puedo contar que en la San Silvestre de Castellón, que está muy alejado de Santander, escuché ese ‘Aupa, Racing’, y te pega un subidón que no puedes evitar.
Te emocionas.
Sí, sí, es que me gusta. Incluso en este maratón de Madrid, que ha sido mi primer maratón, tenía claro que debía ser con la camiseta del Racing y que no podía ser de otra manera.
¿Y qué has sentido al terminar tu primer maratón?
Con el paso de los días, una alegría inmensa. Lo he conseguido. Llevo toda la vida soñando con terminar un maratón. Ahora puedo decir que he hecho la distancia mítica. En el momento no lo valoré así, porque estaba muy cansado. Pero ahora, cada día que pasa, me siento más orgulloso.
No pudiste celebrarlo con un baño en El Sardinero.
Pero lo haré este verano, si Dios quiere. O si el Racing juega el play off. Entonces me escaparía para ver el partido.
¿En qué se parece la pasión por el fútbol con la de correr?
Creo que son compatibles. Pueden rivalizar. Para mí, correr es uno de los momentos del día. Me da equilibrio. Hay semanas que salgo a correr seis días porque, para mí, representan esa manera de ver la vida con el vaso medio lleno. Pero el Racing es esa pasión que llega el fin de semana o que estás esperando toda la semana como esta con ese partido tan importante frente al Mirandés para consolidarnos en el play off.
¿Y entonces?
Cuando terminas de correr es verdad que te sientes capaz de todo. Pero el Racing es la pasión que te hace sufrir, incluso en ocasiones más que la maratón.
Eres un abogado laboralista de 42 años.
Sí. Me dedico profesionalmente al mundo del Derecho. Trabajo en esa especialidad. Tengo la suerte de ejercer mi vocación.
¿Y en qué se parece un maratón a un juicio?
En la pasión que hay que poner en toda la preparación. Al final, somos el resultado de lo que nos preparamos. Y no siempre que lo preparas sale el resultado bueno. Pero si quieres que salga la única manera es prepararse.
¿Y todos los juicios se preparan como un maratón?
Hay algunos que se preparan como unos 10k, otros como una media y otros como una prueba de ultrafondo de 100 km. Cada uno es diferente. Pero te adaptas al tipo de juicio como al tipo de prueba. Pero, sí, hay juicios que son auténticas maratones.
¿Dónde se está más cómodo: en el km 35 del maratón o en la grada viendo al Racing jugarse el play off de ascenso?
Es difícil la respuesta porque en el km 35 del maratón encontré al muro. Yo creía que no me iba a pasar. Me tocó regular. Pero sabía que bajando la marcha llegaría. Sin embargo, en un play off en el último partido, a la espera del gol que te dé el ascenso, puede ser de auténtica incertidumbre.
Además, no depende de ti.
Es la diferencia con el maratón, sí. Yo puedo mirar las pulsaciones en el maratón. Sabes como vas. Te puedes vigilar. Evitas la zona roja. Sin embargo, cuando estás en la grada…, no puedes hacer nada porque no depende de ti.
¿Cuál ha sido el gol del Racing que no desaparece de la memoria?
Hay varios. Pero el de Iván Bolado que nos metió en el año 2007-2008 en la UEFA con Marcelino. Era tocar el cielo. Yo estaba en la grada. Tuve esa fortuna. No se me puede olvidar.
¿Y de niño?
El gol de Radchenko en San Mamés en el último minuto en la temporada 93-94 con aquella vaselina a la carrera.
Yo también estaba ahí. Hice la crónica.
A mí no se me olvida nunca porque es uno de esos partidos como el 5-0 que le ganamos al Barcelona de Johan Cruyff o el 3-1 al Madrid de Valdano en la época de Vicente Miera, que hicimos una segunda vuelta espectacular.
No podemos terminar la entrevista sin hablar de Nando Yosu.
Ése sabio. Fernando Trío Zabala. Me contaron una anécdota de él en 2006 cuando logró la permanencia el Racing ante Osasuna en el último partido. Les dijo a todos los jugadores en el vestuario, ‘por favor, hacerlo por ellos, por la afición’ como sólo sabía decirlo él. Tenía esa capacidad de conectarnos a todos, a la grada, Fernando Trío Zabala, Nando Yosu, qué grande
Era un discurso simple, sin retórica.
Era un gran racinguista. Ver la placa suya en el estadio no se merece menos, su nombre de las instalaciones en La Albericia. Mi abuelo me hablaba de él cuando jugaba y también me decía que el mejor era Rafael Alsua, un extremo zurdo que llegó a jugar en el Madrid. Decía que era el mejor que ha visto, incluso por encima de DiStéfano. Si lo decía él por algo sería.
Tu abuelo Valentín te vería desde el cielo cruzar la meta en el maratón.
Sin duda. Mi abuelo siempre fue muy especial. Fue un gran racinguista. Una gran persona, llena de valores, de esas generaciones en la que nos tendríamos que mirar más.
Si el Racing juega el play off, ¿pondrás en el balcón de tu casa en Madrid la bandera del Racing?
Venga, sí, me has dado la idea. Seguro. Me parece bien. Lo pondré.
¿Te imaginas celebrando el ascenso?
En el último estaba en el campo en el año 2002 con el gol de Moratón al Atlético. Ese Racing tenía muy buena pinta con Quique Setién, Nando Yosu, Manolín Preciado. Pero ahora, a los 42 años, sería una alegría tan grande revivir esas mismas cosas. No me lo quiero ni imaginar, porque ahora no es como en el 93. Yo era muy joven y el Racing no había estado como ha estado estos años al borde de la desaparición. Lo valoras todo más.
¿Qué es Santander para ti?
Mi patria chica y el mar. El olor a mar. Cuando uno llega y baja del tren sabe que huele a salitre, y es el mar, y es El Sardinero, y es el Paseo Pereda y es la bahía más bonita del mundo y todo eso me recuerda que yo allí he sido muy feliz y que volveré, porque siempre volveremos.
O sea, que volverás a correr un maratón.
Sí, a iniciar el proceso y el camino dentro de un año.
