- La conciencia cristiana hoy
- Su condena
- Comunión y Liberación en Italia
- Para los jóvenes católicos
- Articulación histórica del carisma
- Compromiso cristiano en política
- Pérdida de iniciativas y adhesiones
Hay dos razones principales por las que hacen de este libro uno de los más interesantes que he leído en no poco tiempo.
La primera, porque plantea la cuestión de si es posible hacer una política “católica”. Es decir, cómo aplicar la Doctrina Social de la Iglesia en la política hoy.
La segunda, he entendido con este libro algunas de las causas de lo que pudiéramos llamar la “crisis” de Comunión y Liberación.
Si a estas razones le añadimos una reflexión sobre la personalidad de Roberto Formigoni, el círculo se cierra.
La conciencia cristiana hoy
Comencemos brevemente por esta última cuestión. Formigoni, líder del Movimiento Popolare, presidente de la región más rica de Italia de 1995 a 2013, eurodiputado, senador, presidente de los Cristianos Demócratas Unidos, etc. es uno de los políticos italianos contemporáneos más interesantes.
Se podría decir que Formigoni es el último demócrata-cristiano con poder que ha habido en la historia. Ahí lo dejo. El último capítulo del libro, en el que Formigoni hace una mapa de los retos a los que se enfrenta la conciencia cristiana hoy, me parece ejemplo de su talla personal e intelectual.
Su condena
Formigoni es miembro de los Memores Domini, la rama de consagrados, -perdónenme que utilice esta expresión-, de Comunión y Liberación.
Un político, que en el contexto de la agitada realidad italiana, fue condenado, según él y los suyos injustamente, por una causa que llamaríamos de desviación de fondos, en el caso Maugeri, relacionado con un modelo público-privado de financiación de los hospitales de los Hermanos de san Juan de Dios. Una condena que hizo que incluso fuera a la cárcel.
Un proceso que hay que enmarcar en el contexto de los efectos de Mani Pulite, es decir, de la alianza entre determinados sectores judiciales con la izquierda italiana en persecución de sus contrincantes políticos.
También aparecen en este libro otras cuestiones, sobre la vida íntima de Formigoni, que pertenecen a la naturaleza pecadora de todo hombre, y que dejan al lector perplejo por la sinceridad y valentía con la que las afronta.
Comunión y Liberación en Italia
Vayamos a los dos núcleos principales. El primero es el efecto que Comunión y Liberación ha tenido, no sólo como realidad eclesial, es decir, como dato de propuesta cristiana, en la historia reciente de Italia.
Formigoni conoció de joven Comunión y Liberación de la mano, todo hay que decirlo, de Ángelo Scola. Se apasionó por implicarse en el cambio del mundo, de la historia, a través, inicialmente del Movimento Popolare (MP) –una experiencia pre-política que ya quisiéramos en España-. Continuador del Movimiento social católico, el MP es fruto de la tensión por la aplicación de la Doctrina social de la Iglesia.
De ahí su compromiso político posterior en los entornos de la Democracia Cristiana. Toda una lección de una de las más altas forma de ejercicio de la caridad social, alejada de fáciles identificaciones de derecha e izquierda, con una notable capacidad técnica pero teniendo claro los principios y los núcleos de prioridad política.
Para los jóvenes católicos
Ojo que este libro, que explica cómo se puede hacer política con base de propuesta cristiana en el complejo mundo en el que estamos, es una interpelación a los jóvenes para que asuman la exigencia del compromiso en el mundo a través de un juicio adecuado sobre la realidad.
Parece que los jóvenes católicos están muy a gusto en lo que tiene que ver con lo litúrgico, las oraciones, las exposiciones con el Santísimo, etc. Y esto es muy importante. Pero este libro es una invitación a dar un paso más, a mancharse las manos en el compromiso político, que es siempre una exigencia de la fe por su dimensión política, pública, cultural. Si no, la fe privada, el individualismo creyente, entra en riesgo de patologías.
Articulación histórica del carisma
La segunda cuestión que no quiero dejar pasar es lo que ha ocurrido en Comunión y Liberación en los últimos tiempos. Advierto que no creo que haya que relacionar directamente lo que voy a decir con la intervención pontificia. Pertenece al orden de la articulación histórica del carisma.
Formigoni, de una forma delicada, pero con claridad, lanza una serie de interpelaciones sobre cómo se ha gestado esa articulación del carisma en los últimos tiempos, desde lo que se llega a denominar “la opción religiosa”. Y lo hace con una experiencia no desdeñable de comunidad.
Compromiso cristiano en política
Ya en las primeras páginas, 84, afronta la cuestión de cómo tiene que ser el compromiso cristiano en política, si cristianismo de presencia o de mediación, si la propuesta cristiana, si la propuesta de la Doctrina Social de la Iglesia –influida por determinados jesuitas en ese momento-, por el hecho de ser signo de contradicción, debe ser preterida o limitada-limada.
Don Giussani rompe el saque de los términos en los que se planteaba esta cuestión en ese momento, la lleva a otros horizontes. No convertirse, como dice Formigoni, en una “falange hostil para los que piensan distinto” sino que “precisamente la diversidad de las identidades y de las experiencias” es lo que debía enriquecer el diálogo.
Cuando el lector llega a la página 213, se encuentra que hace los siguientes juicios sobre la marcha del carisma de Comunión y Liberación.
Pérdida de iniciativas y adhesiones
El primero referido a la Compañía de las Obras, una de las iniciativas más relevantes de este Movimiento: “La CdO ha decaído progresivamente y ha perdido en gran medida el impulso de juicios, iniciativas y adhesiones”.
Y añade: “Comunión y Liberación ha enrarecido progresivamente la expresión de juicios sobre la situación cultural, social y política de nuestro país y del mundo. Incluso ante cambios epocales y la emergencia de cuestiones gravísimas como las de la naturaleza antropológica”.
Más: “Se ha impuesto un silencio sepulcral, casi una especie de damnatio memoriae, sobre muchas obras y muchas batallas llevadas a cabo a los largo de varios años de acción cultural, social y administrativa, que en su momento encontraron un fuerte apoyo y aprecio en don Giussani y en otras eminentes figuras de la Iglesia”.
Nada más que añadir. A pensar, debatir, dialogar y a rezar esta interpelación, este aldabonzazo a la conciencia cristiana.
Una extraordinaria aventura política
Roberto Formigoni
Encuentro
