La única y verdadera Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en San Francisco, está ubicada en el 906 de Broadway Street, a las afueras del Barrio Chino.
Desde el mes de enero cuenta con un nuevo dueño, y al llegar a reportarlo, descubrimos que los azulejos del mosaico que enmarcan a la virgen se estaban cayendo a pedazos.
“Era un poco triste porque se veía que estaba descuidado, y para mí no debía ser porque ya estaba protegido por la ciudad, debía tener más protecciones”, explicó
Miguel Ángel Molina, seguidor de la Virgen de Guadalupe.
Se supone que la iglesia es un monumento histórico desde 1993, y Miguel Ángel participó de esa lucha desde los 8 años de edad.
“Mis papás, mis abuelos estaban en el movimiento para preservarlo”, indicó Miguel Ángel.
Telemundo 48 contactó a la ciudad el pasado 27 de marzo para reportar la situación y nos respondieron “el mosaico que usted mencionó es una parte importante de Nuestra Señora de Guadalupe que debe preservarse bajo la designación formal de monumento de la ciudad. Nuestra oficina comenzará a trabajar para obligar al propietario a mantener la estructura, como es su requisito”.
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Lo que no es claro es desde cuándo empezó este deterioro y si los dueños anteriores, tomaron alguna acción para preservar el mosaico.
Sin embargo, sí se sabe que uno de estos dueños, tiene un historia interesante, como nos lo relató en su momento, Aaron Peskin, supervisor del distrito donde está la iglesia.
“La iglesia y el edificio aledaño fueron vendidos a una organización muy misteriosa que pagó mucho más de lo debido, $7 millones, cuando nadie creía que costaba más de $3 millones”, afirmó Peskin.
EL supervisor agregó que luego resultó que el comprador estaba usando dinero de uno de los oligarcas rusos de Vladimir Putin.
Una investigación del periódico digital San Francisco Standard reveló que ese oligarca ruso terminó en la lista de los sancionados por Estados Unidos a raíz de la guerra en Ucrania, sus bienes fueron congelados, y eventualmente la iglesia rematada.
Durante décadas para Miguel Ángel y los seguidores de la virgen lo importante es que se preserve la iglesia por lo que atestiguar cómo se caían a pedazos los azulejos, era descorazonador.
“Se puede criticar porque se deben preservar a todos los monumentos igualmente”, aseveró Miguel Ángel.
El primero de mayo la ciudad a través de un correo electrónico nos confirmó:
“Hemos abierto una investigación sobre el estado del mosaico y del edificio en general. La ley de la ciudad exige que el propietario actual la mantenga. En caso de no hacerlo, comenzarán a acumularse penalidades diarias”.
