Durante la parrilla del GP de China, se vio a Alonso hablar con Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA. Y si era una conversación para transmitir inquietud y preocupación, el piloto español tenía motivos. En las últimas tres carreras, Fernando ha recibido dos sanciones por acciones más bien grises, no flagrantes, que le han cargado con seis puntos de penalización en su superlicencia. A los doce puntos en un periodo de doce meses, el piloto recibe una carrera de suspensión. Todos coinciden en el paddock en que el asturiano está lejos de ser agresivo o alocado en la pista, por eso chirría tanto la dureza reciente de los comisarios.
En Australia, aunque le declararon “no culpable” del accidente de Russell (ni siquiera se tocaron), le aplicaron 20 segundos de castigo (y tres puntos de penalización) y perdió dos posiciones, del sexto al octavo, acusado de “conducción potencialmente peligrosa” por una frenada levemente anticipada en la curva seis de Albert Park. En Shanghái, el leve toque con Sainz que obligó al propio Fernando a abandonar después de una pelea tensa, emocionante, se saldó con 10 segundos y otros tres puntos, cuando fácilmente se pudo resolver como incidente de carrera.
Mike Krack, jefe de la escudería, fue crítico por la aparente falta de consistencia de los comisarios: “Queremos acción en el esprint. Tuvimos una lucha dura, nos fue mal deportivamente y además recibimos una penalización. Queremos ver peleas como la que vimos (entre Sainz y Alonso), aunque acabase mal para nosotros fue una gran pelea. Después, pasar horas con los comisarios no es justo. Luego en la carrera hay otro incidente, un coche empuja a otro en la curva seis y no hay sanción. Los dos Ferrari se empujan fuera uno a otro (Leclerc a Sainz) sin dejar hueco en la salida y no hay nada. Fernando, de primeras, 10 segundos”.
Otros accidentes más sonados tuvieron menor castigo
En 2024 se acordó entre los equipos elevar a 10 segundos la sanción mínima para quien provoque un accidente, antes era de cinco; pero muchas acciones no se investigan o se pasan por alto (en la primera vuelta o las resalidas tiende a haber mano blanda) y otras se penalizan con dureza. Por contextualizar: Hamilton recibió 10 segundos (y dos puntos) por el peligroso accidente que mandó a Verstappen al hospital en Silverstone 2021 (el inglés ganó aquella carrera); y Max fue sancionado con tres puestos en la parrilla posterior tras aparcar el Red Bull sobre el Mercedes en la primera curva de Monza, también en 2021.
No hace falta tirar de memoria. La peligrosa resalida de Australia 2023 tuvo varios incidentes. Sainz tocó a Alonso, que acabó trompeando, y recibió cinco segundos (que le hicieron caer del 4º al 12º) y dos puntos. Más atrás, Sargeant se llevó por delante a De Vries sin sanción (Stroll recibió 10 segundos y dos puntos por una acción similar sobre Ricciardo el pasado domingo). Y Gasly, que se salió de pista, volvió sin control al asfalto y chocó violentamente con Ocon en un aparatoso accidente que suspendió el final de la carrera, no tuvo sanción alguna. Entre tanto, voces autorizadas del paddock deslizan que mientras Fernando o Stroll son blancos fáciles de las sanciones, otros pilotos en acciones similares tienden a pasar mucho más desapercibidos. “Mejor no correr los esprints, ahorramos neumáticos y puntos de penalización”, reconoció Fernando a AS tras el GP de China. Y no le falta razón.
