Infaltables: Las verduras que no pueden faltar en la dieta diaria, repletas de magnesio que ayudan a los riñones

Llevar a cabo una alimentación saludable y equilibrada es vital para que el cuerpo y sus órganos gocen de buena salud. La mayoría de nutriólogos recomiendan incluir en las dietas alimenticias frutas, legumbres, proteínas y verduras que estén frescas y sean nutritivas.

Precisamente, hay ciertas verduras que no solo son ricas en magnesio, sino que también ofrecen beneficios específicos para la salud renal, ayudando a mantener los riñones en óptimas condiciones, esto por su alto contenido en magnesio.

Una de ellas es la espinaca, la cual es conocida por su alto contenido de nutrientes, y que a su vez son una excelente fuente de magnesio. Esta, además, ayuda a regular la presión arterial y previene la formación de cálculos renales. Las espinacas también son ricas en antioxidantes que combaten el estrés oxidativo, reduciendo el riesgo de enfermedades renales.

En esa línea, el brócoli es otro vegetal que juega un papel fundamental en la salud renal, pues este es rico en magnesio y bajo en oxalatos, lo que lo convierte en una opción ideal para aquellos propensos a desarrollar cálculos renales. Además, su alto contenido de fibra promueve la salud digestiva y ayuda a mantener un peso saludable, lo cual es beneficioso para la salud renal.

La acelga también es una verdura rica en magnesio y, por tanto, crucial para la salud renal. Su consumo regular puede beneficiar la función renal y prevenir enfermedades. Además, es una excelente fuente de fibra, vitaminas y antioxidantes. Incorporar acelga en la dieta diaria promueve la salud general y contribuye a mantener un sistema renal saludable.

Beneficios del magnesio

De acuerdo con información del National Institutes of Health (NIH), el magnesio es un nutriente que el cuerpo necesita para mantenerse saludable y que, dentro del organismo, se encarga de regular el funcionamiento de los músculos y el sistema nervioso; equilibrar los niveles de azúcar en sangre; controlar la presión sanguínea; y contribuir en la formación de proteína, masa ósea y ADN.