Las tensiones entre Joe Biden y Benjamin Netanyahu han aumentado desde el inicio de la guerra en Gaza y el ataque israelí en el que murieron siete voluntarios de una ONG llevó a una fuerte crítica entre países tradicionalmente aliados.
Tres días después del ataque, los líderes de EEUU e Israel mantuvieron una conversación telefónica en la que el mandatario estadounidense dejó clara su nueva posición ante el conflicto entre Israel y Hamas, y la crisis humanitaria en la que viven desde hace casi seis meses los habitantes en la Franja de Gaza.
Biden, que se ha mostrado mesuradamente crítico de su “viejo aliado” Netanyahu, a quien conoce desde sus días como senador, sugirió que EEUU podría cambiar su tradicional política de ayuda incondicional a Israel si no hace nada para proteger a la población civil.
Tan solo unas horas después de la conversación telefónica Israel anunció permitirá la entrega “temporal” de ayuda a través de su frontera con el norte de la Franja de Gaza, reabriendo el paso de Erez por primera vez desde los ataques del 7 de octubre que desencadenaron la guerra.
“Israel permitirá la entrega temporal de ayuda humanitaria a través de Ashdod y el puesto de control de Erez”, anunció la oficina del primer ministro. Esta puede ser una señal de que Israel toma en serio las fuertes advertencias que Biden hizo por teléfono.
El presidente de EEUU también se ha visto en una encrucijada por las crecientes críticas en su partido y en su base por su apoyo a Israel, lo que ha hecho temer que el conflicto pueda influir en los votos a su favor en las elecciones de noviembre.
El comunicado de la Casa Blanca sugiere que la llamada entre los dos líderes fue tensa por momentos, al punto que funcionarios del gobierno salieron después a aclarar momentos o las razones detrás del tono de la conversación.
Karine Jean-Pierre, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo en conferencia que Biden y Netanyahu se conocen desde hace décadas y por eso el mandatario estadounidense puede hablar con esa confianza con el primer ministro israelí.
Mientras que el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby dijo que el tono duro de Biden en esta llamada reflejó su “frustración”.
“Sí, ha habido una creciente frustración”, dijo Kirby, cuando se le preguntó si la llamada reflejaba la frustración de Biden por el hecho de que Netanyahu no respondiera a las peticiones de Washington.
Biden reforzó sus cuestionamientos a Israel luego de que el Ejército de ese país matara a siete voluntarios de World Central Kitchen, una organización que se encarga de dar alimentos a zonas afectadas por desastres.
Estos fueron los tres momentos clave en la llamada telefónica entre Biden y Netanyahu.
EEUU podría condicionar su tradicional ayuda a Israel
Pese a que históricamente EEUU e Israel han sido grandes aliados, Biden advirtió a Netanyahu durante la llamada que, a partir de ahora, la ayuda que brinde su gobierno estará condicionada y dependerá de las acciones que tome para garantizar la seguridad de los civiles de Gaza.
Biden “dejó clara la necesidad de que Israel anuncie y aplique una serie de medidas específicas, concretas y cuantificables para abordar los daños a civiles, el sufrimiento humanitario y la seguridad de los trabajadores humanitarios”, dijo la Casa Blanca en un comunicado tras la llamada.
El presidente de EEUU “dejó claro que la política estadounidense con respecto a Gaza estará determinada por la evaluación que hagamos de la acción inmediata de Israel sobre estos pasos”, dice el documento.
La respuesta de Israel ante esta petición de Biden fue rápida, ya que este mismo jueves anunció la reapertura del paso de Erez para que por ahí entre la ayuda humanitaria.
“Este aumento de la ayuda evitará una crisis humanitaria y es necesario para garantizar la continuación de los combates y alcanzar los objetivos de la guerra”, dijo la oficina del primer ministro israelí en un comunicado. El anuncio no detallaba las cantidades ni los tipos de artículos que se dejarían entrar.
Además permitirán la entrada de la ayuda a través del paso fronterizo de Erez y el puerto de Ashdod, a unas 25 millas al norte de Gaza, las autoridades israelíes también consentirán “un aumento de la ayuda jordana a través de Kerem Shalom”, un paso fronterizo en el sur de Israel, dice el comunicado.
La presión internacional sobre Israel por la grave crisis humanitaria en Gaza se multiplica, por ello tal vez Netanyahu no quiera perder a EEUU como aliado, ya que es la primera vez que el presidente estadounidense sugiere que EEUU podría condicionar su ayuda.
Israel ha recibido más de 300,000 millones de dólares en ayuda militar y económica desde su fundación en 1948, ajustados a la inflación, de acuerdo con el Consejo de Relaciones Exteriores. Israel es el “mayor receptor acumulado de ayuda exterior estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial”, y recibió una “importante ayuda económica” entre 1971 y 2007, según un informe de 2023 del Servicio de Investigación del Congreso (CRS).
Por su parte, el secretario de Estado Antony Blinken declaró a la prensa este jueves en Bruselas que el apoyo estadounidense se reduciría si Israel no realizaba ajustes significativos en su forma de llevar a cabo la guerra. “Si no vemos los cambios que necesitamos ver, habrá cambios en nuestra política“, dijo.
La crisis humanitaria en Gaza es “inaceptable”
La crisis humanitaria en Gaza, asediada y al borde de la hambruna, ha ido en picada desde el inicio de la guerra, en la que 33,037 gazatíes han muerto, la mayoría mujeres y niños, según el último balance de Hamas.
La dura campaña aérea y terrestre israelí ha destruido amplias extensiones de la Franja, desplazado en torno al 80% de sus 2.3 millones de habitantes y desencadenado una crisis humanitaria.
La mayoría de la población en el enclave tienen dificultades severas para obtener comida, y se estima que 1.1 millones de personas, enfrenten el más alto nivel de hambre severa en las próximas semanas, de acuerdo con un informe de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), un organismo que monitorea el hambre a escala mundial.
En el norte de Gaza, que fue el primer blanco de la invasión, vecindarios enteros han sido arrasados y muchos residentes se han visto obligados a alimentarse con comida para animales.
La ONU advirtió en marzo que las severas restricciones de Israel a la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, junto con sus continuos ataques, podrían considerarse como el uso de la hambruna como “arma de guerra”.
Urge un cese al fuego en Gaza
Este jueves, sin embargo, Biden le dijo a Netanyahu que “un cese al fuego es esencial” en Gaza y pidió a Israel a llegar a acuerdo “sin demora”, informó la Casa Blanca en un comunicado.
El presidente de EEUU “subrayó que un alto el fuego inmediato es esencial para estabilizar y mejorar la situación humanitaria y proteger a los civiles inocentes, e instó al primer ministro a que faculte a sus negociadores para concluir sin demora un acuerdo que permita regresar a los rehenes a casa”, dice el documento.
La guerra entre Israel y Hamas estalló el 7 de octubre tras el ataque sin precedentes de Hamas en suelo israelí, donde murieron 1,170 personas, en su mayoría civiles. Según Israel, más de 250 personas fueron secuestradas y 130 de ellas siguen cautivas en Gaza, de las que se teme que 34 ya fallecieron.
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