La serie entre Denver Nuggets y Los Angeles Lakers comenzó como se preveía desde las frías estadísticas: el último campeón y segundo en la temporada regular en el Oeste ganó sus dos partidos como local ante el séptimo de la Conferencia y que debió disputar el Play-In para asegurar su lugar en los Playoffs.
Sin ir más lejos, estos mismos equipos se enfrentaron el año pasado y los Nuggets de Nikola Jokic barrieron a los Lakers con un contundente 4 a 0. Pero los de oro y púrpura tienen un plus que se llama LeBron James y desafía toda lógica a sus 39 años.
Anoche fue la gran figura de su equipo con 26 puntos, 8 rebotes y 12 asistencias pero más allá de ser el abanderado de los Lakers y seguir demostrando su vigencia en la liga de baloncesto más competitiva del mundo, LeBron se fue del Ball Arena con un sabor amargo por la derrota y porque tuvo el triunfo en sus manos pero falló.
Con el juego igualado en 99, The King se hizo cargo de una bola que a cualquier otro le quemaría. La jugada fue tal cual la imaginó y ya sin marca y con un poco más de 16 segundos por jugar, lanzó desde la zona de tres puntos sin oposición pero la pelota rebotó en el aro y salió, dándole a los Nuggets la última posesión y por ende, la posibilidad de ganar el partido y poner la serie 2 a 0.
Jamal Murray se hizo cargo de ese balón, estudió la jugada, sus compañeros hicieron las cortinas entrenadas y le allanaron el camino al base canadiense. Antony Davis intentó frenarlo pero no pudo hacer nada y con ese espectacular doble sobre la bocina, Denver Nuggets se llevó un triunfo agónico e impensado por el desarrollo del juego que lo tuvo siempre arriba en el marcador a los Lakers.
LeBron James señala a los árbitros tras la derrota de los Lakers
LeBron James más que nadie terminó sufriendo la derrota de los Lakers ante Denver Nuggets en el Juego 2 de la primera ronda de Playoffs. Los 20 puntos de ventaja que llegó a tener su equipo, el último tiro que no entró y el arbitraje pusieron de mal humor a The King, quien no se esforzó mucho por ocultarlo tras el final del partido.
“No entiendo qué está pasando en el centro de repetición para ser sincero. A D’Angelo Russell lo golpean claramente en la cara en una penetración. ¿Para qué mierda tenemos un centro de repetición? No tiene sentido para mí”, lamentó LeBron.
“No tiene sentido para mí. Me molesta, esta mierda como… Y entonces acabé de ver lo que pasó en el partido Knicks-Sixers también. ¿Qué estamos haciendo? Es jodidamente estúpido”, agregó el ’23’, refiriéndose al partido del Madison Square Garden, que acabó con derrota de Philadelphia y enfado también de Joel Embiid.