Hace una semana, después de haber obtenido un meritorio segundo puesto en el Gran Premio de China, Lando Norris fue noticia. ¿Por algún éxito deportivo, se preguntarán algunos? No, por habérsela dado en la pera. Eso, en sentido figurado. En el literal, en la nariz: el volante de 24 años salió de fiesta en los Países Bajos, en el marco del Día del Rey, y terminó con la napia ensangrentada y la cara totalmente vendada. Se llegó a decir que tal vez no competiría en Miami. ¡Y qué terrible habría sido eso para él! Después de todo, con el diario del lunes, lo que se sabe es que el británico ganó su primera carrera en la Fórmula 1. Un logro tremendo para cualquier piloto, pero puede que aún más para él.
Porque es el pibe estrella, la promesa de McLaren, formado desde chiquito para algún día ser gigante… y llevaba cinco temporadas y pIquito sin triunfos en la Máxima. Una mochila pesadísima que, no obstante, pudo sacarse a tan solo un par de días de prometer que lo conseguiría…
Lando Norris tardó una semana en cumplirle una promesa a su abuela
Norris, hijo de una de las familias más adineradas de Inglaterra, le dedicó el triunfo a su abuela. “La vi la semana pasada y le dije que iba a ganar una carrera. No le dije cuándo, sólo que iba a pasar. No pensé que sería tan pronto”, contó.
Habrá sido toda una sorpresa para la señora (y ni que hablar de su padre, que casi siempre lo acompaña y “esta vez no vino, por lo que seguro que se arrepiente”). Para él, no hay ninguna duda: su primera victoria llegó luego de 110 carreras, convirtiéndose en el sexto piloto que más tiempo tardó en ganar en la F-1 -empatado con Giancarlo Fisichella-. Por su historial juvenil, que sólo supo de éxitos, nadie hubiera pensado que le costaría tanto.
Con su primer triunfo, Lando Norris pudo descorchar en lo más alto del podio. (AFP)
Crack desde chico, a Lando Norris le costó sumar su primer triunfo en la F1
Corría el año 2017 cuando el piloto, campeón de la Fórmula 3 Europea -ya había ganado en otras tres categorías-, puso el gancho con McLaren. En esos tiempos, en los que la escudería trataba de encauzar el rumbo después de algunos años oscuros, era común verlo en los Grandes Premios y en las redes sociales: se estaba allanando el camino para cuando hiciera su gran aparición.
Su turno fue en el 2019, su primera temporada completa, y dejó muy buenas sensaciones. Pero los años pasaron, las carreras también, hubo podios en el medio (15, que fueron 16 con el del domingo) y esa primera victoria no se daba. Y ahora que llegó, ¿qué? ¿Será uno de esos casos de triunfar sin repetir, que los hay de sobra, o podrá aspirar a algo más? Los antecedentes prueban que los más tardíos, igualmente, pueden soñar en grande.
Jenson Button, británico como él, ganó después de 113 presentaciones y fue campeón en el 2009; Nico Rosberg, con un delay de 111 GP, fue el N° 1 en 2016, y Mika Hakkinen, bicampeón en 1998 y 1999, tardó 96 carreras. El caso del finés es, quizás, el que mejor puede linkearse con el de Norris: su primer triunfo fue a bordo de un McLaren, en 1997, y consiguió su último título 13 días antes de que naciera Lando. El destino parece haberlo unido al equipo. Y él está volando para que pase de presagio a realidad.
La alegría del box de McLaren por el triunfo de Lando Norris. (AFP)
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