El pasado 14 de enero, Federico de Dinamarca era proclamado rey tras la abdicación inesperada de su madre, la reina Margarita, que anunció su decisión de abandonar el trono tras 52 años en su discurso de Nochevieja. El día que Federico X y su esposa Mary se convertían en reyes de los daneses, se les tomó su primer retrato oficial. Dennis Stenild fue el encargado de fotografiarlos en el Salón del Trono del palacio de Christiansborg momentos después de que saludaran a la ciudadanía congregada desde el balcón. Pero en esa ocasión solo el monarca lucía un uniforme de gala. Este jueves 25 de abril, con motivo de la sucesión, la casa real danesa ha difundido el primer retrato oficial de gala de los nuevos reyes de Dinamarca, retrato que a partir de ahora colgará en las paredes de las instituciones del país, y en las embajadas y consulados daneses de todo el mundo.
El responsable de las tres nuevas fotografías —una juntos, y otras dos con cada uno de los protagonistas por separado— ha sido Steen Evald, que ha retratado a los reyes en el Salón Verde, una de las estancias para las recepciones reales del palacio de Christiansborg, el lugar en el que históricamente han vivido los monarcas daneses. La imagen muestra a Federico X y la reina Mary luciendo condecoraciones de la Orden del Elefante. Al suceder a su madre en el trono, Federico X es también ahora soberano de la hermandad de caballería más antigua y distinguida de su país. Además, y por primera vez, Mary de Dianamarca luce joyas de la corona. Se trata de un set de esmeraldas que se compone de tiara —conocida como la tiara Rosenborg, con esmeraldas y diamantes—, collar, pendientes y un gran broche que puede dividirse en tres partes. La última vez que se vio el conjunto fue el pasado mes de noviembre, cuando la por entonces reina Margarita lo escogió durante la visita de Estado de los Reyes de España a Dinamarca. Precisamente durante ese viaje, Felipe VI y doña Letizia recibieron la distinción de la Orden del Elefante, que solo tienen unas 900 personas en todo el mundo.
Este es uno de los cuatro conjuntos de joyas que están a disposición de la reina de Dinamarca y que normalmente se exhiben en el castillo de Rosenborg. Unas joyas que puede lucir la reina, pero que por costumbre siempre se quedan en territorio danés, lo que significa que no son parte de los atuendos en los viajes oficiales al extranjero de los monarcas. Según destacan en la web de la casa real danesa, este diseño del joyero C.M. Weisshaupt fue un regalo de Christian VIII a la reina Carolina Amalia, probablemente por sus bodas de plata el 22 de mayo de 1840. Las esmeraldas y diamantes del conjunto fueron en parte piezas reutilizadas de joyas de la reina Sofía Magdalena, brazaletes antiguos y piezas compradas entonces. Unas joyas de estilo neoclásico, inspiradas en las joyas de la corona francesa de la época.
El detalle que ha llamado la atención, en cualquier caso, es que la reina Mary, vestida con un traje de terciopelo verde de Birgit Hallstein, luce en el pecho un pequeño retrato de su marido con diamantes engastados y un lazo de la Orden de Dannebrog. Pero este detalle no es algo nuevo: durante generaciones, ha existido la tradición de que las mujeres de la familia real danesa luzcan un retrato en miniatura del soberano. De hecho, durante sus años como princesa ya lució uno con la imagen de Margarita de Dinamarca. El retrato que luce ahora de su esposo fue creado por el artista británico Tom Mulliner y está engastado en un marco dorado con diamantes. Un marco que también tiene su historia: se remonta a Amelia de Beauharnais, emperatriz consorte de Brasil, y desde 1972 hasta su abdicación el pasado mes de enero lo llevó la reina Margarita con una foto de su padre, Federico IX.
También es la primera vez que Federico X, vestido con el uniforme de gala de la marina —tras la sucesión, fue designado almirante, por lo que tiene las estrellas de cuatro puntas en los hombros—, se ha puesto algunos de los artículos históricos solo reservados para los soberanos daneses. Es el caso del elefante que cuelga de una cadena. El animal, que tiene cinco diamantes cuadrados y planos en forma de cruz, fue probablemente creado en 1671 para la unción de Christian V en la iglesia del castillo de Frederiksborg, mientras que la cadena de la Orden del Elefante fue creada en 1693. Según la tradición, esta joya es para ocasiones especiales; Margarita de Dinamarca solía lucirla en el banquete anual de Año Nuevo.
Para el nuevo retrato oficial, Federico X también lleva en la mano el sable de Federico IX —que le fue otorgado por su abuela, la reina Igrid, cuando fue nombrado capitán de la Marina Real en 1997— y luce en el pecho la estrella de la Orden del Elefante, que data de 1770, y la gran estrella de la Orden de Dannebrog, creada para Federico VI en 1808. En el cuello, una distinción más: la gran cruz de comandante de Dannebrog, que es el grado más alto de esta orden. Tanto la cadena, el elefante, como las dos estrellas, se exponen junto con el resto de insignias reales (corona, cetro, espada…) en el castillo de Rosenborg.
