Las películas de Tarantino suelen caracterizarse por estas llenas de sangre, pero en este caso fue real.
Anoche se pudo ver una de las películas más entretenidas y populares de Quentin Tarantino. Su gran salto al cine western, género venerado por un cinéfilo empedernido como él. Aunque siempre con su particular sentido del espectáculo, tan salvaje y sangriento. Aunque, en el caso de Django desencadenado, no toda la sangre que se ve es artificial para tener impacto.
La monumental película se pudo ver anoche en La película de la semana de La 1 de Televisión Española, para deleite de los espectadores que disfrutaron de una gran historia de venganza protagonizada por Jamie Foxx, Christoph Waltz, Samuel L. Jackson y Leonardo DiCaprio. Una película plagada de curiosidades, guiños y anécdotas, con una de las más violentas protagonizadas por este último actor.
Estados del Sur de Norteamérica. Unos años antes de la Guerra de Secesión. El ambiente comienza a estar caldeado entre los partidarios de la abolición de la esclavitud y los defensores de mantener sus derechos sobre los hombres y mujeres de raza negra. En medio de esa tensa situación social, un esclavo de nombre Django ha sido separado de su esposa y su mayor esperanza en la vida es poder ser libre algún día para poder ir en su busca y reunirse con ella.
Las 7 películas perfectas: Quentin Tarantino te da la lista de títulos que tienes que ver sí o sí
Con un pasado llevo de trauma y dolor, Django verá su oportunidad cuando un médico alemán reconvertido en cazarrecompensas lo tome bajo su protección para que le ayude a encontrar la pista de dos de los asesinos más buscados de la región. La química entre ambos hombres será absoluta, y pronto se convertirán en un inusual tándem inseparable de justicieros dispuestos a vengar todas las tropelías que ocurran a su alrededor. Su última parada, será encontrar al malvado Calvin y rescatar a su esposa de su tiranía.
La película cuenta con grandes momentos de acción y diversión con tiroteos, pero también instantes de tensión como aquello compartidos bajo el techo de Calvin, el personaje de DiCaprio. Una de las escenas más recordadas y celebradas es una cena donde Leo domina todo el oxígeno de la secuencia, volviéndose imponente y amenazante para los héroes del relato.
Vasos rotos, manos rojas
Fue justo en esa escena donde tuvo lugar uno de los accidentes más sonados del rodaje. DiCaprio aprieta un vaso hasta romperlo, causando un corte que llena su mano de sangre. La rotura no estaba preparada, y la lesión del actor es real, también la sangre. Sin embargo, no se salió en ningún momento del personaje, para sorpresa del resto, incluyendo a Tarantino que estaba todavía tras la cámara rodando todo. Siguiendo el método Tom Cruise de actuación, al que ni un tobillo roto le impide terminar de rodar una escena de acción.
“Bum, [golpee el vaso] y entonces abrí la mano y la sangre empezó a brotar por todas partes” comentó DiCaprio en una entrevista para la ABC, asegurando que “la parte más divertida fue ver sus reacciones”. Jamie Foxx no pudo esconder el shock de ver la mano sangrando y hasta Tarantino se tuvo que apartar de la cámara un segundo para comprobar que lo que acababa de capturar era real. Y como Leo seguía adelante con la escena mientras manchaba el suelo con su sangre, mantuvieron la compostura hasta que se terminase la secuencia.
El caso es que la intensidad de la secuencia, acentuada por la lesión real del actor, hace aún más amenazante y aterrador a este personaje, uno de los más viscerales que Tarantino ha creado. Así que en cierta manera el accidente se convirtió en la guinda para redondear la escena y convertir a Django desencadenado en el gran éxito en el que se convirtió.
Si quieres recibir nuestras propuestas y los estrenos en tu mail suscríbete a nuestra Newsletter
