WASHINGTON-
En abril, Bernie Sanders estuvo repetidamente al lado del presidente Biden, promoviendo sus logros conjuntos en materia de salud y clima en eventos oficiales de la Casa Blanca, y criticó a Donald Trump en un video de campaña en TikTok ampliamente visto.
Luego, apenas la semana pasada, Sanders advirtió públicamente que la crisis en Gaza podría ser el “Vietnam” de Biden y criticó al presidente Lyndon B. Johnson buscó la reelección porque la nación estaba indignada por su apoyo a la guerra.
Ésa es la dicotomía política de Bernie Sanders cuando se trata de Biden. Comparten un vínculo forjado a través de un comienzo difícil en 2020 y fortalecido por los logros políticos de los últimos tres años.
Ahora, en este año electoral, Sanders será el emisario más poderoso de Biden ante los electores y los votantes jóvenes, una tarea que pondrá a prueba el atractivo del senador ante los sectores del Partido Demócrata más desilusionados con el presidente y sus políticas, particularmente en Gaza.
Sanders se ha mostrado menos entusiasta en los últimos días a la hora de presentar argumentos políticos en nombre de Biden a medida que la crisis de Gaza ha empeorado, según una persona familiarizada con los sentimientos de Sanders. Aún así, Sanders se mantiene firme en que la perspectiva de que Trump regrese a la Oficina Oval es una amenaza muy seria, y enfatiza que “esta elección no es entre Joe Biden y Dios. Es entre Joe Biden y Donald Trump”.
“Entiendo que mucha gente en este país no está muy entusiasmada con Biden por varias razones, y lo entiendo. Y estoy totalmente en desacuerdo con él, especialmente en lo que está sucediendo en Gaza”, dijo Sanders en una entrevista reciente. .
Pero Sanders continuó: “Cuando se trata de política, hay que tener cierta madurez, y sí, puedes estar en desacuerdo con alguien. Eso no significa que puedas estar de acuerdo con otra persona que podría ser la persona más peligrosa en Estados Unidos”. historia.” Así que vota o no vota y deja que ese otro gane.
Ese será el foco del mensaje que Sanders dará en noviembre, incluso cuando continúa la ira progresista por la lucha de Biden en Gaza, las protestas van en aumento y las propias críticas de Sanders a las políticas de la administración son cada vez más enfáticas.
Pocos pueden dudar de la influencia de Sanders a lo largo de la presidencia de Biden. Como contendientes por la nominación presidencial demócrata de 2020, los dos se unieron más tarde para reunir media docena de grupos de trabajo políticos que sustentarían la plataforma política del partido ese mismo año.
Eso preparó el escenario para políticas ambiciosas en los primeros dos años de la administración Biden, desde un amplio paquete de 1,9 billones de dólares a principios de 2021 hasta una legislación en el verano de 2022 que fue una combinación de prioridades demócratas a largo plazo, incluidas las más económicas. Medicamentos recetados para beneficiarios de Medicare.
Más de tres años después del mandato de Biden, las conexiones de Sanders son profundas en todo el ala oeste. Habla regularmente no sólo con el presidente sino también con sus principales asesores, incluido el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Jeff Zients, la asesora principal Anita Dunn y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan.
“Él no habla”, dijo Dunn. “Es muy directo con nosotros, muy directo, y eso es algo bueno”.
Aún así, a algunos demócratas les preocupa que la ira entre los progresistas por Gaza sea tan profunda que ni siquiera Sanders los convenza para apoyar a Biden. Un bloque sólido de votantes en varias primarias continúa votando “no votar”, o la opción de protestar por la lucha de Biden en la guerra entre Israel y Hamas, a veces mucho más allá del margen de victoria de Biden en los mismos estados en las elecciones generales de 2020.
“Esta campaña está en problemas. Y el senador Sanders va a hacer todo lo posible, nuevamente, todo lo que pueda para intentar que este hombre llegue a la meta”, dijo Nina Turner, quien fue copresidenta nacional de la campaña de Sanders en 2020. “No estoy segura Esta vez va a funcionar”.
Mitch Landrieu, copresidente nacional de campaña de Biden, dijo a CNN que la comparación de Sanders con la guerra de Vietnam era “exagerada”. Una encuesta de marzo realizada por el Instituto de Política de Harvard encontró que los jóvenes de 18 a 29 años son menos propensos a decir que el conflicto palestino-israelí es una cuestión nacional que la economía, la inmigración y el aborto, que son los que más les preocupan.
Pero no es sólo en Gaza donde Sanders ha presionado a Biden y sus asesores. Les insta no sólo a comparar su estrategia de campaña con la de Biden, sino a establecer objetivos ambiciosos en atención sanitaria, educación, cuidado infantil y derechos de los trabajadores.
El Mensaje de la Unión de Biden, que sus asesores señalan como una hoja de ruta para su segundo mandato, fue “un comienzo difícil”, dijo Sanders, pero añadió que Biden tenía que hacer más para inspirar a los votantes.
Aún así, los principales asesores del presidente, durante mucho tiempo un incondicional de la centroizquierda demócrata, y Sanders, el líder indiscutible del ala progresista del partido, dicen que los dos hombres comparten más de lo que sugieren sus posiciones ideológicas.
En primer lugar, ambos comparten la creencia fundamental de que el gobierno debería ser una fuerza para el bien. Sus carreras políticas están ancladas en estados pequeños y escasamente poblados que los han expuesto a los estratos políticos hiperlocales y de base. Tienen un sentido de pragmatismo a la hora de trabajar dentro de las realidades del sistema político, incluso cuando Sanders trabaja para ampliar esos límites y Biden reina dentro de ellos.
Como vicepresidente, Biden fue el raro demócrata que simpatizó con Sanders durante la primera candidatura del senador a la presidencia.
“Sé que sintió que, si bien había mucha animosidad dentro del Partido Demócrata y en la cima… sintió calidez y positividad por parte de Joe Biden”, dijo Faiz Shakir, director de campaña de Sanders para 2020, que era un político cercano. asesor.
Ahora, Sanders está decidido a asegurarse de que Trump no vuelva a ganar.
“Veo esto como una elección increíblemente importante a la que no me voy a sentar”, dijo Sanders. “Estaré activo”.
Kim escribe para Associated Press. La escritora de AP Lisa Rathke en Marshfield, Vermont, contribuyó a este informe.
