En la mañana del jueves 18 de abril durante mi rotación recibí de imprevisto la noticia del homicidio del doctor Juan Guillermo Aristizábal, papá de uno de mis compañeros de colegio y futuro colega. No tuve la oportunidad de conocer bien al doctor, pero por lo que vi y escuché tanto de otros profesionales como de mi padre que lo conoció durante su formación académica y ejercicio profesional, el doctor era un ejemplo de profesionalismo, colegaje, calidez y calidad humana, así como también buen papá, amigo y en general, una excelente persona.
Recibir esta noticia, realmente generó muchas cosas en mi y no quiero tener el descaro de apropiarme de esta pena, pero quiero solidarizarme con mi compañero, su familia, el gremio y en general la sociedad de bien.
La situación en nuestro país y en general nuestra sociedad y el mundo no es un secreto. Pero para mí el problema radica en el silencio que guardamos, en lo que no hacemos, en el ego, en la búsqueda exclusiva del beneficio personal y principalmente, en el valor completamente equivocado que les damos a las cosas, siendo la vida, el respeto y los valores, algunas de las cosas que hoy tienen menos valor.
La realidad de nuestra ciudad y nuestro país, no es la que se ve reflejada en las cifras publicadas por nuestros gobernantes. Pues aquí la política, ya no obra por ideología, sino por ego, por soberbia… por dinero. La realidad es lo que vivimos en el día a día, cada homicidio, cada robo, cada extorsión, cada segundo en el que nos sentimos inseguros.
Yo veo cifras súper infladas de la disminución de las tasas de inseguridad en Medellín, cuando realmente son pañitos de agua tibia que no han impactado en lo absoluto en cuestión de seguridad y progreso.
Siendo un joven que se consideraba de una ideología de derecha, hoy veo que no hay ninguna ideología, ni de izquierda, ni de derecha, ambos bandos, son los mismos con diferente discurso que complace a diferente público, pero el circo es el mismo.
Mi invitación es a reflexionar, de nosotros mismos y de nuestras decisiones, invito a la autocrítica, porque el verdadero cambio no es votar por la derecha o izquierda, la derecha es retroceso y la izquierda mediocridad. El verdadero cambio está en nosotros, en lo que realmente valoramos, en lo que queremos hacer por y para el mundo y la sociedad.
Sin embargo, si quiero dejar el cuestionamiento a nuestros gobernantes, hoy quiero ser la voz de las personas que comparten mi sentir, pero principalmente de estudiantes, internos, residentes, profesores, toda la comunidad médica y profesionales del sector salud. ¿Qué garantías tenemos? Pues citando al doctor Andrés Aguirre exdirector del Hospital Pablo Tobón Uribe, es inaceptable, que se siga cumpliendo “la paradoja de que se le quite la vida, a quien solo se ha dedicado a cuidarla”.
Repito, tengo miedo, de que nos quedemos en lo mismo, de que la sociedad no entre en razón y nunca se dé cuenta de que el verdadero cambio es el progreso, el respeto por las diferencias y diversidades, el respeto por la vida, tengo miedo de que lo más valioso hoy en día tenga un signo pesos por delante, tengo miedo de ser médico en una sociedad que no valora el esfuerzo que hacemos, tengo miedo de perder un amigo, perder un integrante de la familia, perder hasta mi propia vida, de ser buena persona en una sociedad donde se castiga al bueno, y el malo está sentado en el Congreso.
Finalmente los invito a reflexionar este mensaje que escribo en homenaje al doctor Juan Guillermo Aristizábal y a todos y todas las personas que dejaron este mundo viviendo con miedo y a los que hoy viven con miedo. Mi más sentido pésame a amigos, colegas y familiares, estamos con ustedes genuinamente.
