En medio de la crisis migratoria que afronta Estados Unidos, el histórico Square Hotel de la ciudad de Nueva York cerró oficialmente sus puertas el pasado 1° de mayo. Desde hace algunos meses dejó de ofrecer alojamiento a turistas para brindarle un techo a extranjeros y se convirtió en un refugio para inmigrantes. Con varias comodidades e incluso un restaurante de sushi, así es el lujoso edificio se ubica en el corazón de Broadway.
“El Square Hotel ha cerrado temporalmente”, anuncia la web de la institución al ingresar allí. “A nuestros valiosos huéspedes: con gran tristeza anunciamos que el Square Hotel estará cerrado en un futuro previsible. Apreciamos su patrocinio y esperamos darle la bienvenida pronto”, agregó el establecimiento en una publicación en su página de Facebook.
Según confirmaron desde la alcaldía a New York Post, Square Hotel se reconvirtió en la pasada primavera boreal al formar parte del programa de la ciudad de Nueva York, que financia hoteles con problemas económicos para se reconviertan en refugios de emergencia para inmigrantes.
Ubicado en 226 West 50th Street entre la Octava Avenida y Broadway, Square Hotel cuenta con 141 habitaciones “boutique” y se encuentra justo en el corazón de Midtown Manhattan, una zona rebosante de cultura y espectáculos. El edificio está emplazado justo en frente del Teatro Gershwin, donde se presenta el musical Wicked.
“Square Hotel ofrece atentos servicios a los huéspedes en una ubicación conveniente en el distrito de los teatros”, señala la web del lugar, que supo albergar cientos de turistas en su mejor momento. “El encanto europeo del Square Hotel le brinda un respiro tranquilo del bullicio y la energía de Times Square”, agrega el sitio, que también se destaca su “fácil acceso y proximidad conveniente” a muchos de los principales destinos de Nueva York, incluidos el Rockefeller Center, Radio City Music Hall, Columbus Circle, Central Park y el Teatro August Wilson, entre otros.
Las habitaciones del hotel tienen decoración y mobiliario clásico de estilo art nouveau, por lo que están equipadas con muebles sofisticados, lujosas camas con colchones de plumas, televisores con pantalla plana con cable y artículos de tocador de la exclusiva marca CO Bigelow.
Entre los amenities con los que cuenta hay wifi premium, un gimnasio abierto las 24 horas, los siete días de la semana, servicios de lavandería y planchado, un salón de huéspedes e incluso el lujoso restaurante de comida japonesa y sushi, Natsumi, que ofrece “una experiencia gastronómica única” y una “mezcla de platos tradicionales japoneses con un toque moderno, complementados con una decoración contemporánea, cómodos asientos e iluminación ambiental”, según refiere el hotel.
Desde la pandemia por coronavirus, cientos de hoteles de la ciudad de Nueva York entraron en un contexto de inestabilidad en sus finanzas y alguno de ellos no pudieron recuperarse. Desde hace meses y para paliar otro de los problemas que afronta Estados Unidos como lo es la crisis migratoria, la alcaldía local lleva adelante un programa de ayuda financiera para hoteles que se reconviertan en refugios de emergencia para inmigrantes.
A fines de enero, la administración del alcalde Eric Adams firmó un contrato de emergencia de US$76,7 millones con la Asociación de Hoteles de la Ciudad de Nueva York (Hanyc, por sus siglas en inglés) para proporcionar refugios de “último recurso” a familias inmigrantes. Según comentó la institución en un reciente comunicado, aproximadamente 16.000 habitaciones de hotel en el área metropolitana han sido retiradas del mercado para ser utilizadas como refugios para albergar a los extranjeros que han llegado a la ciudad durante el año pasado.
“La ciudad ha hecho de la gestión de los costos de la crisis de los solicitantes de asilo una prioridad, por lo que trabajamos con ellos para garantizar que los costos y compromisos de alojar a los recién llegados en nuestros hoteles fueran lo más bajos posible”, sostuvo Vijay Dandapani, presidente y director ejecutivo Hanyc.
LA NACION
