Lamentablemente,el cuidado de la alimentación en algunas ocasiones pasa a un segundo plano con el transcurso de los años. Es por este motivo que es indispensable tener un equilibrio en la rutina diaria para así mantenernos saludables.
En ese sentido, los nutrientes son cualquier sustancia química presente en los alimentos a) que provee energía; b) que es necesaria para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de la vida; o c) cuya carencia hará que se produzca un cambio a nivel químico o fisiológico en el organismo. Los principales tipos de nutrientes son: macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y micronutrientes (minerales y vitaminas).
Por lo tanto, el consumo de los nutrientes esenciales en cantidades suficientes es fundamental tanto para el adecuado funcionamiento del organismo como para contribuir a un envejecimiento saludable, disminuir el riesgo de presentar enfermedades y tener mejor calidad de vida.
Clara Valderrama, Nutricionista Dietista e integrante del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife, afirma que hay gran variedad de alimentos que se deben incluir en la alimentación de acuerdo a las necesidades individuales, y que pueden ir cambiando a lo largo del tiempo: “los alimentos que contienen proteínas como aves, pescados, carnes magras, entre otros, contribuyen a construir y mantener los tejidos del cuerpo, como los músculos y la piel. Por otra parte, los alimentos que tienen fibra, vitaminas y minerales como las frutas, las verduras y los cereales integrales permiten llevar a cabo funciones como obtención de energía, mantenimiento de la piel en condiciones normales y apoyar el funcionamiento del sistema digestivo. Todos estos grupos de alimentos son vitales en el cuerpo humano.”, concluye la especialista.
En vista de todo lo anterior, le compartimos a continuación algunos consejos para mantener la vitalidad y el bienestar a lo largo del tiempo:
- Aumentar el consumo de agua: Incluir un vaso de agua adicional por día a lo largo de una semana. Este se puede acompañar con unas gotas de limón, jengibre, concentrado de aloe o té verde para saborizar y así aumentar el consumo de líquido de manera gradual.
- Comer o incluir más frutas y verduras: Llevar la fruta picada o en preparaciones nuevas para así disfrutar cada alimento. Preparar ensaladas acompañadas de aderezos con vinagre balsámico, limón o aceite de oliva. Probar batidos de proteína con adición de verduras y/o frutas.
- Disminuir el consumo de azúcares: Leer las etiquetas, utilizar edulcorantes naturales, cambiar el postre por una porción de fruta ya sea natural o congelada.
- Disminuir el consumo de grasas: Utilizar técnicas de cocción tales como asados, al horno, al vapor, air fryer, y condimentar con hierbas y especias para dar sabor. También disminuir el consumo de salsas preparadas con alto contenido de grasas.
- Actividad física constante: Incluir el ejercicio en la rutina diaria. Para adultos, la OMS recomienda 150 minutos de actividad física moderada a la semana y tener descanso adecuado entre 7 a 9 horas diarias.
- Cuidar la salud mental: Realizar actividades como meditar, yoga, practicar algún hobby y tener relaciones sociales saludables. Asimismo, pertenecer a grupos o asociaciones ayuda a mantener el bienestar emocional.
Siguiendo estas sugerencias se contribuye a mantener la vitalidad y el bienestar. Recuerda de todas formas que siempre es recomendable consultar a especialistas de la salud para identificar las necesidades individuales, condición física y la presencia o ausencia de patologías particulares. De esta manera, se podrá determinar la cantidad de calorías y de nutrientes necesarios que se deben consumir diariamente.
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