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Puede que el punto de partida resulte ciertamente cómico y, de hecho, lo es, pero como suele decirse todos los caminos conducen a Roma y conforme avancemos en la explicación entenderás que algo hilarante puede tener su aplicación en nuestras estrategias diarias para mejorar la salud y mantenernos en forma. Sobre todo si caminar forma parte de tus hábitos.
Es probable que estés al tanto del trabajo de Monthy Python, un grupo británico de humoristas cuya particular visión revolucionó el mundo de la comedia en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado. Y si no te suena de nada, puede que al mencionar ‘La vida de Brian’ sepas perfectamente de quiénes estamos hablando.
Pues bien, más allá de su famosa película, el grupo se caracterizó por realizar numerosos escenas cómicas de corta duración que décadas después todavía siguen coleando y que sirven además como inspiración para el desarrollo de novedosos estudios científicos aplicados, en este caso, al ejercicio físico.
Y es que el sketch de 1971 de los Monty Python titulado ‘Ministry of Silly Walks’, que significa algo así como ‘Ministerio de los Andares Tontos’, ha sido utilizado por un grupo de investigadores estadounidenses asociados a diferentes universidades para demostrar que incluso incluir pequeñas variaciones a la hora de caminar, por muy ridículas que parezcan, puede aumentar la efectividad del ejercicio.
Su trabajo, tildado de investigación experimental, se basan en los datos de 13 adultos sanos (seis mujeres y siete hombres) de entre 22 y 71 años (edad media: 34 años) sin antecedentes de enfermedades cardíacas o pulmonares ni trastornos conocidos de la marcha a los que se les mostró un vídeo del sketch antes de realizar tres pruebas, cada una de cinco minutos de duración, alrededor de una pista cubierta de 30 metros.
En la primera prueba, los participantes caminaron con su estilo habitual a un ritmo elegido libremente. En las dos pruebas siguientes, se pidió a los participantes que recrearan, lo mejor que pudieran, los andares del Sr. Teabag y el Sr. Putey, protagonsitas del sketch.
La distancia recorrida durante los cinco minutos se utilizó para calcular la velocidad media. También se midió el consumo de oxígeno (ml/kg/min), el gasto energético (kcal/kg/min) y la intensidad del ejercicio (MET), es decir, la cantidad de calorías gastadas por minuto de actividad física.
Los investigadores descubrieron que sólo el estilo Teabag generaba un gasto energético significativamente mayor, unas 2,5 veces superior al de la caminata habitual. Además, el consumo de oxígeno durante la marcha normal fue de 11,3 ml/kg/min (o 3,2 MET), similar al de la marcha Putey (12,3 ml/kg/min, o 3,5 MET). Sin embargo, el paseo Teabag provocó un consumo de oxígeno de 27,9 mL/kg/min, u 8 MET, lo que se califica como ejercicio de intensidad vigorosa.
En términos de gasto calórico, el intercambio de un minuto de caminata habitual por un minuto de caminata Teabag se asoció a un aumento de 8 kcal/min en los hombres y de 5 kcal/min en las mujeres.
Los investigadores estiman que sustituir la forma de caminar normal por pasos al estilo Teabag durante unos 12-19 minutos al día aumentaría el gasto energético diario en aproximadamente 100 kcal. Por no mencionar que probablemente aumentaría la aptitud cardiorrespiratoria y reduciría el riesgo de mortalidad
Cómo aplicarlo a la vida real
Cómo mencionábamos, se trata de un estudio experimental basado en una pequeña muestra, y los investigadores reconocen que algunas personas, incluidas las que padecen discapacidades, trastornos de la marcha, enfermedades articulares u otros problemas de salud, podrían no ser capaces de realizar este tipo de modalidades.
No obstante, la enseñanza del estudio es que modificar la forma de caminar incidiendo en aspectos como la intensidad podría aumentar el gasto energético y proporcionar beneficios añadidos. “Nuestro análisis de la energía consumida durante diferentes estilos de caminar pretende animar a la gente a mover su propio cuerpo de forma más enérgica y esperemos que alegre”, zanjan los investigadores.
Evidentemente, caminar al estilo de los Monty Phyton probablemente no es asumible para la mayoría, pero sí se pueden optar por otras estrategias mucho más comunes. Ahí van unas ideas.
- Aumentar la velocidad al caminar
- Aumentar el tiempo o el número de pasos diarios
- Subir y Bajar escaleras o pendientes
- Utilizar bastones como los empleados en la marcha nórdica
- Llevar algo de peso como en el caso del rucking
- Caminar y hacer pausas introducir sencillos ejercicios de fuerza
- Caminar e intercalar zancadas (lo más parecido al estilo Teabag)
- Caminar e introducir breves períodos de carrera
Si somos capaces de elevar un poco el nivel cuando salimos a caminar, seremos capaces de obtener beneficios adicionales a nivel cardiorrespiratorio, perderemos más peso y mejoraremos nuestra fuerza, un aspecto que conviene no menospreciar sobre todo a partir de determinadas edades. Caminar es un gran ejercicio en sí mismo, pero existen muchas formas de potenciar sus efectos. Como demuestran los Monty Python.
Álvaro Piqueras es experto en deportes y en el último lustro se ha especializado en fitness, nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día en lo que se refiere a nuevas investigaciones y tendencias de los campos que domina para poder compartir con rigor la rutina de entrenamiento que puede inspirar un cambio en tus hábitos, las propiedades de los alimentos que deberían formar parte de tu dieta o los hallazgos científicos que pueden mejorar el bienestar físico y mental de personas como tú.
Comenzó su trayectoria en medios locales y regionales de la tierra de Don Quijote, concretamente en Albacete. De ahí dio el salto a medios de ámbito nacional tras un enriquecedor paso por una maravillosa agencia de publicidad independiente con nombre de canción de los Beatles (GettingBetter), aunque siempre mantuvo intacta su vocación periodística.
De ahí que persiguiera su sueño de trabajar para alguno de los principales grupos editoriales del país como Prisa, Vocento y ahora también Hearst. Quizá le hayas leído en la versión digital del Diario As, abordando infinidad de temáticas, o en ABC y otras cabeceras y revistas del grupo elaborando reportajes de branded content para grandes marcas, multinacionales e instituciones. Y si no has tenido la ocasión, este es el momento de hacerlo en Men’s Health y Runner’s World.
Como no podía ser de otra forma, confiesa ser un amante de la práctica deportiva y desde muy pequeño ha probado con disciplinas tan dispares como atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo o natación. Unas veces sintiendo la adrenalina de la competición, y otras simplemente disfrutando de los beneficios de la actividad física. Ahora le ha dado por los ejercicios funcionales y el boxeo porque tiene la certeza de que el saco es incapaz de devolverle los golpes.
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Alicante, también posee formación específica en gestión y dirección de RRSS, planificación estratégica y diseño gráfico. Últimamente se ha adentrado en el universo de la inteligencia artificial generativa aplicada al periodismo, pero jura y perjura que no la emplea profesionalmente porque, entre otras consideraciones, sigue disfrutando de cada palabra que escribe tras 20 años de experiencia en el sector de la comunicación.
