La Fórmula 1 quiso innovar en la temporada 2021 con la introducción de las carreras al sprint, que consistían en citas mucho más cortas que las del domingo, a un tercio de la distancia total, pero que se celebraban en sábado. Eso generó mucho polémica porque se decía que quitaba el espíritu de la categoría al tener dos pruebas por evento, además de que otorgaban muy pocos puntos, tan solo a los tres mejores clasificados y servía para decidir el orden de la parrilla.
Sin embargo, ese formato se fue modificando hasta alcanzar el actual, en el que hay dos sesiones clasificatorias para las dos carreras, con lo que hay independencia entre ellas, y también se reparten muchas más unidades. Al unir todo ello, en el Gran Premio de Miami 2024 se pudo vivir un hecho muy curioso, y que chocaría a cualquier aficionado que lleva viendo el campeonato durante muchas décadas.
Lando Norris consiguió su primera victoria en el Gran Circo, pero no fue el británico quien más puntos se llevó en todo el fin de semana, sino que fue Max Verstappen. El inglés sumó las 25 unidades que se entregan por vencer el domingo, pero como en la carrera al sprint abandonó después del toque en la salida con Lance Stroll, Fernando Alonso y Lewis Hamilton, no pudo superar las 26 que cosechó su rival neerlandés.
El de Red Bull ganó la cita corta del sábado, con lo que ya tenía asegurados 8 puntos, que sumados a los 18 de quedar segundo en la carrera principal, llegó a esos 26 que le hicieron salir de la ciudad estadounidense como el mayor beneficiado a pesar de no levantar el trofeo de vencedor. Eso es algo que no pasaba desde 1957, concretamente en el Gran Premio de Gran Bretaña, cuando Luigi Musso obtuvo más unidades para el campeonato que el ganador.
O mejor dicho, ganadores, porque en esa ronda que se celebró en Aintree ganaron Tony Brooks y Stirling Moss, ya que compartieron coche. Al dividir sus tareas al volante, también se dividieron los puntos que sumaron, cuatro y cinco respectivamente, mientras que el italiano de Ferrari, al finalizar en la segunda plaza, se llevó de manera íntegra los seis que se otorgaba en la época.
En aquel 20 de julio estaba previsto que los coches tuvieran que completar 90 giros al trazado cercano a Merseyside, y Stirling Moss consiguió regresar a la cabeza después de que Jean Behra le arrebatase la primera posición en la salida. Sin embargo, el motor de su Vanwall dijo basta y tuvo que regresar a boxes para abandonar, aunque el equipo pensó en detener a su compañero y que fuera él quien tomase los mandos para remontar desde el noveno lugar.
Así pues, Tony Brooks se detuvo en el pitlane y dejó paso para que el segundo piloto en subirse a ese monoplaza completara las 61 vueltas restantes, algo impensable en la actualidad, pero que permite que se puedan contar historias tan curiosas como esta.
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