El Paso.- En una madrugada de abril, el reloj marcaba las 2:20 a.m. cuando Pedro Negrete, de 32 años y residente del este de El Paso, conducía su Ford Focus del 2014 por la autopista I-10 en dirección oeste. La velocidad era su única compañera en esa solitaria carretera, mientras se deslizaba entre la oscuridad de la noche.
De repente, el vehículo de Negrete se desvió bruscamente hacia la derecha, impactando contra el muro central y un letrero de tráfico en sentido contrario. El estruendo del choque resonó en la tranquilidad de la madrugada. Pero el destino tenía preparado otro golpe.
El Ford Focus continuó su marcha descontrolada por el carril central, chocando violentamente contra otro poste de señalización. El impacto fue tan fuerte que el vehículo cambió su rumbo, proyectándose hacia el noroeste antes de detenerse en seco en medio de los carriles en el bloque 11000 de Gateway West.
Los servicios de emergencia llegaron rápidamente al lugar del accidente, pero ya era demasiado tarde. Pedro Negrete yacía parcialmente fuera de su automóvil, con heridas graves que le arrebataron la vida en el acto. La escena era desoladora, marcada por la tragedia de otra vida perdida en las carreteras de El Paso.
La Unidad Especial de Investigaciones de Tráfico de la policía se hizo cargo del caso, mientras los destellos de las luces de las patrullas y las ambulancias iluminaban la noche. Los investigadores pronto determinaron que la velocidad había sido un factor contribuyente en el accidente, una advertencia de los peligros de conducir demasiado rápido en las carreteras.
La noticia del suceso se extendió por la ciudad, llenando de pesar a familiares y amigos de Negrete. Era la decimoctava fatalidad de tráfico en lo que iba del año, comparado con las veinte del año anterior. Cada cifra era un recordatorio sombrío de la fragilidad de la vida y la importancia de la prudencia al volante.
Con el amanecer, llegaron los esfuerzos para limpiar el sitio del accidente y reabrir las carreteras. La autopista I-10 y la salida de Lee Trevino fueron cerradas temporalmente, mientras que el carril derecho de I-10 también fue bloqueado como medida de control de tráfico. Sin embargo, para las 6:30 a.m., todas las vías estaban nuevamente abiertas al tráfico, aunque el dolor de la pérdida de Negrete persistía en el corazón de quienes lo conocían.
