En 2021, tras 14 años, David Luiz retornó a Sudamérica tras haber jugado en cuatro equipos del futbol europeo. Desde Ninho do Urubu, el centro de entrenamientos de Flamengo, club que defiende hoy, el zaguero central dialogó con Diario AS. Lo primero que dijo, al entrar a la sala, fue “¿habíamos quedado a las 14:30? Pues son las 14:29, esto lo aprendí en Londres”. El tono, claro está, medio en serio y medio en broma.
El defensa pasó por Benfica de Portugal, Chelsea de Inglaterra, Paris Saint-Germain de Francia y terminó su periplo en Europa en el Arsenal. Con los ‘blues’, ganó una Liga de Campeones y, de regreso en Brasil, obtuvo la Copa Libertadores, transformándose en el décimo tercer jugador en ganar las dos principales competencias de clubes más importantes en el Viejo Continente y América, respectivamente. Junto a AS, repasó buena parte de su carrera.
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– ¿Cuál es el balance de su paso por el fútbol europeo?
– Lo primero, es que soy muy agradecido de Dios por todo lo que he vivido en mi carrera. En todos los clubes grandes por los que pasé, tuve la oportunidad de jugar y ganar, entonces muy contento. He tenido un paso por Europa muy positivo, donde aprendí muchas cosas, donde me transformé de adolescente a hombre. Hice mi vida allá, tuve a mi primera hija, entonces soy un agradecido, porque soy un privilegiado por todo lo que he vivido.
– Se adapta bien el brasilero al fútbol portugués, primero por una cuestión idiomática, ¿no?
– Pienso que sí, hace el camino un poco más fácil. Con Portugal hablamos el mismo idioma y tienen muchas cosas de Brasil, la comida o el clima, que es uno de los mejores de Europa. Entonces no cambian muchas cosas y el proceso de adaptación, para los jugadores brasileros o sudamericanos, que jugaron en Europa y pasaron primero por Portugal, que ha sido mejor para todos.
– Hizo una buena amistad con Ángel Di María que incluso llegó a que se hicieran bromas en TV…
– Sí, sí (risas). Había en Portugal un programa de televisión, en una época, donde hicimos una broma con ‘Dima’. Él ha sido un gran compañero, un gran jugador. Estoy muy contento por él y por todo lo que ha vivido. Recuerdo cómo llegamos después del Mundial Sub 20 (del 2007), yo ya estaba ahí, él llegó después del Mundial y, luego, ahí ya estábamos siempre juntos, jugando con los amigos, conocí a la familia. Una familia muy humilde y de gran corazón. Después, todo lo que ha hecho Di María en el fútbol mundial, me pone muy contento por él.
– ¿Qué se siente levantar la Champions League?
– Es la realización de un sueño. Todo jugador que juega principalmente en Europa, piensa algún día en ganar la Champions. Ha sido algo increíble, porque cuando llegué era muy chico, pero ya jugaba con grandes jugadores, con una generación del Chelsea que era de grandes nombres. Solo faltaba eso para coronar la carrera de todos, entonces para mí ha sido muy especial, principalmente la final. Cuando juego la final, con una lesión, pocos saben lo que pasé ese día. Tenía una lesión, al final jugué 120 minutos, lancé un penal en la tanda y fui campeón contra el Bayern en Munich. ¡Tenían un equipazo! Eso se demostró al año siguiente, cuando fueron campeones. Ha sido de los mejores momentos de mi carrera.
– ¿Cómo recuerda esa final?
– Fue un partido muy difícil contra uno de los mejores equipos del momento. Bayern, esos años, fue de los mejores clubes del mundo. Para nosotros, enfrentar al Bayern en Munich tenía mucho peso. Teníamos jugadores que no podían jugar, yo que estaba con una lesión y jugué, Gary Cahill también tenía una lesión y jugó, otros por tarjeta no jugaron… entonces estaba todo contra nosotros. Pienso que hasta el partido fue mucho mejor jugado por Bayern que por nosotros, pero nosotros teníamos una mentalidad increíble. Y eso era gracias a los líderes que teníamos en nuestro equipo.
– Era un plantel experimentado…
– Sabíamos sufrir, sabíamos que teníamos algo ahí que nos esperaba. Recuerdo ese momento de la Liga de Campeones en la vuelta con el Napoli, habíamos perdido 3-1 en Italia, ganamos 3-1 en casa, fuimos a la prórroga, 4-1. Es ese el momento clave la Champions de ese año. Llegamos a la final con una mentalidad increíble. Decíamos “podemos sufrir, pero hay algo bueno para nosotros”. ¡Y en los penales! El Bayern abre 2-0 y estaba todo contra nosotros, pero pienso que hicimos una gran final. La final se gana, no se juega y ganamos bien.
– ¿Chelsea es el equipo que más lo marca en Europa?
– Pienso que en todos he tenido marcas. Benfica me marcó por el inicio, el principio de todas las cosas, desde las más simples, como lo era ponerse un terno y una corbata, como jugar los primeros partidos. Mi primer partido en Europa fue una Copa UEFA, que ahora es la Europa League, contra el PSG en Paris. Mira cómo son las cosas. Me marcó mucho ahí y, después, Chelsea fue el equipo que pasé más años y gané la Liga de Campeones, fue donde jugué más partidos. París también me marcó mucho, porque era un momento especial del equipo, cambiando después de años en donde el Lyon era la principal fuerza en Francia, y ahí gané todos los campeonatos que disputé en el país, solo perdí dos Champions.
– Y luego va a uno de los archirrivales del Chelsea…
– En Arsenal aprendí muchas cosas de un club que siempre ha jugado muy bien, primero con Wenger y luego tuvo esa transición, en donde tuve la posibilidad de trabajar con Mikel Arteta, hoy uno de los mejores entrenadores del mundo, que ha estado muy bien, que ganamos una FA Cup y después una Community Shield contra el Liverpool, que tenía un equipazo. Hay cosas en cada club que me han marcado mucho, entonces no puedo elegir uno solo, porque pienso que dejaría fuera muchas cosas que viví con la gente, en el día a día, con los trabajadores de cada club, con todas los vínculos que tenía como persona antes que como jugador.
– ¿Tuvo algún problema personal con Sergio Aguero? Se daban duro cuando se enfrentaban.
– Noo, para mí el ‘Kun’ ha sido uno de los mejores o tal vez el mejor atacante sudamericano que ha pasado por la Premier League. Jugábamos para dos grandes clubes y teníamos embates duros. Somos de la misma edad, crecimos juntos, en el fútbol siempre nos enfrentamos, un brasilero, un argentino, esas son cosas normales. Fueron embates fuertes, pero tengo total admiración por él. Triste porque dejó el fútbol, de seguro tenía más para entregar, por la calidad que tenía, siempre fue un jugador muy difícil de tenerlo en contra. Le deseo mucha salud y que continúe disfrutando.
– ¿Qué le falta al PSG para conseguir esa tan ansiada Champions? Tiene dinero y refuerzos de peso…
– Pero hay otros clubes también que hacen lo mismo. Hay clubes que tienen una filosofía implantada, como Barcelona o Arsenal. Hay cosas que no son tan fáciles, hay un tiempo, Paris ya llegó a una final, a una semifinal, está siempre cerca, es un club que se mide de igual a igual con los otros, pero para ganar no solo basta con la plata. Pienso que la gente pone mucha presión, por la plata, como dices, porque mueve muchas cosas en el mundo. La gente mete la presión: “Ah, porque tiene plata, tiene que ganar”. ¡Pero las cosas no son así! El fútbol no es así, son 11 contra 11 en la cancha.
– Pero es pensamiento lógico, ¿no?
– Paris está cada vez más cerca de disputar este título y en el momento correcto ocurrirá de forma natural, pero siempre hay que darle crédito a todos los clubes que llevan más de 100 años haciendo el trabajo que el Paris viene haciendo en los últimos 15-20 años, en crecimiento, para ser una de las potencias como lo es hoy. De ahí a ganar, depende de muchas cosas. Pueden pasar cosas en un partido, una roja o un penal y no ganaste, pero el Paris es hoy uno de los clubes más fuertes del mundo.
– ¿Entendió la partida de Neymar a Medio Oriente o cree que debió seguir en Europa?
– No sé. Es un momento diferente del fútbol. Uno de los mejores de la historia está ahí también, como Cristiano Ronaldo, muchos jugadores con potencial y calidad están ahí también. Años atrás, muchos iban a China. No podemos hablar de las decisiones personales de la gente. Cada uno sabe lo que siente, cada uno sabe lo que está pasando, cada uno sabe lo que es mejor para su vida. Neymar es un crack y va a ser un crack en Arabia Saudita, en Brasil y en Europa. Eso no va a cambiar. Después la gente puede juzgar momentos de la carrera, pero el talento está ahí.
– ¿Para usted fue difícil tomar la decisión de volver a Brasil?
– No, para mí fue una decisión de corazón. Yo venía a Brasil por vacaciones, no tenía nada organizado para volver a Brasil, pero era un momento muy delicado del mundo, por la pandemia. Me hizo reflexionar. Estuve 15 años sin vivir con mi familia. Siempre vivieron en Brasil, no vivieron conmigoo en Europa y muchas cosas me hicieron reflexionar. Había tenido a mi primera hija, nació en medio de la pandemia, venía a Brasil de vacaciones, visitaba a mi familia, en casa, en cuarentena, empecé a vivir el día a día con mi familia, con mis sobrinos, con mi hermana. Empecé a ver lo bueno que era vivir con la familia cerca y, luego de eso, empezó a movilizarse la Nacao (N. de la R.: la hinchada de Flamengo), con los torcedores, que me ha hecho pensar mucho más.
– Y terminó ganando una Copa Libertadores…
– El contexto familiar y el contexto profesional, donde estar en un club como Flamengo, donde me estaban haciendo parte de eso sin haber firmado ni tenido una propuesta… sentí amor, por las cosas que sentí, por las acciones de los hinchas. Tras eso, Flamengo habló conmigo y fue fácil escoger. Me sentía muy bien, ha sido bueno para mi venir, volver, poder ganar con uno de los clubes más grandes de América, entonces es una página muy especial de mi carrera.
– Aquí lo dirigió Jorge Sampaoli. La gente pedía un DT ofensivo y no resultó. ¿Por qué?
– Es que el fútbol hoy, si los resultados no vienen, es muy difícil mantenerse en los grandes clubes. Yo tengo total admiración por Sampaoli. Es un entrenador que ama jugar el fútbol para adelante, pero muchas veces las cosas no van bien por los resultados y luego se termina todo. Pienso que va a tener siempre esa marca de un entrenador ofensivo, de ir para adelante y eso me encanta. Espero que le vaya bien en el futuro, porque entrenadores así lo merecen.
– ¿Qué le da Tite a este equipo?
– Tiene una inteligencia increíble para gestionar al grupo. Eso lo torna más fácil y accesible con la manera de entrenar. Conoce a la gente, sabe cómo hablarle, cómo enseñarle, cómo direccionar para el camino correcto y así las cosas se dan más fáciles. Pienso que es un camino inteligente, donde las cosas pasan de mejor manera y tiene la sensibilidad de comprender, porque conoce, nuestra cultura, cómo son los brasileros, cómo hacemos las cosas.
– Además, ya ganó un título.
– Los resultados lo ayudan mucho a tener esta tranquilidad, porque si los resultados no vienen, la tranquilidad se transforma en una intranquilidad, una bomba, y así es el fútbol. Él con su staff están trabajando muy bien, están todos contentos, lo estamos pasando bien, espero que podamos continuar de esta manera, creciendo y mejorando el equipo.
– Tras ganar una Champions, con su selección y una Libertadores, ¿qué sueño le queda por cumplir en el fútbol?
– Mis sueños en el fútbol son siempre día a día para mí. Como dijiste, gané muchas cosas, pero lo que más me mueve es ganar momentos con la gente, día a día. Y dentro del fútbol, pensar siempre en el próximo partido. No sabemos si vamos a estar vivos mañana. Muchas veces hacemos planes para eso, esto y lo otro, y muchas veces esos planes no se concretan. Ahora, mucho más maduro, más viejo, entiendo que los detalles del día a día son más importantes que los días donde levantas un trofeo. Para mí, lo que más importa, es estar viviendo con la gente de una forma honesta y verdadera.
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