La religión es una dimensión fundamental de la personalidad humana, no ha existido ninguna cultura sin religión. La actitud de los políticos en relación con la religión es paradójica: desde la persecución sangrienta hasta su utilización para conseguir el poder y mantenerse en el poder. Los prejuicios marxistas de la religión como “opio del pueblo” después de la terrible experiencia de la caída del Muro Berlín, se han demostrado como una gran mentira. Las antiguas repúblicas soviéticas son hoy las que más respetan las creencias religiosas como se comprueba en Polonia Hungría, Ucrania o la misma Rusia. Solo los países de inspiración marxista–leninista mantienen la persecución de las creencias religiosas con el pretexto de que su poder absoluto no sea cuestionado.
Algo parecido se puede observar en las mafias y en el narcotráfico, que utilizan las creencias religiosas como medio de alcanzar poder económico. En algunos países, la religión popular es manipulada para influir en las personas. En el cine aparecen personajes mafiosos que se muestran en ceremonias, bautizos, primeras comuniones y bodas, mientras están tramando negocios mafiosos. La misma utilización de las creencias religiosas con fines puramente económicos se da entre curanderos, falsos sanitarios, que aprovechándose de los miedos y de los temores de las gentes sencillas y con poca formación, los controlan emocionalmente para someterlas y hacer depender de sus falsedades curativas.
Con motivos de estos abusos y manipulaciones de las creencias religiosas el papa Francisco ha aprobado las actividades de la Pontificia Académica Mariana para alertar a los fieles de los abusos y manipulaciones religiosas, muchas de ellas relacionadas con las apariciones marianas de Lourdes, Fátima, Guadalupe, aprobadas por la Iglesia Católica y que son utilizadas por agoreros apocalípticos para provocar miedos y terrores sobre el fin del mundo. Cuando en todos, Nuestra Señora, ofrecen mensajes de perdón y conversión, porque los hombres provocan catástrofes morales e ideológicas que ponen en peligro la misma existencia del ser humano.
Entre los fines que pretende la Pontificia Académica Mariana está redescubrir el muy importante patrimonio religioso y cultural de los santuarios marianos, que tanta importancia tienen en España y las Naciones Hispanoamericanas. Recientemente en España, “la tierra de María Santísima” como la describió San Pablo II en sus varios viajes, se ha producido algunos hechos dignos de rechazo, como los presuntos cómicos catalanes que hirieron los sentimientos de la fieles devotos de Nuestra Señora del Rocío o la intolerancia de un político asturiano que osó criticar a otro político de profanar Covadonga porque fue a rezar a la Santina, algo que sus seguidores no admiten porque no son partidarios de la presencia de los cargos políticos en los lugares del culto, sino todo lo contrario.